La inflamación cerebral es el aumento de volumen del conjunto de células del cerebro y tejido que lo rodea, la cual se genera a partir de diversas causas y que pueden, en caso de no atenderse oportunamente, elevar el riesgo de padecer varias enfermedades y deterioro de las funciones cerebrales.
Los riesgos por padecerla van desde alteraciones transitorias del estado de conciencia, afectación de las habilidades y capacidades, trastornos del lenguaje y aprendizaje, parálisis, hasta enfermedades como:
1. Alzheimer. En quienes sufren de inflamación crónica se acelera hasta 10 veces la pérdida de la memoria, en adultos mayores principalmente, según un estudio de la Universidad de Southampton. No sólo se relaciona con una mayor propensión a esta enfermedad, sino a la pérdida de funciones mecánico-espaciales, dificultades de habla y de orientación espacio-temporales.
2. Ateroesclerosis. Las infecciones crónicas inducen la producción extravascular de citocinas inflamatorias, por lo que la inflamación es actualmente considerada como un elemento clave en todas las fases del proceso aterosclerótico, así como en las complicaciones trombóticas de la enfermedad, según la University of Illinois College of Medicine en Chicago.
3. Depresión. La inflamación crónica puede llevar a la neurodegeneración y depresión severa, lo cual está relacionado con el contenido de glutamato que escapa el cuerpo y produce más citoquinas inflamatorias de bajo grado y la inhibición de los neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo, como la dopamina, norepinefrina y serotonina.
Fuente: salud180.com