Existe una gran cantidad de alimentos con propiedades de total beneficio para el ser humano, y el coco es una de esas frutas que nos brinda innumerables formas de usarlo. En este artículo se hará énfasis en todo lo que este fruto conocido como uno de los más nutritivos del mundo puede favorecernos.
El coco posee propiedades revitalizantes, que se observan casi de forma inmediata al consumirlo, en los 5 minutos de haber comido una porción de esta fruta, se siente una energía que emana por todo el cuerpo, además de ofrecer bienestar y claridad a la mente.
El Colesterol y Las Grasas Saturadas
Hay un mito de que los cocos contienen un alto colesterol, esto es totalmente falso, ya que la grasa que posee el coco se considera saturada, y es llamada ácido láurico, el cual es una clase de grasa que el cuerpo humano absorbe con facilidad, y que asimismo ser convierte en energía. Este ácido es un componente graso localizado en abundancia en el aceite de coco, quien es la razón de que el fruto se considere uno de los alimentos más nutritivos. Dicho aceite está hecho de un aproximado de 50 por ciento de ácido láurico, entretanto, el único lugar donde este nivel de ácido es encontrado de esta manera es en la leche materna.
Antibacterial
El coco funciona como un producto que puede ser utilizado para combatir las bacterias y los hongos en la piel, ya que actúa como un potente detergente en el sistema digestivo. El aceita del fruto de igual manera funciona para acabar con infecciones, por lo que es recomendado ingerirlo cuando existe algún malestar en el aparato digestivo.
En La Cocina
El aceite de coco es el mejor para utilizarlo al momento de cocinar, además de que es accesible. Resiste a altas temperaturas y mantiene cada uno de sus beneficios (al contrario del aceite de oliva), y lo más importante, le deja un estupendo sabor a los alimentos.
Mejora el metabolismo y ayuda en la pérdida de peso
El coco es excelente para mejorar problemas en la tiroides, la regenera en un 20 por ciento. Mantener en buen estado tu tiroides es fundamental para el organismo, para que este pueda realizar todas sus funciones con normalidad.