Quizá la máxima que mejor defina la tendencia de la que vamos a hablar –con una ligera modificación, claro– sea ésta: los caminos del sexy son inescrutables. Desde que los clanes Hadid/Kardashian aterrizaron en nuestras vidas para llenarlas de tendencias imposibles de las que enamorarse perdidamente, todo es menos predecible. Y eso, en términos generales, siempre es interesante.
Quizá por eso, el hecho de que el escote haya decidido trasladarse desde el pecho hacia la zona de la sisa es un detalle bastante ilustrativo del signo estético de nuestros tiempos: todo se renueva con el único objetivo de redefinir lo que se considera sugerente. Eso también explicaría por qué los leggings que no dejan nada a la imaginación se hayan convertido en el alfa y el omega del athleisure y por qué el tejido strech y el color maquillaje coqueteen constantemente con parecen una segunda piel, entre otras tendencias.
Pero el escote lateral, también llamado side boob, tiene un punto más a su favor: el reconocimiento que lleva implícito de no llevar sujetador. La sublimación 2.0 del free the nipple.
Aunque el catálogo de prendas con sisas amplias ha crecido exponencialmente esta temporada, hay dos muy concretas que practican el side boob sin contemplaciones: el tank top, que sacrifica centímetros de tejido a favor de la piel; y el body de lycra, que recorta estratégicamente su silueta para acercarse al máximo a la zona del pecho.
Y pese a que dichas piezas tienen vocación veraniega y casual 100% es posible llevar el side boob a escenarios más formales a través de vestidos largos o de blusas hiperfemeninas muy escotadas que subrayen aún más la verdadera esencia del side boob: es igual de sexy que el tradicional, pero su privilegiada posición resulta infinitamente más sutil y elegante.
Fuente: vogue