La piel es un órgano muy sensible a las acciones del medio ambiente, tales como el sol, el frío, el viento, la contaminación, entre otros factores de origen interno que pueden provocar una pérdida excesiva de agua, además de una excesiva aparición de manchas.
Evita la piel reseca: Para prevenir la deshidratación o resequedad en la piel debemos utilizar cremas hidratantes o humectantes que retengan agua, tales como el colágeno y el ácido hialurónico, las ceramidas y los liposomas. También podemos usar a diario jabones neutros.
Prevenir las manchas: Para evitar la aparición de manchas debemos usar un protector solar, sombreros o gorras, y tratar de evitar la aplicación de productos que puedan sensibilizar la piel.
Dieta para tener una piel sana: Es recomendable llevar una dieta rica en frutas y verduras, estos alimentos tienen un alto contenido de vitaminas y minerales necesarios para una correcta nutrición de la piel. En especial, se recomienda las frutas y verduras que contienen altos niveles de vitamina E, como: aguacate, tomate, espinaca, brócoli, espárragos, kiwi, uvas, durazno, mora, ciruela, entre otras. Además, bebe mucha agua y consume diariamente una ensalada con aderezo de aceite de girasol o de oliva.