Eso de andar con la ilusión de un nuevo amor es algo que a todos nos pone a girar sobre un mismo pie y ver incluso, en el día con un pésimo clima, un maravilloso paisaje digno de un retrato.
Después del primer cruce de miradas y una clara atracción física, el enamoramiento comienza a fraguarse y el cerebro comienza a generar algunas sustancias que hacen que la magia suceda.
1. Dopamina. Los niveles elevados de esta sustancia hace que tengamos una gran concentración de nuestra atención, una motivación inquebrantable y una conducta que va orientada a quien nos atrae físicamente.
De hecho, se concentran de tal modo en las cualidades del ser amado que pasan por alto fácilmente sus características negativas”
Esta sustancia puede producir euforia, y si está en altas concentraciones incluso puede generar insomnio, pérdida de apetito, temblores, aceleración de latidos del corazón y de la respiración.
2. Norepinefrina. Los efectos son variados y depende de la parte del cerebro que se active sus efectos, no obstante entre los más frecuentes son que ayuda a que recordemos los detalles más mínimos acerca del comportamiento de nuestro ser amado y de los inolvidables momentos juntos, debido a que esta sustancia ayuda a recordar estímulos nuevos, además de tener energía excesiva.
3. Serotonina. A esta sustancia se le puede atribuir el hecho de pasar incontables horas pensando temas relacionados a esa persona que nos trae de cabeza, así como a fantasear, reflexionar e incluso, obsesionarse.
fuente: salud180.com