Paul McCartney regresó a los escenarios tras haber estado fuera de los conciertos y los estudios de grabación durante dos meses a causa de un virus.

El músico británico, que cumplió 72 años el 18 de junio, ofreció un recital similar a los espectáculos que ha estado realizando en los últimos años. Tocó canciones de su Wings, su banda de la década de los setenta, y también de su proyecto The Fireman. Por supuesto, tocó algunos de sus hits en solitario, clásicas del rock n’ roll y, más que nada, canciones inolvidables de la banda más aclamada de la historia: The Beatles.

“Es fantástico estar de vuelta”, aseguró McCartney, quien lució una buena forma física, que le permitió ofrecer un espectáculo de poco menos de tres horas con un repertorio de 38 canciones que culminó con el memorable medley que cierra el disco Abbey Road, el último que grabó con John Lennon, George Harrison y Ringo Starr.

Durante el show también hubo una propuesta de matrimonio cuando McCartney invitó al escenario a una pareja luego de que una mujer levantó una pancarta que decía que su novio no se casaría con ella hasta que conociera personalmente al astro.

Pidió a la pareja que subiera al escenario. El hombre acudió al concierto con un cartel en el que se leía “Ella no me acepta si no te conoce antes” y “Tengo 64 (años)”, en referencia a uno de los éxitos de McCartneys (“When I’m 64″).

El músico le cedió el micrófono para que cantase la canción y al acabar le dijo: “Ok, somos todos oídos”. El hombre, de 64 años, se puso de rodillas y pidió la mano de su novia. Ella dijo sí El beatle bromeó al respecto y dijo que también fue contratado para cantar en la boda.

McCartney fue hospitalizado brevemente en Tokio en mayo debido a una infección viral. La enfermedad lo obligó a cancelar una gira por Japón y un concierto en Corea del Sur y a reprogramar media docena de actuaciones en junio en Estados Unidos, antes de retomar en el Times Union Center de Albany el periplo que ha llamado Out There.

Fuente: diariodecultura.com.ar