Causas
- Dificultad de sociabilidad o de interacción con el entorno. Tener pocos amigos o sufrir acoso en la escuela hacen que el niño se siente triste continuamente y por tanto se sienta desmotivado.
- Problemas de alimentación. El cuerpo humano necesita energía y si no está bien alimentado es muy probable que no tenga fuerzas ni ganas de hacer cosas.
- La baja autoestima, el miedo al fracaso también pueden ser factores que produzcan desmotivación.
Es importante encontrar el motivo que le hace a tu hijo estar así y buscar la solución para que se sienta bien consigo mismo. Si crees que es necesario llévale al especialista, pero lo esencial es remediarlo.
Es posible que muestre desmotivación ante algunas actividades concretas. No tiene que gustarle todo lo que te gusta a ti o lo que tú pienses que le irá bien. Acepta que no tiene que gustarle todo. Por eso debes tener en cuenta a la hora de apuntar a tu hijo a alguna actividad su criterio y sus gustos.
Consejos
No le llames a tu hijo «vago» «perezoso» «aburrido» porque de este modo lo que haces es enviarle un mensaje directo y él creerá que realmente es así porque los demás se lo dicen que es. Háblale siempre de forma positiva y con la intención de ayudarle y mejorar su estado de ánimo.
Dale a escoger a tu pequeño actividades que le gusten y que estén acordes a su edad; de este modo, el niño se sentirá motivado y le creará interés.
No des mucha importancia a los resultados y sí más a disfrutar del momento, puesto que en caso de centrarte en los resultados, si los niños ven que la cosa no tiene buenos resultados dejarán de intentarlo.
Fuente: entrepadres.imujer.com