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Tras dar a luz, Khloe mandará procesar esos órganos para tomárselos en cápsulas.

Khloé Kardashian reveló que tras el nacimiento de su hijo, ha decidido comerse la placenta y el cordón umbilical por los beneficios que todo esto trae a la madre y al niño.

En el último capítulo de “Keeping Up whith the Kardashians”, Khloé hace esta revelación, aunque sí le causa un poco de repulsión: “Voy a tomarla en píldoras, pero la verdad es que me cuesta mucho hacerme a la idea de todo eso del cordón y la placenta”.

Kim conversaba con Khloé acerca de todo esto, y precisamente ella hizo esto mismo, tras el nacimiento de sus hijos, se procesó su placenta y cordón umbilical: “Pues mi placenta era más grande de lo normal, como el doble…era muy raro, así que me dieron dos tarros y elegí que tuvieran sabor de uva”.

Khloé también reveló que su bebé nacerá en Cleveland, Ohio, lugar donde tiene su sede el equipo donde juega Tristan Thompson.

 

 

 

Fuente: La Botana

Si eres de las personas que acostumbran cenar tarde o si llevas una vida agitada y te toca hacerlo justo antes de tumbarte en la cama, debes considerar mejor qué alimentos consumes, porque de eso dependerá que realmente tengas un sueño reparador. Dile no a los siguientes alimentos.

Proteínas y grasas

Evita a toda costa el consumo de proteínas como carne, pollo, huevos o pescado, ya que tienen propiedades que aumentan tu energía y podrían causarte insomnio.

Cafeína y cítricos

Se sabe que el café es el peor enemigo del sueño, pero además permanece en el cuerpo de ocho a diez horas, por lo que se recomienda beberlo solo en las mañanas. Lo mismo sucede con las frutas cítricas como el limón, la naranja o el kiwi, ya que sus aminoácidos nos hacen permanecer despiertos.

Comidas picantes

Debido a que eleva la temperatura corporal, la comida picante es uno de los peores aliados si quieres tener un plácido y merecido descanso nocturno; además, puede causarte pesadillas.

 

Fuente: Revista Mariela

 

Si te ves tentada por probar aquellos alimentos que luego te causan remordimiento, ¡espera y no cedas! Descubre cómo preferir en tu dieta algo más saludable. No pierdas de vista estos consejos.

  1. Reprográmate

Tal y como explica la dietista – nutricionista Pilar Munné, un primer objetivo sería comer un plato de verdura al día y luego “ir cambiando poco a poco y sin presión los alimentos de nuestra dieta por otros más saludables”.

  1. Limpia

Las comidas con azúcares, sal y grasas saturadas generan adicción. Pero cuanto menos las consumes, menos las necesitas. Sustituye estos alimentos por verduras y notarás cómo tu cuerpo se desprende de agua, quema grasa acumulada y tiene más energía.

  1. Segundas impresiones

Las papilas gustativas tienen memoria, por eso acostúmbralas a las verduras día tras día, para que poco a poco su sabor pueda ser reconocido y las aceptes más fácilmente; incluso llegarán a gustarte.

  1. Fiesta de disfraces

Engaña a tu paladar mezclando las verduras que no son de tu agrado con algo que te encante. Por ejemplo, agrégales salsa de soja o queso parmesano. La idea es enmascarar su sabor original hasta que tu cuerpo se adapte.

  1. No te guíes por el olor

Las verduras que huelen son ricas en glucosinolatos, compuestos que contribuyen a evitar el desarrollo de cánceres, especialmente el de colon y el de estómago. Opta por cocerlas al horno con especias y no las comas en el sitio donde las cocinaste.

  1. Guarda las apariencias

La comida te tiene que entrar por los ojos. Experimenta, sé creativa y busca la armonía en tus platos. Si tiene ingredientes de distintos colores y se combinan armoniosamente, tu menú será más provocativo.

 

 

Licuado de verduras de las celebrities

Bate 2 tazas de espinacas, 2 tazas de pepino, 1 cabeza de apio, 2 manzanas, 1 pellizco de jengibre y el jugo de un limón. Rinde para cuatro personas. Por ración: 75 calorías, 0 g de grasas saturadas, 19 g de carbohidratos, 113 mg de sodio, 5 g de fibra y 2,2 g de proteínas.

 

 

Fuente: Revista Mariela

De acuerdo a las cifras, tres de cada diez personas se muerden las uñas, según revela el estudio “La onicofagia: el enigma de morderse las uñas para los médicos” publicado en la Iranian Journal of Medical Sciences.

De acuerdo a una nota publicada en Vice, varios psicoterapeutas han intentado hallar la respuesta en las teorías de Sigmund Freud.

Según el padre del psicoanálisis, la etapa oral de desarrollo psicosexual dura los primeros 18 meses de vida y la boca es la principal zona en la que se busca el placer y se explora el entorno, por eso los bebés lo muerden y chupan todo. Si en esta etapa se nos impide dar rienda suelta a las necesidades esto se podría convertir en un problema más adelante, como el de morderse las uñas obsesivamente, fumar o beber.

Sin embargo, la psicóloga Mireia Navarro, directora del centro El Teu Espai, afirma que las causas psicológicas de esta manía suelen ser miedo, estrés, aburrimiento o falta de habilidades sociales.

Se trata de una conducta automática adquirida en la infancia o la adolescencia que suele responder a una inseguridad ante una situación de tensión y que se vuelve un mal hábito. Cuando este vicio llega a la edad adulta es un indicio de que algo va mal, hay ansiedad, baja autoestima e inseguridad en uno mismo”.

De esta forma, al preguntarse por una conclusión, Vice recomienda que cada uno busque el origen y decidir, si quiere y puede, enfrentarse a esa manía, que tiene bastantes contraindicaciones.

Por ejemplo, Shari Lipner, profesor de Dermatología en escuela médica Weill Cornell de Nueva York, ha publicado varios estudios en los que explica que en las uñas viven miles de bacterias.

Al morder las uñas esas bacterias se cuelan en el cuerpo y pueden causar desde problemas gastrointestinales, como náuseas y diarrea, hasta verrugas y herpes, ya que pueden transmitirse desde la boca hasta los dedos y viceversa”.

Por otro lado, la doctora María José Tribó, psicodermatóloga de la Sociedad Catalana de Dermatologia, de la Academia de Ciencias Medicas de Catalunya, alerta de que “al tragar una porción de uña es posible desarrollar gingivitis, onicomicosis y mala oclusión de los dientes anteriores”.

Sin embargo, existen miles de casos de personas que simplemente no han podido renunciar a esta manía. Estos son algunos de los sorprendentes casos recogidos por el sitio web.

 

Sergio Jiménez, 24 años, bartender

En su último trabajo como bartender de un establecimiento de mucho renombre de Barcelona, Sergio relata que lo pasó de pena. “Me llamaron varias veces la atención por las uñas, el jefe me decía que daban asco y que se veían cuando decantaba un vino o servía una copa”, explica Sergio, quien añade que “los clientes se quedaban mirando las manos y ponían una cara de entre pena y asco, algunos incluso las esquivaban para que no los rozara”.

El jefe, cuenta, siempre les decía que el pelo, la barba y las manos tenían que estar impecables. “Yo me las lavaba cada dos por tres, iba limpísimo, pero daba mala imagen, igual que cuando cocinas en casa y te ven los dedos, el de al lado te mira como si le fueras a contagiar algo”.

Los dedos se le han deformado, tiene padrastros, llagas en la boca y reconoce que lo vive como un problema, no sólo por tener que ir al médico con mucha frecuencia para que le revienten las bolsas de pus, o porque se le cierren puertas en algunos trabajo, sino porque le marca también en sus relaciones. Muchas chicas, asegura, tienen fijación por las manos y más de una le han dicho que no podían vérselas porque les provocaba mucho asco. “Al final ves que morderte las uñas te condiciona, y te jode bastante, porque eres tú tu propio maltratador, pero no puedes dejar de hacerlo”.

Morder uñas Vice / Morder uñas

Anna Pacheco, 25 años, periodista

A Anna le gustan las uñas y el pellejo, “la piel es lo mejor”, dice. “Voy acabándomelas, empiezo una, la repaso hasta que me empieza a doler mucho o a salir sangre, la cual marca el límite siempre, aunque si me está gustando mucho la experiencia, puedo dejar que sangre un poco. Luego, sí, salto a otra”.

Sabe lo que es pisar un hospital por culpa de sus uñas. “Hace un mes el dedo gordo de mi mano derecha se infectó de forma monstruosa y me salió un panadizo, una inflamación aguda del tejido celular de los dedos. Una cosa horrible que me llevó a estar cinco horas en urgencias. Estuve con antibióticos porque no podían reventármelo aún, me dolía tanto que el simple roce de las sábanas me hacía ponerme a chillar. Después de la infección mi uña se cayó porque no aguantaba más”.

Morder uñas Vice / Morder uñas

Pablo Ullés, 25 años, recepcionista de hotel

El dentista le metió el miedo en el cuerpo y quiere dejar este repugnante vicio como sea. En su última visita, a Pablo le dijeron que tenía que dejar de morderse las uñas o a medio plazo tendría problemas. No era una sugerencia, era una orden. “Se me desgastaron algunos dientes y perdí esmalte”, señala Pablo, quien asegura que lo va a dejar por salud o se quedará sin dientes, además, “el dentista me explicó que mis uñas son una fuente de bacterias que entran en mi cuerpo al metérmelas en la boca. Visto así es repugnante, no quiero tener más problemas, bastante tengo con esconderlas cada día para que la gente no me las vea, a todo el mundo le dan asco”.

Morder uñas Vice / Morder uñas

 

Fuente: MetroEcuador

Es momento de transformar la BIG MAC por algo saludable y que no engorde ¿Cómo? aquí unos trucos.

Hazla vegetariana

Una hamburguesa vegetariana suele tener unas 150 calorías, por más de 300 de las de origen animal (vamos, las de toda la vida). Al fin y al cabo, una hamburguesa no son más que varios ingredientes compactados. Y por eso puedes probar a mezclar boniato, boniatos y quinoa.

Con estos ingredientes te saldrá una masa a la que podrás dar forma de hamburguesa y quedará deliciosa.

O si lo prefieres, puedes hacerla con judías negras, boniato y maíz. La verdad es que aquí, el límite lo pone tu imaginación.

Haz un cambio

Pero si no quieres pasarte al lado vegano, cosa que puedo entender, la mejor opción para recortar algunas calorías es cambiar la ternera por el pavo, acompañado por espinacas y cebolletas. Lo bueno del pavo es que es mucho más sabroso y jugoso que el pollo, y la textura en hamburguesa se parece bastante al de la ternera.

El pan también suma

Sólo porque las hamburguesas siempre se han servido entre dos panes, no quiere decir que tengas que comértela así siempre. Quita sin miedo el pan de encima para reducir aún más las calorías, sin perder la tradición de siempre.

Aguacate en lugar de queso

Invierte en grasas saludables, colesterol, y calorías, añadiendo unas cuantas rodajas de aguacate (muy rico en fibra también), en lugar de las 113 calorías que tiene una simple loncha de queso cheddar.

Que no te parezca seca

Si tanto la hamburguesa vegana como la de pavo te parecen como si estuvieras masticando una chancla, pon en una sartén un puñado de setas de portobello marinadas, y colócalas entre los panes. Te aseguro que la jugosidad de tu hamburguesa se multiplicará por 100, y su sabor será increíble.

Aguacate en lugar de mayonesa

Al igual que pasaba con el queso, la mayonesa tiene casi más calorías que éste. Y es que muchas veces las hamburguesas las acompañamos con tres cucharadas de mayonesa (250 calorías). Si cambias esta costumbre por untar aguacate, estarás cambiando esas más de 200 calorías, por tan solo 80.

 

Fuente:

 

Correr y Fitness

El plátano es una de las frutas más consumidas en el mundo. Su agradable sabor, sus posibilidades para combinarlo con otros alimentos al cocinar y especialmente, sus nutrientes, han hecho que se haya convertido en un habitual en la dieta de muchas personas. A pesar de tener cierta mala fama (por su aporte calórico), el plátano aporta incontables beneficios para la salud, así que asegúrate de que no falte nunca en tu nevera.

Combate la anemia

La alta cantidad de hierro presente en el plátano lo convierte en un aliado para luchar contra la fatiga y la anemia, ya que estimula la formación de hemoglobina en la sangre. Además, también contiene potasio, razón por la que es común ver a muchos deportistas tomando plátano durante las competiciones.

Calma los nervios

El plátano contiene mucha vitamina B6 (una pieza proporciona el 38 % de la cantidad diaria recomendada), un nutriente necesario para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Por ello, es un alimentomuy recomendable para calmar los nervios y combatir situaciones de estrés o angustia.

Reduce la presión arterial

Al ser bajo en sodio y rico en potasio, el consumo regular de plátano reduce la presión arterial alta, y minimiza los riesgos de sufrir una enfermedad cardiovascular.

Adiós a la resaca

El consumo de plátano protege la mucosa intestinal y favorece las digestiones, por lo que puede ser un aliado para acabar con las indeseables resacas. Un simple batido de esta fruta restablece el equilibrio de azúcar en el organismo y corrige la deshidratación causada por el alcohol. Por lo tanto, minimizará los efectos de una noche de excesos.

El plátano es habitual en la dieta de muchas personas | G + J

Energía para el cuerpo y el cerebro

El plátano es una fruta rica en proteínas, vitaminas, minerales, fibra y azúcares naturales como la fructosa y glucosa, por lo que produce un aumento inmediato de la energía. También es beneficioso para aumentar la concentración.

Bueno para el sistema digestivo

La fibra presente en el plátano hace que sea un alimento muy fácil de digerir y que ayuda a proteger y regular el funcionamiento del sistema digestivo. Puede prevenir úlceras, ayuda contra el estreñimiento o la diarrea y elimina el ardor de estómago.

Contra las picaduras de mosquitos

Este verano te alegrará saber que los plátanos son eficaces para acabar contra las picaduras y heridas causadas por los mosquitos. Frotar la parte interior de una cáscara de plátano sobre la zona afectada bajará la hinchazón y acabará con los picores.

Mejora el aspecto de tu piel

La cáscara del plátano tiene propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antifúngicas, por lo que resulta ideal para hacer mascarillas faciales o para combatir arrugas e infecciones cutáneas. Si incorporas esta fruta en tu rutina de belleza, ¡lucirás una piel espectacular!

Y con todas estas razones encima de la mesa, ¿todavía no has incluido el plátano en tu dieta habitual?

Fuente: Cocinatis

Cuando se tiene un resfrío, es de conocimiento popular que no se debe consumir alimentos fríos porque puede empeorar la enfermedad, congestionar las vías respiratorias y hacer que el malestar aumente.

Cuando se ingieren alimentos a muy bajas temperaturas el estómago se enfría. Sin embargo, gracias a los procesos digestivos, la comida se calienta y el frío desaparece.

Otro factor que hace que los abuelos prohiban a sus nietos comer helado son los lácteos que a veces forman parte de la receta de estas golosinas.

Un estudio realizado en el 2004 reveló que el 58% de las personas creía que era cierto que la leche produce más mocos, lo cierto es que no existe evidencia contundente para afirmar que el consumo de leche provoca exceso de mucosidad.

Por lo tanto, se puede consumir los lácteos que se deseen y la cantidad de helado que se apetezca, si bien no van a mejorar el estado de la enfermedad, tampoco la va a empeorar.

Fuente: Metro Ecuador

Algo falla en tus tostadas

La idea de que las tostadas son un desayuno de lo más sano y dietético puede no ser del todo cierta en algunos casos. Si te las haces con pan blanco, mantequilla o margarina y mermelada normal, estás estropeando lo que podría ser un desayuno fit.

Para empezar, lo más adecuado es elegir un pan integral que siempre resulta más ligero y digestivo. En segundo lugar, la mantequilla o margarina contienen muchas grasas que no van ayudarte a adelgazar. Sustitúyelas por un chorrito de aceite de oliva, ya que te aportará grasa de la buena.

En el caso de que decidas seguir adelante con tu mantequilla o margarina, ponle una mermelada sin azúcar. De esta forma, estarás quitándole calorías a tu tostada sin renunciar al aporte de fruta. Elige siempre los tipos de mermelada que estén elaborados con la mayor cantidad de fruta.

Cuestión de huevos

No, nos referimos al valor que hay que tener para ponerse a dieta… que también. En este caso estamos señañando directamente a ese ingrediente estrella que nos ceden las gallinas y que tanto juego da en los desayunos. Habrás visto que los culturistas son unos grandes aficionados a hacerse tortillas e incluirlas en su primera comida.

Sin embargo, hacerte una tortilla e incluir un par de yemas en ella puede que esté estropeando tu dieta. Es esa parte del huevo la que incluye las grasas, por lo que puede que tu tortilla o revuelto mañanero no sea tan sano.

Mientras que la clara no tiene nada de grasas, un huevo completo con su yema puede contener más de 7 gramos. Por cierto, lo de lo de comértelos fritos con bacon también es trampa.

Los cereales pueden ser tu peor enemigo

Mucho cuidado con los cereales. Gran parte de los que se comercializan contienen importantes cantidades de azúcares que hacen su sabor mucho más atractivo, sobre todo para los niños. Chocolate, azúcar o miel son algunos de los ingredientes más comunes que podemos encontrar en este producto de desayuno, dependiendo de la marca y del tipo.

Incluso determinados cereales fabricados para un supuesto uso dietético pueden tener trampa. A pesar de que se vendan como integrales, siguen teniendo azúcares y ya sabes lo que eso, en exceso, conlleva en una dieta.

Puedes optar por los copos de avena integrales, que no llevan absolutamente nada y que junto con la leche desnatada sin lactosa y el cacao desgrasado y sin azúcar pueden ser la mejor opción para tu desayuno. Otra opción es tomar la avena añadiéndole fruta y yogur o bien con zumo.

Que no te den galleta por liebre

Las galletas son otro de esos productos muy frecuentes en los desayunos y que pueden estar haciendo mucha pupita. Han sido reinventadas en muchas ocasiones. Sin embargo, aunque se presenten como integrales y se disfracen de chicas fit, muchas de ellas siguen siendo una auténtica trampa que continúan teniendo muchos azúcares y grasas (de las malas). Desayunar galletas no es sano, pero si se te ocurre hacerlo, estate atento: las que son sin azúcar suelen contener grasas y las que no tienen grasa es posible que lleven azúcar.

En definitiva, no se trata que huyas despavorido de las grasas como si estuvieses viendo a un ex novio. Estas, siempre que sean buenas son necesarias. La fruta, por ejemplo, contiene azúcares que son necesarios para tu cuerpo. No tengas miedo a estos nutrientes siempre que sean de confianza y, eso sí, sin excederte. La clave, como siempre, está en una dieta variada y equilibrada.

 

Fuente: Correr y Fitness