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«La Casa de Papel» estaría pasando por un juicio muy fuerte

¿O tienen 100 años de perdón?

Es la ocasión perfecta para demostrar qué tan cierto es eso de «ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón».

Y es que los delincuentes más populares de la actualidad podrían ser acusados de haberse apropiado de un robo…

¡¿Cómo?!

Hablamos de La Casa de Papel, la cual está siendo señalada de haber supuestamente copiado varios elementos de la famosa operación que se llevó a cabo en Argentina durante el 2006, cuando magistralmente lograron apoderarse de una gran cantidad de dinero de la sede del Banco Río, ubicada en la localidad de Acasuso.

El portal Infobae presentó una serie de coincidencias entre el robo de la serie y el robo real, el cual relatan en el diario La Nación como: «Unas 23 personas fueron tomadas de rehenes durante toda una tarde. Afuera, 200 policías y el Grupo Halcón elaboraban planes para desbaratar a la banda. Nadie se imaginaba lo que ocurría adentro. Parecía un robo frustrado, pero lo cierto era que los delincuentes sí tenían El Plan Perfecto: escapar en dos gomones por los desagües subterráneos».

En primer lugar, Fernando Araujo, el cerebro detrás del robo sureño, era conocido como «El Maestro», en comparación con «El Profesor», encargado de dar las instrucciones en la ficción de Netflix a los otros personajes: Berlín, Tokio, Helsinki, Denver, Moscú, Nairobi y Río.

Si bien podría ser considerado como inspiración, el propio Araujo estaría consultando con sus abogados la posibilidad ejercer acciones legale, indican en el portal, ya que ese y todos los demás detalles similares están incluidos en un libro que publicó hace unos años, y hasta en un guion que habría sido comprado por una productora estadounidense.

En La Casa de Papel, El Profesor le dice a sus secuaces antes de llevar a cabo el robo a la Fábrica Nacional de Moneda y timbre de España: «Es fundamental que tengamos a la opinión pública de nuestra parte. Pero mucho cuidado: si llega a haber una gota de sangre o una víctima, dejaremos de ser Robin Hood para convertirnos en hijos de puta».

Por su parte, en el libro Araujo cita sus propias palabras antes de robar al Banco Río: «Tenemos que tener a la gente a nuestro favor. Y ver qué cosas que influyen positivamente en la ya exhaustivamente estudiada ‘sensación del clamor popular’. Usaremos armas de juguete y no habrá ninguna víctima».

Y sí, el escape de los delincuentes se parece bastante, ya que en ambos casos escapan por un túnel.

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: E-News!