Desde tiempos inmemoriales, los colores se han asociado a las emociones y a la magia. Así, por ejemplo, en la civilización egipcia se los empleaba con fines curativos. Parte de esta sabiduría ancestral ha llegado a nuestros tiempos y gracias a ella, hoy sabemos que cada color porta un significado y transmite un mensaje determinado.
Negro. Es el color de la autoridad y del poder. En el mundo de la moda, es muy popular porque es una tonalidad clásica que le quita a quien lo porta varios kilitos. Procura no usarlas siempre, de lo contrario, te tildarán de «inaccesible».
Gris. Representa la sofisticación y la confianza. Es uno más empleados en las entrevistas, dado que, como no es tan llamativo, desplaza la atención del entrevistador de la vestimenta al discurso. Pero, trata de no utilizarlo para todas las ocasiones. Si lo haces, apagarás tu vitalidad.
Blanco. Demanda un gran mantenimiento, pero si se logra conservar en su máximo esplendor transmite que la persona que la porta es pulcra y sencilla. Siempre está a la moda; es luminoso, neutral y fácilmente combinables
Rojo. Representa el amor y la pasión. Se trata de una tonalidad intensa, que llama la atención y las personas que lo portan suelen disfrutar de las miradas ajenas. Refleja un estado de ánimo alegre y festivo.
Amarillo. Este color ayuda a mejorar la concentración y devela a un espíritu entusiasta. Ahora bien, es el color que a los ojos más les cuesta percibir. Por este motivo, es recomendable que lo uses moderadamente.
Verde. El color de la naturaleza. Quienes lo visten ofrecen una imagen desconstracturada y bien relajada. Ten en cuenta que el verde oscuro simboliza la abundancia y es propio de las personas conservadoras.
Fuente: http://vivirsalud.imujer.com