El trabajo realizado por el equipo de Chantelle Hart, del Centro de Temple de Investigación de la Obesidad y la Educación (CORE ), es el primero que ha analizado la relación entre la duración del sueño, la ingesta de alimentos, el peso y la leptina (una hormona relacionada con el apetito y la obesidad) en los niños.
El estudio que fue realizado en el Hospital Miriam y Alpert Medical School de la Universidad de Brown, en 37 niños, de entre 8 y 11 años, y de los que el 27% tenían sobrepeso u obesidad, demuestra que el sueño ejerce de alguna manera una función reguladora sobre el peso corporal.
Para Hart «los hallazgos sugieren que una mejoría en el sueño en niños en edad escolar podría tener implicaciones importantes para la prevención y el tratamiento de la obesidad», aunque reconoce que «debe estudiarse más a fondo».
Por eso, el científico está trabajando en un estudio financiado por el Instituto Nacional del Corazón Pulmón y la Sangre de los Instituto de la Salud de EE.UU. para determinar si se producen cambios significativos en la alimentación, la actividad física y el de peso relacionados con las horas de sueño.
Fuente: Diariosalud.net