Las acciones de la justicia vuelven a ser portada esta semana de la mano de los impulsores de la más que conocida firma de moda Dolce y Gabbana. El Tribunal de Milán ha declarado a Domenico Dolce y Stefano Gabbana culpables de un delito de evasión fiscal que asciende a 1.000 millones de euros. El Alto Tribunal italiano no ha levantado la mano en su fallo y ha impuesto a los modistos una pena de cárcel de un año y ocho meses.

La magistrada encargada de esta causa ha establecido, además en su resolución una medida provisional por la que los diseñadores tendrán que compensar a la hacienda del país, con el pago de una cuantía que supera los 500.000 euros, que se suman a la cantidad de 343 millones de euros de sanción fijados por la Comisión Tributaria de Milán el pasado mes de marzo, al quedar ratificado el delito. Aún así, la resolución se ha calificado desde diferentes sectores como poco contundente en el ámbito penal ya que, la Fiscalía solicitaba para los empresarios una pena de cárcel de dos años y medio.

La respuesta por parte de los modistos no se ha hecho esperar y ha sido el representante legal de ambos quien ha salido a la palestra para explicar que volverán a los juzgados para recurrir este veredicto de culpabilidad.

Como en otros casos que recientemente se han conocido, entre ellos el del deportista del Fútbol Club Barcelona, Leo Messi, los diseñadores optaron por la creación de una sociedad asentada en Luxemburgo desde la que mover sus ingresos. Una sede en la que, según los informes recogidos en la investigación judicial, no se desarrollaba actividad alguna porque su finalidad era la de evadir el pago de los impuestos pertinentes al fisco italiano, logrando así ventajas fiscales.

La causa ha pasado por diferentes fases antes de la ratificación actual de esta condena, ya que en 2011 el juez decidió su archivo y fue la Fiscalía la que peleó para que el proceso volviese a abrirse para los dos diseñadores.

Fuente: empresayeconomia.es