La mayoría de nosotros cuando vemos a un bebé gordito pensamos que se trata de un bebé sano y que no hay ningún problema de sobrepeso. Normalmente, cuando el niño empieza a andar se estiliza, pero es conveniente que estés pendiente si, sobretodo, hay parientes con unos kilos de más.

Muchos padres obligan a sus bebes a seguir comiendo incluso cuando rechazan el alimento. Debes tener en cuenta que cada niño requiere una cantidad diferente de comida para quedarse lleno, no fuerces a que tome más de lo que necesita realmente.

Al igual, cuando el bebé se muestra inquieto no siempre es señal de que tenga hambre, así que dale agua o cógelo para tranquilizarlo. Tampoco le dejes todo el día con el biberón, ya que lo tendrá siempre al alcance, y puede que coma más de lo recomendable.

Siempre que sea posible, te recomendamos que lo alimentes exclusivamente con leche materna hasta los 6 meses de edad, porque además de aportar una serie de beneficios, tu bebé crecerá más liviano. Además, es mejor que tome la leche con un ritmo lento, ya que se empezará a sentir lleno a los 15 o 20 minutos. El sobrepeso, normalmente, va ligado a la rapidez con la que se ingiere el alimento.

Cada vez más médicos aconsejan moderar el consumo de zumos, ya que aportan muchas calorías. Tampoco es aconsejable, hasta los dos años, que le des alimentos light o leches bajas en grasa, ya que el cerebro del niño necesita grasa procedente de la leche.

La obesidad es un trastorno que debe tratarse a tiempo, ya que conlleva una serie de consecuencias muy graves, tanto físicas como psicológicas. No olvides consultar siempre con tu pediatra.

Fuente: bebes.facilisimo.com