El mundo del espectáculo mexicano volvió a sufrir otra pérdida. Julián Figueroa, hijo de la actriz Maribel Guardia y del fallecido cantante Joan Sebastian, murió este domingo a los 27 años.
Guardia dijo que su hijo fue encontrado inconsciente en su cuarto y, tras llamar a una ambulancia, fue hallado sin vida, «sin rastro de violencia alguno». «El parte médico indica que falleció por un infarto agudo de miocardio y fibrilación ventricular», comentó la actriz en su cuenta verificada de Instagram.
A diferencia de las recientes muertes de figuras como Andrés García o Xavier López «Chabelo», el fallecimiento de Figueroa fue sorpresivo debido a la edad del artista.
¿Puede una persona fallecer de un infarto a temprana edad? ¿No era esto un problema de salud exclusivo de adultos mayores? Te explicamos a continuación.
Primero, ¿qué es un infarto?
El infarto —también conocido como «ataque al corazón», «infarto de miocardio» o «infarto agudo de miocardio»— es un problema de circulación en el corazón.
Cuando la circulación se bloquea o se interrumpe de algún modo y deja de llegar sangre al músculo cardíaco, este puede resultar dañado.
¿Pero cómo se bloquea la circulación de sangre al corazón? Las obstrucciones que provocan infartos se deben sobre todo a la acumulación de placa en las arterias. La placa -que se forma cuando el colesterol se combina con la grasa, el calcio y otras sustancias presentes en la sangre- puede romperse y provocar la formación de un coágulo de sangre. Los coágulos grandes pueden bloquear completamente el flujo sanguíneo a través de una arteria y, entonces, se puede producir un infarto, según explica la Asociación Americana del Corazón.
Los infartos también pueden ocurrir en personas jóvenes
En México, las muertes por enfermedades del corazón ocurren con mayor frecuencia en los grupos de edades más avanzadas, pero también se presentan entre los más jóvenes.
En 2021, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó 225.949 fallecimientos por esa causa, un 3% más que el año anterior. Las enfermedades del corazón fueron la segunda causa de muerte, superada por la pandemia de covid-19.
De acuerdo con el Inegi, en los mayores de 65 años las enfermedades del corazón sí fueron la primera causa de muerte con 171.033 fallecimientos en 2021, un incremento de casi 4% respecto de 2020. En el grupo de edades comprendidas entre los 15 a 24 años fueron la sexta causa de muerte, con 1.074 fallecidos, aunque se registraron más fallecimientos que en 2020, cuando se registraron 992. Las personas de entre 25 a 34 años esas enfermedades fueron la cuarta causa de muerte, con 2.930 fallecimientos, casi 100 más que en 2020.
En los grupos de edad de 35-44 años hubo 6.467 fallecimientos, un 1% más que en 2020; de 45 a 54 años se registraron 15.042 decesos, un pequeño incremento de 0,4% con respecto a 2020, y en las personas que tienen entre 55 y 64 años hubo 28.106 muertes, una disminución de 0,2% en comparación con 2020 y fue la segunda causa de muerte en todo el país, dicen los datos del Inegi.
¿Qué factores pueden influir?
La Dra. Nieca Goldberg, directora médica de Atria New York City y profesora asociada de medicina clínica en la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York (NYU), dijo a CNN que hay varios factores que pueden llevar a infartos, desde los genéticos hasta las adicciones.
«Las personas con riesgo de sufrir un infarto tienen antecedentes familiares de infarto, colesterol alto, hipertensión, diabetes, falta de ejercicio, tabaquismo», explicó Goldberg.
Aunado a ello, un reciente estudio publicado en la revista Journal of the American Heart Association arrojó una importante conclusión: los adultos jóvenes con depresión o mala salud mental informaron más infartos, derrames cerebrales y factores de riesgo de enfermedad cardiovascular que los adultos jóvenes sin problemas de salud mental.
La Dra. Yaa Adoma Kwapong, autora principal del estudio, señala que, «aunque la relación entre la enfermedad cardíaca y la depresión probablemente sea bidireccional, es importante priorizar la salud mental entre los adultos jóvenes”. Eso, subraya Kwapong, investigadora posdoctoral en el Centro Johns Hopkins Ciccarone para la Prevención de Enfermedad Cardiovascular, “puede ser beneficioso para la reducción de la enfermedad cardíaca y para mejorar la salud cardíaca en general».
La depresión y los problemas de salud mental en general aumentaron con la pandemia, según un estudio de la revista Lancet Regional Health Americas.
Asimismo, un estudio del año pasado publicado en la revista JAMA Network Open arrojó siete factores de riesgo que se asocian al primer infarto de miocardio sufrido por adultos jóvenes: diabetes, depresión, hipertensión, tabaquismo, historia familiar de ataques al corazón, bajos recursos y colesterol alto.
Los primeros cinco factores de riesgo están asociados de manera más fuerte a mujeres adultas jóvenes que tuvieron su primer infarto de miocardio, según el estudio.
¿Qué podemos hacer?
Si bien las enfermedades del corazón suelen ser silenciosas y muchas personas no suelen notarlas hasta que se presenta un infarto, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan varias acciones para disminuir el riesgo de cualquier enfermedad cardíaca, entre ellas:
- Regular los niveles de estrés
- Revisar constantemente tu presión arterial
- Consultar con tu médico si necesitas hacerte una prueba para detectar la diabetes
- Conocer tus niveles de colesterol
- Llevar una dieta balanceada y saludable
- Dejar de fumar
- Hacer actividad física al menos 5 veces a la semana durante 30 minutos
- Limitar el consumo de alcohol