Meghan Markle y el príncipe Harry regresaron al modo boda menos de un mes después de darse el sí, y es que ambos asistieron a las nupcias de su prima, donde la Duquesa de Sussex por poco se salvó de una caída.
El sábado, Lady Celia McCorquodale, hija de Lady Sarah McCorquodale, hermana de la madre de Harry, la princesa Diana, se casó con George Woodhouse en la iglesia de St. Andrew y St. Mary de Stoke Rockford, Lincolnshire.
Meghan usó un vestido coctel de Oscar de la Renta Resort 2019 valorado en $5.490 dólares, una pieza blanca y azul con estampados florales, mangas largas y corte asimétrico. Ella complementó su look con tacones blancos, un tocado blanco, y llevó su cabello recogido de forma desordenada, lo que se ha hecho parte de su estilo. Harry usó un saco negro, pantalones grises de rayas, un chaleco caqui, una camisa azul claro y una corbata azul brillante.
Mientras caminaba por los jardines de la iglesia tomada de la mano del príncipe Harry, Meghan pareció resbalarse, pero afortunadamente su esposo la ayudó a recuperarse rápidamente. El Daily Mail publicó material de su casi caída.
Celia usó un vestido de novia de encaje blanco y media manga, así como la tiara de diamante de la familia Spencer que Diana usó en su boda de 1981 con el padre de Harry, el príncipe Carlos.