El enojo produce cambios físicos y emocionales que alteran la salud, y comúnmente conduce a dos respuestas: pelear o huir. El enojo puede tener consecuencias legales, económicas y por supuesto, la más importante, en nuestra salud ya que es un factor que predispone a enfermedades cardiacas, que de acuerdo a datos del Sistema Nacional de Información en Salud (SINAIS) son una de las principales causas de mortalidad.
Insultos y malas palabras. Las ofensas no solucionan nada y deterioran la salud emocional de las personas. De acuerdo al psicólogo especialista en el manejo de las emociones Charles Spielberger, la ira es solamente un estado emocional que varía de intensidad y que puede ir desde una leve irritación hasta la rabia intensa.
Amenazas. Las amenazas pueden producir miedo y problemas legales ya que son consideradas una forma de maltrato psicológico. De acuerdo a investigaciones del psicólogo Metin Basoglu, de la Universidad de Londres el maltrato psicológico causa los mismos resultados que el abuso físico.
Ya no te quiero/amo. No “hables por hablar”, deja que pase un tiempo para calmar tus pensamientos y pensar la situación sin involucrar los sentimientos. Recuerda que el hablar sin reflexionar puede herir, lastimar o llevarte a cometer injusticias.
Burla. La burla también se considera una forma de maltrato psicológico. Evítala y cuida tu salud emocional y también de las demás personas.
Frases egoístas. «Regresa lo que te regalé», ¿te suena conocido? Recuerda no mezclar un buen momento con uno malo; demuestra sinceridad en cada una de tus acciones y trata de mejorar la situación presente.
Acuérdate de la “vez anterior”. Según expertos de la Universidad de Granada,España, recordar el pasado de manera dolorosa o negativa empeora la salud, lo que disminuye la calidad de vida. Si recuerdas un problema del pasado, solamente aumentarás la tensión sin solucionar el problema.
Chantajes. De acuerdo a VivirLibre. org el chantaje emocional es una forma de manipulación muy poderosa, en la que se amenaza de forma directa o indirecta con castigarnos si no hacemos o reaccionamos como se quiere.
Es muy importante que sepas identificar las causas que provocan tu enojo, respira lento y profundo, repite en tu cabeza “tranquila» o «relájate”, habla despacio, piensa lo que tienes que decir, si no es en favor de la solución al problema evita los comentarios, y analízalo desde el punto de vista contrario.
Fuente: salud180.com