Kim Kardashian temió que sus asaltantes quisieran violarla
La madrugada de este lunes se convirtió en una verdadera pesadilla para Kim Kardashian luego que cinco hombres armados ingresaran en su residencia de lujo en París para robarla a punta de pistola.
Al momento del asalto, la integrante de Keeping up With The Kardashians se encontraba completamente sola en el lugar, usando únicamente una bata de baño. Cuando sus atacantes ingresaron al lugar, le ataron las manos con bandas plásticas y la encerraron en el baño.
«Ella pensaba que iba a haber un asalto sexual o que ella iba a ser asesinada en el baño», dijo un informante a Us Weekly. «Ellos no hablaban inglés. Kim lloraba histéricamente, rogaba por su vida, les hablaba sobre sus bebés».
«En su cabeza, en ese momento en el baño, ella pensó que su vida había terminado», aseguró la fuente del medio. «Había un arma apuntándole todo el tiempo. Ella rogaba que no la mataran».
De acuerdo al informante, los asaltantes «la amordazaron… cubriéndole la boca pero no la nariz», y la amarraron con cinta adhesiva antes de dejarla en el baño y huir con el botín de joyas estimado en unos diez millones de dólares.
«Después de que ellos se fueron, ella pudo liberar sus manos y pudo quitarse el resto de las cosas que tenía encima», dijo la fuente. «Ella definitivamente pensó que sería violada y asesinada. Temía una violación, estaba básicamente desnuda».
Según un comunicado emitido este lunes por un representante de Kardashian, Kim estaba «bastante conmocionada pero físicamente bien».
Los hombres que la asaltaron, entraron al Hotel de Portals, un edificio de lujo donde Kanye West posee uno de los departamentos, y disfrazados de policías atacaron al encargado del lugar para lograr tener acceso a la propiedad de West.
De acuerdo a las autoridades locales, el grupo que perpetró este ataque es uno «altamente organizado» y aún permanecen prófugos de la justicia.
El mismo lunes Kim voló de regreso a Estados Unidos para reencontrarse en Nueva York con su esposo e hijos.