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Si eres de las personas que acostumbran cenar tarde o si llevas una vida agitada y te toca hacerlo justo antes de tumbarte en la cama, debes considerar mejor qué alimentos consumes, porque de eso dependerá que realmente tengas un sueño reparador. Dile no a los siguientes alimentos.

Proteínas y grasas

Evita a toda costa el consumo de proteínas como carne, pollo, huevos o pescado, ya que tienen propiedades que aumentan tu energía y podrían causarte insomnio.

Cafeína y cítricos

Se sabe que el café es el peor enemigo del sueño, pero además permanece en el cuerpo de ocho a diez horas, por lo que se recomienda beberlo solo en las mañanas. Lo mismo sucede con las frutas cítricas como el limón, la naranja o el kiwi, ya que sus aminoácidos nos hacen permanecer despiertos.

Comidas picantes

Debido a que eleva la temperatura corporal, la comida picante es uno de los peores aliados si quieres tener un plácido y merecido descanso nocturno; además, puede causarte pesadillas.

 

Fuente: Revista Mariela

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Una investigación científica realizada por expertos de la Brigham Young University señala que la moda de tomar fotos de lo que vas a comer para subirlas a las redes sociales puede hacer perder el apetito.

«De alguna manera, lo que ocurre es que la persona «siente» sensorialmente que lo comió, pese a que nunca haya probado bocado, y aparece una sensación de cansancio sobre la comida», explicó el coordinador del experimento, Ryan Elder.

Para probar esta hipótesis el equipo trabajó con 232 personas que miraron y luego clasificaron las instantáneas por alimentos salados y dulces. Y luego de completar esta «tarea», los invitaron a comer una determinada cantidad de alimentos salados y dulces, respectivamente.

Los investigadores encontraron que quienes habían calificado repetidamente fotos de alimentos salados, «disfrutaban» menos de la posterior experiencia de comer ese tipo de cosas.

Fuente: Neomundo.com.ar/

Al igual que existen productos para intentar mitigar los signos de envejecimiento de la piel, la alimentación también es clave a nivel cerebral. Según un estudio dirigido por la doctora Michelle Luciano, de la Universidad de Edimburgo (Escocia), y publicado en Neurology, los alimentos propios de la dieta mediterránea ayudarían a mantener el volumen del cerebro.

 

Para llevar a cabo esta investigación, se recopiló información acerca de los hábitos alimenticios de 967 escoceses de edad avanzada y sin ningún tipo de demencia. Cuando tenían en torno a 73 años, a 562 de ellos se les sometió a una resonancia magnética para medir el volumen total del cerebro, el de la materia gris y el grosor de la corteza cerebral, y, de estos, 401 regresaron tres años después para hacerse una segunda resonancia magnética.

Al comparar los datos, se constató que en esos tres años las personas que se alimentaban con productos propios de la dieta mediterránea habían tendido a conservar más volumen cerebral que los otros. Sin embargo, “aún se necesitan estudios más amplios para confirmar los resultados”, explica Michelle Luciano.

 

¿Qué incluye la dieta mediterránea? 

  • Predomina el consumo de frutas, vegetales, legumbres, carnes blancas, pescado, marisco, pasta, arroz, frutos secos, aceite de oliva.
  • Excluye carnes rojas, huevos, mantequilla y dulces.

 

¡Comienza hoy con este delicioso plato!

 

Zarzuela de pescado

Ingredientes:

1 taza de cebolla cortada fina

2 cucharadas de aceite de oliva

1 taza de zanahorias cortadas finas

1 taza de vino blanco seco

200 gramos de almejas

400 gramos de vieiras (opcional)

800 gramos de bacalao

Sal

Una pizca de azafrán

 

Preparación

Fríe la cebolla con el aceite hasta que esté transparente. Añade las zanahorias y el tomate y continúa la cocción a fuego lento entre 15 y 20 minutos. Coloca el vino y las almejas, la taza de agua, las vieiras y el bacalao. Muele el azafrán con un poco de sal; agrega a la sopa y hierve lentamente unos 10 minutos hasta que el pescado se lamine fácilmente. Sirve acompañado de pan blanco.

Fuente: Revista Mariela

 

Tuve la suerte de aprender esta receta de guiso marinero de rape de un auténtico «lobo de mar», acostumbrado a prepararla a bordo de su barco, sin ninguna de las comodidades que tenemos en nuestras cocinas. Reconozco que fue todo un lujo, pues mientras cocinaba me iba explicando un sinfín de anécdotas de sus viajes. Confieso que me lo pasé muy bien.

Según me explicó, suele variar un poco la receta según los ingredientes de los que dispone. Por eso, si tenéis unas camarones o unos mejillones también podéis añadirlos al guiso. A los camarones las freís previamente y las añades en el último momento para que no se deshagan, los mejillones mejor abrirlos al vapor también previamente. Solo el aroma del plato ya es tentador.

Ingredientes

Para 4 personas
  • Rape fresco limpio y troceadokg
  • Harina de trigo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Cabeza de ajos1
  • Papas grandes 4
  • Laurel2
  • Tomate pelado y troceado2
  • Cebolla pelada y troceada1
  • Perejil fresco
  • Almendras fritas
  • Vino blanco
  • Agua

Cómo hacer guiso marinero de rape

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total30 m
  • Elaboración30 m
  • Cocciónh

Empezamos pasando el rape por harina, si tenemos el hígado lo guardaremos para utilizar después en la picada. En una cazuela de paredes altas ponemos un poco de aceite y freímos ligeramente el pescado. Lo reservamos.

En el mismo aceite (si es necesario ponemos un poco más) ponemos la mitad de la cabeza de ajos (no es necesario pelarlos, los chafamos con la mano), las patatas, el laurel, el tomate y la cebolla y lo dejamos cocer todo, removiendo para que no se pegue.

En un mortero, preparamos una picada con el perejil, las almendras, el resto de dientes de ajo pelados y el hígado del rape (si lo tenemos). La añadimos a la picada y, aproximadamente, un vaso de vino blanco y otros dos de agua. Lo dejamos hervir hasta que las patatas estén prácticamente hechas.

Por último, añadimos el pescado y más agua si es necesario. Rectificamos de sal y lo dejamos hervir todo hasta que estén el pescado y las patatas confitados. Servir con un poco de alioli.

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Con qué acompañar el guiso de rape

Os aconsejo servir esta receta de guiso marinero de rape recién hecha, pues aunque estemos en verano y apetezcan platos más fríos os aseguro que está mejor caliente. Acompañadlo con un alioli (que podéis disolver en el caldo de la receta) y un vino blanco muy frío, quedaréis encantados.

Fuente: Trendencias

1.- Evita el estreñimiento

Tomar poca fibra, líquidos y hacer poco ejercicio puede desembocar en estreñimiento, lo que se traduce en una tripa más hinchada. Para evitar esto, toma unos 25 gramos de fibra al día (38 si eres hombre) de las frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, nueces y semillas. También bebe mucho líquido (6-8 vasos de agua diarios) y empieza a moverte al menos 30 minutos, cinco veces por semana.

2.- Ojo con las alergias y las intolerancias

La alergias alimentarias y las intolerancias puede provocar gases e hinchazón. Pero esto debe confirmártelo un médico. Demasiada gente se autodiagnostica este tipo de problemas y deja de tomar lactosa o cereales, sin tener por qué.

Si aún así eres reacio a ir al médico, pero sospechas que tienes alguna intolerancia, puedes hacer la prueba durante una semana y ver si de verdad ha funcionado

3.- Des-pa-ci-to

Llega la hora de comer, y la playa te está esperando con los brazos abiertos. Entonces comes como si no hubiera un mañana para no perder ni medio segundo. ¿Y qué pasa? Que además de la comida, te estás llenando de aire.

Relájate y disfruta de cada bocado. Además, si estás en algún lugar de vacaciones, paladea bien un plato que no suelas comer en otras ocasiones. Mastica bien cada bocado, y además de evitar los gases, seguro que acabas comiendo menos cantidad.

4.- Cuidado con los refrescos

No existen vacaciones sin un buen tinto de verano, sangría, o una cerveza bien fría. El problema de todo esto, es el gas que contienen, que te hinchan como un globo. Que no digo que no pruebes estas bebidas, sino que no te atiborres, ni olvides que también sigue existiendo el agua y los zumos naturales.

5. Hasta el chicle es culpable

Masticar a todas horas chicle hace que también cojas aires y se transforme en gases y por consiguiente, en hinchazón del abdomen. Si estás enganchado a esa goma, puedes alternarla con un caramelo o a algún tentempié saludable como fruta o incluso palomitas.

6.- Controla las comidas bajas en azúcares

Mucha gente se siente inflada porque come alimentos bajos en azúcares, pero muy ricos en edulcorantes artificiales, lo que provoca que no te puedas abrochar el cinturón. Los expertos recomiendan no tomar más de 2 o 3 porciones de este tipo de edulcorantes.

 

Fuente: Correr Y Fitness

Con sobrepeso o delgadas, jóvenes o mayores, pocas son las mujeres que se salvan de la celulitis, un problema que se agrava con la falta de ejercicio, el tabaquismo y la mala alimentación, uno de los factores que más influyen en el estado de tu piel.

No vamos a engañarte, la celulitis es difícil de erradicar, pero sí puedes mantenerla a raya, reducirla y prevenir su aparición incluyendo en tu dieta estos alimentos, capaces de mejorar el aspecto de tu piel y de eliminar toxinas (su presencia en el cuerpo está relacionada con la aparición de la celulitis).

Te adelantamos que los alimentos recomendados son en su mayoría de origen vegetal, bajos en grasa y ricos en fibra y sustancias antioxidantes:

Plátanos.

Estás cometiendo un error si los evitas por su aporte calórico, ya que no sólo es bajo sino que, por su contenido en potasio, esta fruta te ayuda a mejor la circulación y a prevenir la retención de líquidos, algo que empeora la celulitis.

Semillas de girasol.

Contienen vitamina E y B6, potasio, zinc, selenio, nutrientes esenciales para combatir la celulitis ya que ayudan a fortalecer y reparar el tejido conectivo. Eso sí, tómalas al natural, sin sal ni aceites añadidos, por ejemplo en ensaladas.

Cereales integrales.

Por su alto contenido en fibra resultan muy interesantes para combatir la celulitis, ya que debes evitar el estreñimiento a toda costa, una de las mayores causas de acumulación de toxinas en el organismo.

Cítricos.

Son la fruta estrella en la lucha contra la celulitis, ya que la vitamina C ayuda a mejorar el estado de los vasos sanguíneos y la circulación, además de ser un nutriente esencial para la piel.

Jengibre.

Esta raíz milagrosa también es buena contra la celulitis ya que te ayuda a controlar el apetito, y de paso, la ingesta de grasas, tan perjudiciales para la piel. Además, mejora la digestión y la circulación. Puedes añadirla a tus zumos o tomarla en infusión.

Nueces de Brasil.

Su alto contenido en selenio, un nutriente 10 para la piel, las convierte en unas grandes aliadas contra la celulitis. También es recomendable la ingesta de otros frutos secos al natural, como las nueces, pero controlando las cantidades.

Huevos.

Es una de las mejores fuentes proteicas que puedes consumir, ya que tienen pocas calorías y aportan muchas vitaminas y minerales, incluyendo hierro, yodo, zinc.

Col rizada o kale.

Esta verdura de hora verde es una de las más interesantes para tu piel por su alto contenido en vitamina C (indispensable para la piel), potasio y calcio.

Piña.

Si no lo eres ya, te animamos a ser fan de esta fruta, ya que tiene un alto contenido en agua, fibra, vitaminas y minerales, lo que beneficia a tu piel y a tu sistema circulatorio. Además, es muy diurética. Pero debes consumirla al natural, no en almíbar.

Romero.

Contiene ácido rosmarínico, un polifenol vegetal con un gran poder antioxidante y ácido ursólico, que facilita la síntesis de colágeno y elastina, dañados por la celulitis. Además, estimula la circulación y la digestión de las grasas. Tómalo junto a otras infusiones.

Zumos y batidos naturales.

Tomarlos cada día puede suponer un gran cambio en tu piel por el gran aporte de vitaminas y minerales que puedes conseguir en una sola ingesta y su efecto depurativo. Prepáralos a base de vegetales (espinacas, pepino, apio, remolacha, zanahoria) y frutas (manzana, naranja, sandía, plátano, aguacate, frutos rojos) pero no añadas azúcar, helado o leche.

Agua.

Aunque está en el último lugar, el agua es la bebida fundamental contra la celulitis, ya que te ayudará a eliminar las toxinas que favorecen la acumulación de grasa. Tomar poca agua también puede ser una de las causas de la retención de líquidos, lo que agrava la piel de naranja.

Menos grasas y más proteínas

En términos generales, tu dieta debe basarse en un gran aporte de frutas y verduras frescas, y una suficiente cantidad de proteínas de calidad, ya que se trata de un macro nutriente estructural indispensable para la regeneración y el mantenimiento de los tejidos. Puedes tomarlas de origen animal (huevo, lácteos, aves, pescado) o vegetal (legumbres, quinoa, cacahuetes, guisantes, cáñamo).

¿Qué debes evitar? Sobre todo, todos aquellos alimentos ricos en grasas saturadas, sodio y azúcares rápidos, que empeoran la circulación, propician la acumulación de grasa corporal y dañan el colágeno de tu piel. Debes tachar de tu lista de la compra los embutidos, carnes rojas, bollería industrial, alimentos precocinados y procesados, y el alcohol.

Pero además de cuidar tu dieta, debes repasar también tus hábitos de vida. Entre los “buenos” debe estar el ejercicio moderado (evita el impacto, que puede dañar aún más el tejido conectivo de las zonas afectadas por la celulitis). Y entre los “malos”, plantéate dejar de fumar,  el tabaco es uno de los mayores generadores de toxinas en el organismo y uno de los factores que más empeoran la circulación sanguínea y el aspecto de la piel en general.

 

Fuente: Correr y Fitness

Todo surgió mediante una investigación paralela. El ingeniero e investigador estadounidense Percy Spencer estudiaba las posibles formas de mejorar el funcionamiento del radar en la empresa Raytheon. Rodeado de magnetrones, unos dispositivos que transforman la energía eléctrica en microondas electromagnéticas, se dio cuenta de que la barrita de chocolate que llevaba en el bolsillo se derretía mientras se encontraba delante de un magnetrón. Es la historia del nacimiento de una idea. Fue Spencer quien inventó el microondas.

Protagonista fundamental en la cocina, ideal para calentar una infusión o la pizza del día anterior, descongelar el pan o hacer pochoclos. Sin embargo, por la liberación de toxinas o la más inútil pérdida de tiempo, hay muchas razones por las que estos alimentos no deben ser calentados.

Huevos duros

La proteína del huevo es la que mejor aprovecha el organismo

La cáscara del huevo es porosa, lo que permite el intercambio de gases entre el interior y exterior. Debido a que el microondas calienta más rápido que el agua hirviendo, la velocidad de generación de vapor será superior a la del aparato. Aumentará la presión y terminará reventando.

Leche

Los lácteos son una tradición en la dieta cotidiana (Istock)

Se pierden la mitad de los nutrientes y se elimina casi por completo la vitamina B12. Según la Food & Drug Administration (FDA), en caso de calentar una mamadera, no es recomendable hacerlo en el microondas, ya que puede efectuarse de manera desigual y crear puntos calientes que pueden quemar al bebé.

Carne

La carne también se considera proteína buena (Shutterstock)

Descongelarla ante la falta de tiempo puede ser una buena opción. Suele recomendarse no hacerlo por más de seis minutos, el tiempo máximo en el que la carne conservará su vitamina B12. ¿El mejor consejo? Poner toda la carne en la heladera la noche anterior.

Arroz

No se recomienda cocinar el arroz en el microondas

Las altas temperaturas son enemigas del arroz, ya que le quitan nutrientes y propiedades saludables. Lo mejor, al cocinarlo, es hacerlo en una olla con agua, ya que alcanza la temperatura ideal en forma gradual.

Frutas

Las frutas son claves para mejorar y potenciar una dieta (Shutterstock)

Es poco probable que una persona quiera comer las frutas calientes, pero no está de más aclarar que esta mala práctica también podría arruinar el microondas.

No todos los recipientes son buenos

Es importante saber qué tipo de envase de plástico se introduce en el microondas (iStock)

No es aconsejable meter papeles ni metales dentro del microondas. Tampoco utensilios ni recipientes. Sí es bueno saber que muchos envases de plástico están adaptados para su uso. Otros del mismo material (ejemplo: yogures) no soportan las altas temperaturas.

Fuente: infobae

Licuado de soya y nuez

Ingredientes

¼  de litro de leche de soya

2 cucharadas de amaranto

2 cucharadas de trozos de nuez

2 cucharadas de polen

2 cucharadas de miel de abeja

4 almendras

Preparación

Licúa todos los ingredientes a velocidad alta y vacía en un vaso grande.

 

Ensalada de atún

Ingredientes     

1 taza de atún en agua drenado

½ taza de apio picado

½ taza de pimiento rojo picado

¼ de taza de yogur descremado

2 cucharaditas de salsa de soya

4 cucharaditas de cebolla picada

4 cucharaditas de jugo de limón

2 cucharaditas de albahaca

2 cucharaditas de tomillo

Preparación

Mezcla bien y sirve frío.

 

Jugo de cítricos

Ingredientes

2 naranjas

2 mandarinas

1 rebanada gruesa de piña

1 limón

1 cucharada de linaza

1 cucharada de miel de abeja

Preparación

Obtén el jugo de las naranjas, las mandarinas y el limón. Vierte en la licuadora más la rebanada de piña y la miel. Licúa a velocidad alta. Si gustas, pásalo por un colador. Vacía en un vaso grande.

No solo la juventud de la piel es importante, sino el estado de nuestros huesos, músculos, tendones, ligamentos, cartílagos, dentina, córnea, paredes de los vasos sanguíneos y muchos órganos internos. En todos ellos está presente el colágeno, proteína que con el paso de los años ya no se regenera fácilmente; es por esto que necesitas incorporar a tu dieta lo que te presentamos a continuación.

Alimentos que lo contienen directamente

Alimentos que estimulan su producción

Fuente: Revista Mariela

Sí, porque, al final, somos lo que comemos, y todo lo que ingerimos influye de una manera u otra en nuestro organismo. Las cenas son una parte importante de nuestra dieta y, aunque lo recomendable es ingerir los últimos alimentos del día al menos dos horas antes de irnos a la cama, muchas veces nos pasamos por alto esta recomendación y cenamos lo primero que pillemos en la nevera. Craso error.

Los nutrientes que tomamos a última hora del día son los que van a determinar cómo vamos a dormir esa noche. La culpa de todo la tienen los triptófanos, un aminoácido que es un constituyente esencial de las proteínas, y que está presente en multitud de alimentos.

La cantidad de triptófanos que tomes te podrían ayudar a dormir mejor, según un antiguo estudio, puesto que una vez ingeridos y metabolizados, estos se convierten en dos componentes químicos importantes: melatonina, que regula los ciclos de sueño de tu cuerpo, y serotonina, que produce relajación y esa sensación de sueño.

Ahora bien, a estas alturas del texto te estarás preguntando qué alimentos son los mejores para “inyectar” estos triptófanos en tu organismo y dormir como un bebé, ¿verdad? Allá van unos cuantos

De origen animal

1.- Carne: hablamos de carnes no rojas, como el pollo o el pavo. De hecho, una anécdota: en Estados Unidos es muy común que, después de la cena de Acción de Gracias, donde se come gran cantidad de pavo, el sueño haga efecto rápidamente a los comensales y no se alarguen con eternas sobremesas… (todo ventajas).

2.- Pescado: sobre todo pescado azul como salmón, atún, sardina, caballa, boquerón, salmonete, cazón, pez espada o rodaballo. Lo mejor es prepararlos asados, pues conservan mejor sus propiedades, y consumir, al menos, dos raciones por semana.

3.- Huevos: los huevos son especialmente ricos en triptófano, sobre todo las yemas de los mismos. Tampoco abuses si no quieres que se te descontrole el colesterol.

De origen vegetal

1.- Frutas: algunas frutas tienen más triptófano que otras. Por ejemplo, las más recomendadas son el plátano, rico en potasio también, la piña de temporada, y el kiwi.

2.- Verduras: en el caso de las verduras, el espectro se abre un poco más y nos da más opciones para una buena cena. Por ejemplo, puedes abusar de los berros y de las alcachofas, en todas sus modalidades. También son buenos los espárragos (verdes y blancos) y las espinacas.

3.- Cereales: el maíz de centeno, la avena o el trigo son ricos en triptófano. Recuerda incluir en tu dieta, de manera regular, alimentos de grano entero si lo que quieres es perder peso.

Bonus track

Chocolate: sí, amigos y amigas, en esta despensa de triptófanos que hemos creado también hay espacio para un divino placer: el chocolate. Cuando más negro y más puro sea, mejor. Por un lado porque te aportará más triptófanos, ergo dormirás mejor, y, por el otro, porque te puede ayudar a adelgazar.

Así que, ya sabes, si cuando te vas a la cama y te quedas despierta un buen rato no sabes por qué es, analiza tu nevera y tu dieta. La clave, quizás, está en las cenas que estás haciendo.

Fuente: Correr y Fitness