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Se dice que la confianza y la costumbre son los peores copilotos al conducir un auto. ¿Por qué? Pues le abren la puerta a un número considerable de malos hábitos que no solo acortan la vida útil de tu vehículo sino que te pueden llegar a exponer a tí y a los otros usuarios de la vía a situaciones realmente peligrosas.

No mantener la distancia de seguridad

Parece un tema menor, pero no lo es. Este mal hábito al conducir nace a raíz que muchos creen erróneamente controlar en su totalidad su vehículo y manejar con rapidez cualquier imprevisto. Según la norma, la distancia de seguridad entre autos es de aproximadamente 0.5 metros por cada kilómetro/hora.

Para no complicar las cosas podemos hacer uso de la regla de los “cuatro segundos”. Espera que el auto delante tuyo pasa un punto fijo (árbol, poste, etc), luego cuenta lentamente mil, dos mil, tres mil y cuatro mil. Si antes de terminar de contar pasas la referencia fija significa que estás siguiendo demasiado cerca al vehículo de adelante.

Malas posturas al conducir

Frecuente en los conductores noveles, pero se ve con más incidencia en aquellos denominados “experimentados”. La confianza en algunos hace que manejen su auto de una forma desgarbada (con una mano en el volante, la otra en la palanca de cambios, demasiado recostados sobre el asiento o excesivamente adelantados) haciendo que su tiempo de reacción ante cualquier imprevisto sea tardía.

De acuerdo a los especialistas en seguridad vial, la postura correcta para conducir es con las dos manos al volante (a las tres menos diez), mientras que la espalda debe ir bien apoyado en el respaldar de la butaca para evitar daños de mayor gravedad en caso de accidentes. Es importante mencionar que una correcta posición al manejar nuestro auto nos ayudará sentir y predecir mejor -así como más rápido- el comportamiento del carro.

Demasiada agresividad

Sabemos que el tráfico y las imprudencias de los demás puede llegar a sacar lo peor de cada uno, pero eso no es excusa para adoptar una actitud agresiva (meter el carro, no respetar al peatón, estacionarte o girar por donde se te plazca) ya que esa es una de las principales causas de los accidentes en las calles y carreteras del país.

Para garantizar una circulación segura a nuestros acompañantes y a nosotros mismos es importante no perder la paciencia y mantener la calma en todo momento. Recuerda que lo llegar sano y salvo a nuestro destino es lo principal que deben tener todos los conductores en su mente al manejar.

Indica tus maniobras y mira tus espejos

Es bastante usual ver este mal hábito en la gran mayoría de conductores. Parece que a todos se les ha olvidado que los autos vienen equipados con luces intermitentes y su función es indicarle a los otros conductores sobre nuestras intenciones al volante. Recordamos que es a través de estos elementos que nos comunicamos con el resto de usuarios de las vías.

Al igual que con las luces intermitentes, los retrovisores están ahí por algo. Su uso es obligatorio cada vez que deseamos girar o cambiar de carril. Sin embargo, el conductor debe tener presente que estos espejos nos muestran las cosas más cerca de lo que en realidad están y casi siempre tienen ángulos muertos, al momento de realizar estas maniobras.

Fuente: MetroEcuador