Nueva Zelanda es la niña bonita de las superproducciones de cine. Si acabamos de ver sus paisajes convertidos en los diferentes lugares de la Tierra Media en «El Hobbit», dentro de poco volverá a aparecer transformada en Pandora, el planeta exhuberante de Avatar.
James Cameron, el director de la original y de las próximas tres secuelas de la película, ha decidido llevar el rodaje hasta allí para beneficiarse de los incentivos fiscales, que alcanzarán el 25% del total de la inversión, según ha dado a conocer el propio director y el Gobierno neozelandés, que acaban de anunciar el acuerdo en Wellington.
Esta cifra está condicionada a una inversión mínima de unos 300 millones de euros en la producción de las tres películas por parte de Lightstorm y Fox -productoras de la película-, una alfombra roja en Nueva Zelanda para uno de los tres estrenos y la inclusión del país de Oceanía en los extras de los DVD, informa Bloomberg.
Cameron espera que las tres secuelas de Avatar, que se estrenarán en la Navidad de los años 2016, 2017 y 2018, se conviertan en un fenómeno de venta de entradas, tal y como ya lo fue la original, estrenada en 2009 y todavía hoy la película más taquillera de la historia, con una recaudación ligeramente superior a los 2.000 millones de euros en todo el mundo.
Los planes de Cameron pasan por rodar las tres películas de golpe, en un periodo de nueve meses en fechas cercanas al año 2015. Su presupuesto final será menor de 730 millones de euros, según ha declarado el propio director de cine. Las tres cintas serán rodadas en 3D y a 48 frames por segundo.
Fuente: hoycinema.com