© Tommaso Boddi/WireImage El cantante, que se encuentra en Venezuela, está harto de que le critiquen por cada paso que da y ha lanzado un mensaje desesperado.
Es una etapa agridulce para Nacho. Mientras espera una nueva bendición, su niña, fruto de su amor con Melany Mille, son muchas las personas que se le han echado encima por esta razón.
Y no es la única, su forma de vida, la relación con su país, Venezuela, y él como padre, son asuntos que también están siendo muy cuestionados y criticados en redes. Lejos de quedarse callado, el cantante no permite que se sobrepasen los límites del respeto y comparte videos, como este último, donde siente la necesidad de aclarar y expresar su sentir.
«Déjenme vivir en paz, yo estoy tranquilo, con la gente en la calle siendo feliz, déjenme regalar lo que a mi me de la gana, ¿en qué diablo les afecta eso a ustedes?», dijo en tono irónico y cansado.
El artista se encuentra actualmente en Isla Margarita, su país, desde donde grabó este video harto de tantas ofensa e intromisiones en su vida personal. Muchos de quienes les critican, asegura, se dicen llamar creyentes, pero Nacho confiesa que eso es incompatible con los durísimos juicios de valor e insultos contra su persona.
«Igual queremos ser los más creyentes en un Dios que exige amarnos los unos a los otros, una vaina absurda. Ustedes agárrense de donde quieran, que soy arrogante, que no soy humilde, que no me interesa la humildad, quiero que sepan que me queda la tranquilidad de que por lo menos no soy un delincuente», concluyó. «Déjenme ser, bendiciones».