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Hoy es el Día Mundial del Cabello, es por esto que vamos a darte una serie de recomendaciones, para que puedas presumir de una melena top.

1. Lavarás bien tu cabello con el champú adecuado a tu tipo de pelo ¡y al estado de tu cuero cabelludo!

Es el primer paso: lavarlo de forma correcta y con el producto adecuado. “Repártelo primero en las dos manos para después trabajarlo sobre la raíz durante al menos tres minutos y aclararlo finalmente con abundante agua templada y agua fría al final” aconseja Adolfo Remartínez, creador de Nuggela & Sulé.

2. Una vez por semana, le proporcionarás los cuidados de una mascarilla

La mascarilla debe convertirse en una de las mejores aliadas de tu pelo. Por ello, debes incluirla en tu rutina de cuidado capilar sí o sí, no hay excusas. Caroline Greyl, presidenta de la firma capilar Leonor Greyl, nos da un par de trucos prácticos sobre su uso: “No la apliques nunca en las raíces, así conservarás su volumen natural. Evita dejarla actuar demasiado tiempo, ya que se secaría sobre el pelo y perdería su efecto nutritivo”.

3. No cepillarás el cabello con el peine equivocado al finalizar el lavado

¿Por qué? “El cabello es más frágil cuando está húmedo, por eso es preferible cepillarlo antes del lavado, en seco. Esto garantiza un desenredo seguro y sin rotura. Tras el lavado, utiliza con mucho mimo un peine de púas anchas que respeta el cabello y sirve para todo tipo de pelo”, insiste Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sanchez.

4. No abusarás del calor

Quien más quien menos recurre a las herramientas térmicas para dar forma y cuerpo a su cabello, pero no hay duda de que no son las ‘mejores amigas’ de nuestro pelo. Y es que puedes estropearlo. “Solemos subestimar los daños causados por el calor de los aparatos. No olvides nunca aplicar un tratamiento protector y asegúrate de que el cabello está 100% seco antes de utilizarlas (en el caso de las planchas y tenacillas)”, nos explica Caroline Greyl.

5. Acudirás a tu peluquero para que saque partido a tu pelo

Además de los cuidados en casa, es fundamental el asesoramiento y el cuidado por parte de un experto. “Un corte y un color a medida son la combinación perfecta para embellecer a una mujer, la mejor manera de resaltar la textura, la luz y el movimiento natural del pelo”, asegura Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez.

6. Alimentarás el cabello por fuera (y por dentro)

Seguro que sabes que la alimentación también influye en la salud de tu melena. Una dieta rica en vegetales y frutas es aconsejable para conseguir un pelo espléndido. Porque cuando la dieta se resiente, el pelo también sufre. Así lo consideran los expertos de Svenson, que consideran que a la hora de evitar la caída del cabello y otros problemas capilares, hay que comenzar analizando la dieta que se está realizando. El ácido fólico y la vitamina B12 aseguran un pelo saludable, brillante y con gran elasticidad. Estos componentes los podemos encontrar, como nos recuerdan los expertos de Svenson, en alimentos como las lentejas, la espinaca hervida, los espárragos, la lechuga, el zumo de naranja o el huevo, entre otros. El potasio, tercer mineral más abundante en nuestro cuerpo, también nos ayuda a mantener una melena envidiable. El potasio se encuentra en plátanos, frutas, legumbres (lentejas, garbanzos y alubias) y levadura de cerveza, entre otros. Y, además, también podemos echar mano de los nutricosméticos, como el complemento nutricional Martinn, de Nuggela & Sulé, “que fortalece tu cabello y que además –no se lo digas a nadie- gracias a su acción depurativa te prepara para la Operación Bikini”, apunta Adolfo Remartínez, creador de la firma.

Fuente: Hola.com

Lavarse el cabello no es tan fácil como parece, ni tampoco sabemos las consecuencias que tiene el hacer bien o mal el proceso. En nuestra rutina simplemente es parte de un gesto casi mecánico, al que no prestamos demasiada atención.

Pero a veces, el éxito de nuestra salud capilar puede estar dependiendo (en parte) en cómo nos lo lavamos.

Lo mejor que se puede hacer según expertos es:

1- Comprueba los ingredientes del producto: algunos agreden la piel y son prejudiciales para el cuero cabelludo, como algunos alcoholes, sulfatos (ASL, SLS)…

SEGÚN LAS ESTADÍSTICAS, UN 33% DE LA POBLACIÓN MUNDIAL TIENE CASPA. ¡CASI LA MITAD DE TODO EL MUNDO!

2. Tener en cuenta el estado de nuestro cuero cabelludo: caspa, irritaciones, caída excesiva… Para estos casos utilizaremos un tratamiento aparte de farmacia que se alterne o complemente con el champú normal o incluso pueda llegar a sustituirlo. En estos casos, consulta primero a un dermatólogo.

3. Identificar el grosor del cabello: fino, normal o grueso. El champú que usamos tendrá que ir acorde con su anchura.

4. Decidir qué beneficios potenciar: La búsqueda de brillo, volumen, nutrición. Siempre tenemos alguna condición especial que mejorar, identifica cuál es.

5. Seguir la frecuencia de lavado adecuada: cada 3 días si la higiene lo permite o, si el pelo es muy graso, todos los días pero con una sola dosis de champú.

6. Cepillar y desenredar el pelo antes de lavarlo: evitarás que se formen nudos difíciles de quitar y el pelo se parta con el cepillado.

7- Menos es más: evitar el exceso de producto cuando apliquemos el champú, las mascarillas o las cremas de peinado; ya que pueden asfixiar el folículo piloso y provocar la caída del cabello’.

8- No aplicar el champú directamente sobre el pelo: primero en las manos para un reparto más homogéneo y llegue la misma cantidad a todos lados.

9- Trabajar la raíz al menos tres minutos: masajeando despacio para activar la circulación sanguínea lo que hará que se nutra mejor. Repetir la operación dos veces (una con champú y otra sin, sólo masaje).

10- Dejar que el resto del pelo se limpie solo: con la espuma que va bajando desde la raíz hasta las puntas, sin añadir más champú para éstas.

11- Aclarar con agua templada y terminar con fría: ganarás un extra de brillo.

Seguro que tu melena notará el cambio si sigues todos los pasos.

Fuente: elle.es

Para disfrutar tus vacaciones en la playa es necesario que planees todo con anticipación para evitar cualquier tipo de sorpresas. Además, cuando llegues a tu destino, toma los siguientes consejos para evitar enfermedades o quemaduras solares que arruinen tu felicidad.

 

1.- Quemaduras solares: Aplícate un protector solar y exponte al sol poco a poco, es decir, el primer día no es recomendable superar los 10 minutos de exposición directa, aumentando cinco minutos por día. Recuerda que los rayos solares se reflejan en la arena y en el mar, así que no te confíes y aplícate varias veces al día el bloqueador. Entre las 11 de la mañana y las cuatro de la tarde son las horas más peligrosas para exponerte al sol.

2.- Alimentación: En verano debes extremar los cuidados sobre los alimentos, porque las altas temperaturas pueden dañarlos y afectar tu salud. Guarda en el refrigerador los alimentos perecederos después de adquirirlos. Trata de que las frutas y verduras estén limpias y libres de moscas o insectos.

3.- Cuidado con los animales: Evita el contacto con animales o insectos extraños. Algunas veces dentro del mar puede picarte una medusa o pisar un erizo de mar, si te pasa esto debes lavar la zona afectada con agua salada y extraer la púa o eliminar los restos la medusa. Impregna la zona con alcohol o amoníaco diluido. Para finalizar lava la herida con agua salada y unta una pomada con analgésico para el dolor.

4.- Ropa adecuada: De acuerdo con el portal Entremujeres, antes de salir de viaje investiga las condiciones climáticas del lugar. El outfit ideal para disfrutar tus vacaciones en la playa es el traje de baño, blusas de tirantes, pantalones cortos, shorts y sandalias.

5.- Accesorios: Este tipo de productos son muy importantes para que tus vacaciones sean espectaculares. Los lentes de sol no deben faltar en tu maleta, ya que además de protegerte de los rayos ultravioleta, te darán una mejor visión. Al utilizar sombreros y gorras prevendrás enfermedades como el cáncer de pielo alguna erupción cutánea.

No olvides que la hidratación es básica en tus vacaciones en la playa, así que trata de beber dos litros al día. Entre tus actividades organiza un día de caminata en la playa o simplemente observa el atardecer, momento en el que podrás meditar todo lo que has realizado en tu vida y pensar en cómo mejorarlo.

Fuente: Internet

Nadie se muere por un problema así, pero la enfermedad más frecuente entre los jóvenes provoca un sufrimiento enorme. Los tratamientos personalizados destierran los granos de la cara y la obsesión que estos desencadenan.

 

1- Los maduros también lo sufren

Adolescencia y acné van de la mano. Suele desarrollarse entre los trece y los quince años, y los expertos destacan que en la mayoría de los casos se curaría sin tratamiento alrededor de los veinte. Sin embargo, por el choque psicológico que produce, requiere una atención urgente. Los médicos tienen respuestas para anticipar el fin de un mal que puede llegar a ser un calvario. También disponen de ellas para los adultos, porque el 3 % de los hombres y el 12 % de las mujeres de más de 45 años sufren acné.

 

2- Genético, aunque no solo hereditario

La predisposición a padecer acné la traemos en nuestros genes, pero no siempre tiene por qué dar la cara. Lo más común es que un episodio determinado provoque su aparición. Muchas veces los propios cambios que se originan en el cuerpo durante la pubertad ya justifican su debut. ¿Se puede prevenir? Resulta difícil, porque el acné nace en la dermis media y no tiene reflejo externo hasta que surgen los granos. Lo que sí se puede es controlarlo en cuanto se manifiestan los primeros puntitos.

 

3- La paciencia es ta útil como la terapia

Los especialistas abordan este problema por tres fl ancos, que tienen que ver con los factores que facilitan el desarrollo del acné. Las terapias regulan la secreción sebácea, evitan la obstrucción del folículo y disminuyen el número de bacterias. Para los casos leves y moderados se usan, sobre todo, cremas o geles con ácido azeláico. En los episodios graves se recurre a antibióticos. Es fundamental empezar el tratamiento con los primeros signos, porque las lesiones pueden dar lugar a cicatrices que, si no se tratan, dejan marca para siempre. Y el elemento clave: perseverar en la terapia, ya que el acné tarda al menos tres meses en curarse.

 

4- Di NO a las cremas

El acné necesita aire libre. Por eso conviene aparcar los cosméticos, incluso los que se anuncian como libres de aceite, los fotoprotectores y el maquillaje. Afrontar la enfermedad con éxito exige no tocarse los granos y dejar respirar a la piel. La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) recomienda limpiar la cara dos veces al día para barrer las células muertas que pueden bloquear los poros, y secarse sin frotar. Y si resulta conveniente o no tomar el sol es una cuestión controvertida entre los dermató- logos. Coinciden en que, fuera de las horas de mayor radiación, seca la grasa de la piel, pero si aquella es intensa produce el efecto contrario.

 

5- Fumar empeora su evolución

El tabaco no tiene ningún beneficio para la salud, y el acné no es una excepción. Se ha comprobado que la adicción a la nicotina hace que persista en las personas que lo sufren, entre otras cosas, porque produce inflamación en los tejidos, uno de los síntomas característicos de esta enfermedad. Además, puede actuar como desencadenante entre quienes tienen predisposición a padecerla. Las consecuencias también alcanzan a los fumadores pasivos, ya que el humo bloquea los poros de la piel e impide que transpire.

 

Fuente: Muy interesante