Ser consciente de las razones por las que comes de más, es una forma de poder mejorar este punto, para conseguir tus objetivos de mantenerte en forma.
Reducir la ansiedad. Esta es una de las razones más comunes para comer en exceso. Cuando tenemos ansiedad, necesitamos tranquilizarnos de alguna manera. Los alimentos altos en carbohidratos, como los que contienen azúcares simples, producen serotonina en nuestro cerebro, que es la sustancia antidepresiva que controla el estrés.
De esta forma, cada vez que estemos nerviosas, iremos inconscientemente por más comida.
Estamos tristes. Esta razón es muy parecida a la de la ansiedad. Si estamos depresivas, la comida nos hace sentir mejor a corto plazo. Ya es típico lanzarse sobre el bote de helado cuando estamos en el inicio de una dolorosa ruptura.
Llenar las horas más aburridas. Aunque parezca una tontería, el aburrimiento conduce a mucha gente hacia la nevera, haciendo que coman de más. Es por eso que debes ocupar tu tiempo, si cuentas con este perfil. De lo contrario, picotearás entre horas, añadiendo muchas calorías a tu dieta habitual.
Industria alimentaria también tiene la culpa. Hoy en día vivimos en una sociedad en la que hay toda clase de anuncios, publicidad y ofertas que tienen que ver con deliciosas comidas llenas de calorías. Además, las cantidades son muy grandes, y su acceso muy fácil, por lo que llegamos a comprar y consumir de más.
Si te encuentras en alguna de estas situaciones, descubrirás que es difícil cambiar tu comportamiento. No obstante, debes ser consciente de por qué lo haces, y reflexionar antes de ponerte a comer al instante.
Haz listas de las compras realistas, y no picotees entre horas. Si aún así no puedes evitarlo, opta por frutas y snacks sanos.
Fuente: vivirsalud.imujer.com