A la persona que no le ha pasado, no es humano. Las preocupaciones es un mal que acecha a todos, no importa la edad, sexo, religión.

A veces sucede que estamos tan preocupados que queremos romper en llanto y es casi imposible evitarlo. La música en las radios no nos ayudan mucho ya que casualmente suenan canciones deprimentes.
El apetito llega a excederse o muchas veces a perderse porque tenemos en la cabeza todas las preocupaciones que dan vueltas sin parar.
Algunas veces algo tan pequeño como esperar la invitación del chico que te gusta o esperar la respuesta de una amiga para una salida puede convertirse en una gran preocupación.
El pesimismo se refleja mucho con este mal, ya que solo estamos con respuestas negativas dentro de nuestra cabeza y esperando lo peor ante las soluciones del problema.

Existe un método muy bueno para ayudar a bajar las revoluciones ante las preocupaciones. Consiste en beber ya se una copa de vino todas las noches, un té caliente.
al final así es la vida, tenemos que enfrentar nuestros problemas. Cuando toca perder hay que aceptarlo y cuando se gana hay que celebrarlo.

Fuente: www.upsocl.com