En la cima de una montaña, en medio del mar, en un cementerio o en la copa de los árboles… Cualquier lugar parece bueno para construir una casa, aunque no todos estarían dispuestos a vivir en ellas.
En una región aislada en el Caúcaso, un monje georgiano se pasa los días rezando en silencio sobre un peñón calizo que destaca sobre el bosque, como si se tratara de una película de aventuras.
Vista general de una casa en el árbol en Le Pian Medoc, en el suroeste de Francia. Una empresa alquila cabinas en los árboles para unas vacaciones ecológicas.
Edificada encima de una roca en el río Drina, en la ciudad serbia de Bajina Basta, a 160 kilómetros de Belgrado. Fue construida en 1968 por jóvenes de la zona.
Una comunidad de 30 familias de la etnia indígena de gitanos del mar, en Sulawesi – Borneo, aún mantiene una vida nómada, basada en el mar, y solo acude a tierra a enterrar a sus muertos.
El ‘Heliodome’ es una casa solar bioclimática, ubicada cerca de Estrasburgo, en Francia. Está diseñada para seguir los movimientos del Sol y proveer sombra en verano y permitir la entrada de los rayos solares por los ventanales el resto del año.
Fuente: ar.noticias.yahoo.com
