La NASA ha cancelado el lanzamiento de Artemis I, previsto para esta tarde desde el Centro Espacial Kennedy en Florida (EE.UU.), por un problema en uno de los motores durante el llenado del cohete con propulsores. La misión no tripulada, compuesta por la nave espacial Orion y el poderoso cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), tenía como objetivo demostrar el buen funcionamiento de sus sistemas en un viaje de ida y vuelta por el espacio que duraría 42 días. La agencia espacial lo volverá a intentar este viernes.
Los funcionarios de la NASA dijeron el domingo que todos los sistemas parecían estar listos para el despegue, y los pronósticos meteorológicos daban un 80 % de posibilidades de condiciones favorables en la parte superior de la ventana de lanzamiento de dos horas. «Hasta la fecha, todo se ve bien desde la perspectiva del vehículo», se alegró Jeff Spaulding, director principal de pruebas de la NASA para la histórica misión. «Estamos emocionados, el vehículo está listo, se ve genial».
Sin embargo, esta mañana los ingenieros se han encontrado con un fallo en el acondicionamiento del motor 3, uno de los cuatro motores RS-25 en la parte inferior de la etapa central del SLS. No alcanzó el rango de temperatura adecuado para el despegue y el cohete se quedó sin tiempo en la ventana de lanzamiento de dos horas. El director de lanzamiento detuvo el proceso a las 14.34 hora peninsular española. Los ingenieros continúan recopilando datos adicionales para saber exactamente qué es lo que ha ocurrido.
Antes, los técnicos tuvieron que lidiar con una fuga de hidrógeno líquido en la interfaz de acoplamiento con la etapa central del cohete. Además, los equipos también evaluaron lo que parece ser una grieta en el material del sistema de protección térmica en una de las bridas de la etapa central. Las bridas son juntas de conexión que funcionan como la costura de una camisa.
“Estamos probando este cohete y la nave espacial de una manera que nunca haríamos con una tripulación humana a bordo. Ese es el propósito de un vuelo de prueba», ha dicho Bill Nelson, administrador de la NASA, tras darse a conocer la cancelación del lanzamiento. Los ingenieros «lo trabajarán, llegarán al fondo (del problema), lo arreglarán y luego volarán», ha asegurado.
Trampolín a Marte
El enorme lanzador SLS, de 98 metros de altura, está configurado para impulsar una cápsula no tripulada llamada Orion alrededor de la Luna y de regreso en un vuelo de prueba de seis semanas diseñado para poner a prueba ambos vehículos antes de volar astronautas en una misión posterior prevista para 2024.
Si ambas misiones tienen éxito, la NASA tiene como objetivo llevar astronautas de regreso a la Luna, incluida la primera mujer en pisar la superficie lunar, ya en 2025, aunque muchos expertos creen que es probable que ese plazo se retrase unos años. Los últimos humanos en caminar sobre nuestro satélite natural fueron el equipo de descenso de dos hombres del Apolo 17 en 1972, siguiendo los pasos de otros 10 astronautas durante cinco misiones anteriores que comenzaron con el Apolo 11 en 1969.
El programa Artemis busca eventualmente establecer una base lunar a largo plazo como un trampolín para viajes de astronautas aún más ambiciosos a Marte, un objetivo que los funcionarios de la NASA han dicho que probablemente no se hará realidad hasta finales de la década de 2030.
SLS ha estado en desarrollo durante más de una década, con años de retrasos y sobrecostos. Pero el programa Artemis también ha generado decenas de miles de puestos de trabajo y miles de millones de dólares en comercio bajo los contratistas principales Boeing Co para SLS y Lockheed Martin Corp para Orion.