Ecuador, donde siete de cada diez mujeres han sufrido algún tipo de violencia y donde se han registrado 108 feminicidios en los primeros cinco meses de 2024, ha visto nacer ‘Ana’, un programa destinado a transformar -con formación, valores e inserción laboral- las vidas de mujeres violentadas.
Se trata de un proyecto multisectorial, promovido por la sociedad civil y que tiene como cabeza visible a la primera dama de Ecuador, Lavinia Valbonesi, esposa del jefe de Estado, Daniel Noboa.
La primera fase del proyecto se centra en la prevención y la educación y abarca cinco ciudades de las de Pichincha, Azuay, Guayas, Orellana y Manabí, 5 de las 24 provincias del país.
Valbonesi explicó que, en alianza con la organización Lyon Quest y el Ministerio de Educación, se implementa también un plan de formación en valores a niñas y niños en las escuelas del país.
«Hemos comprobado ya entrando en diferentes escuelas que, al ir con esas charlas, los niños han tenido un poco más de voz. Los niños que han sido víctima de violencia han hablado de esto», dijo en una entrevista con EFE.
La primera parte del programa incluye capacitación para las mujeres en distintos oficios con convenios, incluso con universidades, para luego abrirles puertas a trabajos en distintas empresas privadas, que apoyan la iniciativa.
Aunque el lanzamiento oficial del programa se realizó este miércoles, ya está en marcha en ciudades de dos provincias (Azuay y Pichincha) con cursos de tecnología.
Valbonesi detalló que en Azuay han ayudado a sesenta mujeres, mientras que en Quito se han inscrito 250 mujeres, que se contactan con el programa a través de redes sociales.
«Esto no recibe un dólar del Gobierno, no se ha recibido ni para los viajes, ni para las reuniones, ni para nada», subrayó la ‘influencer’, nutricionista y esposa del presidente al recordar que todos los gastos los ha asumido el sector privado y, por el momento, el personal a cargo trabaja en calidad de voluntariado.
Transformar positivamente la vida de miles de mujeres y niños «debe ser un objetivo que involucre el esfuerzo de la empresa privada, la academia y la ciudadanía en general para que aportemos nuestros recursos y capacidades en función de una problemática que requiere de la movilización de todos», apuntó.
El programa se llama Ana en honor a una mujer violentada que relató a Valbonesi, durante un recorrido por la provincia del Guayas, sobre su difícil situación.
«No es un personaje público, ni una celebridad. Tampoco es una cifra o una estadística más. Es una mujer real, una vida que importa», sostuvo al agregar que la historia de Ana «refleja la silenciosa y dolorosa situación de muchas mujeres en nuestro país, paralizadas por el temor».
Valbonesi recordó que el año pasado, los centros de acogida a cargo del Ministerio de la Mujer recibieron a más de 84.000 mujeres, a las que brindaron apoyo psicológico, legal o un hogar temporal.
Según datos de una alianza de organizaciones de la sociedad civil encabezada por la Fundación Aldea (Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo), de los 108 feminicidios registrados entre enero y mayo pasados, 61 fueron íntimos, sexuales o familiares, diez asesinatos de mujeres trans y al menos 31 feminicidios en sistemas criminales. En el 34 % de los casos las víctimas tenían un vínculo sentimental con el feminicida.
Por lo menos 18 mujeres asesinadas habían reportado antecedentes de violencia y tres tenían una boleta de auxilio (orden judicial), mientras que 17 mujeres fueron reportadas como desaparecidas antes de ser encontradas sin vida.
Por esto y más, Valbonesi quiere que Ana sea el rostro de todas las mujeres que han sufrido violencia y que el programa sea una ventana «segura y confiable» para transformar vidas.
«Soñamos con que llegue el día en que siete de cada diez mujeres de nuestro país, dejen de vivir en condiciones de vulnerabilidad y ocupen, en cambio, posiciones de liderazgo», auguró Valbonesi.