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Es lógico que estés preocupada por la salud de tus hijos, al saber que los buenos hábitos alimentarios desde edades tempranas previenen enfermedades crónicas como obesidad, hipertensión, diabetes, etc. Sin embargo, antes de que tu deseo por hacerles un bien te lleve a ser radical y prohibirles lo que más les gusta, te proponemos estos consejos. ¡Ponlos en práctica!

 

 

Buen ejemplo

Comienza por no ser la primera en consumir dulces, sobre todo si tus hijos te piden golosinas frecuentemente. Será más fácil que te hagan caso si ven que para ti los dulces no son importantes.

 

Que tu casa no sea una vitrina

Ayuda a tus hijos a controlar la tentación. Fíjate que la cocina no esté llena de opciones para consumir golosinas y que más bien sea un lugar donde encontrar alimentos sanos.

 

Porciones pequeñas

Un truquito es servir en platos más pequeños. Enseña a tus hijos que con ciertas raciones es suficiente. Diles que compartan sus delicias favoritas con amigos y hermanos.

 

No los premies con dulces

Recompensar a tus hijos de este modo no es una buena estrategia. Te recomendamos hablarles afectuosamente, con palabras de estímulo, dar un paseo o jugar con ellos.

 

Las etiquetas no ayudan a los niños

Tildar de “malos”, “dañinos” o “prohibidos” a los dulces podrían causar el efecto contrario y despertar ansiedad en ellos. Son palabras extremas y utilizarlas no es beneficioso.

 

¿Y si el postre es una fruta?

Esta es una buena medida para terminar las comidas, en lugar de que se acostumbren a cakes, helados o galletas. Al servir, varía la presentación para que bananas, peras, manzanas, etc. sean más llamativas.

 

Comer dulces pero no cotidianamente

Los niños deben aprender que estos alimentos no son indispensables a diario y tampoco nocivos de vez en cuando. Si se manejan así de pequeños, de grandes lo harán igual.

 

Los dulces no reemplazan las comidas

Si tus hijos no terminaron su almuerzo o cena, evita que de algún modo consigan un postre o golosina. En el desayuno deben comer algo nutritivo; deja el pastel del cumpleaños de ayer para después.

 

Fuente: Revista Mariela

apetitoc

Una investigación científica realizada por expertos de la Brigham Young University señala que la moda de tomar fotos de lo que vas a comer para subirlas a las redes sociales puede hacer perder el apetito.

«De alguna manera, lo que ocurre es que la persona «siente» sensorialmente que lo comió, pese a que nunca haya probado bocado, y aparece una sensación de cansancio sobre la comida», explicó el coordinador del experimento, Ryan Elder.

Para probar esta hipótesis el equipo trabajó con 232 personas que miraron y luego clasificaron las instantáneas por alimentos salados y dulces. Y luego de completar esta «tarea», los invitaron a comer una determinada cantidad de alimentos salados y dulces, respectivamente.

Los investigadores encontraron que quienes habían calificado repetidamente fotos de alimentos salados, «disfrutaban» menos de la posterior experiencia de comer ese tipo de cosas.

Fuente: Neomundo.com.ar/

La debilidad por los dulces muchas veces puede ser incontrolable. Puedes seguir cualquier dieta, pero al enfrentarte a una rica torta de chocolate o a tu dulce favorito, toda fuerza de voluntad desaparece.

Hay varias razones por las que esto puede suceder:

Piques de insulina: si tu alimentación es alta en carbohidratos simples (azúcar, pan blanco, arroz blanco etc.) puede que experimentes un bajón de glucosa un tanto drástico que haga que tu cuerpo te pida azúcar para compensar. Mucho cuidado con esto porque te puede llevar a desarrollar diabetes.

Antojos: Muchas veces creemos que son falta de fuerza de voluntad, sin embargo, en realidad son mensajes que tu cuerpo te da. Puede ser que te pida mucho chocolate y dulce, pero en realidad lo que necesita es magnesio, cromo o agua. Al malinterpretar, dejas de darle a tu cuerpo lo que realmente necesita.

Costumbre: Somos animales de hábito; muchas veces comer postre al final de las comidas es tu costumbre. Tienes que aprender a reemplazarlo para que puedas mejorar tu alimentación.

Estrés: Cuando el cuerpo experimenta una respuesta de estrés, algunas personas acuden a la comida ya que la interpretan como un mecanismo para sentirse mejor. Desde pequeños, recibían comida al hacer algo correctamente o incluso como consuelo cuando se sentían mal. Es por esto que de adultos siguen repitiendo el mismo patrón.

Poco dulce natural en tu dieta: Si tu alimentación es muy proteica y baja en carbohidratos, seguramente tu cuerpo desesperado por recibir glucosa no te permite resistirte a un postre cuando lo tienes delante.

¿Qué puedes hacer ya?

Yo soy creyente de que a los problemas hay que sanarlos de raíz y no superficialmente. La clave está en que aprendas a escucharte y conocerte para que sepas cómo bajarle el volumen a esa voz que te dice: “¡QUIERO DULCE!”. Prueba los siguientes tips:

¿Qué otras cosas crees que te pueden servir? Estoy segura de que tienes muchas ideas y probablemente sean las adecuadas para ti. Yo te tengo fe. Ponle todo tu corazón. Más recetas en @healthyon_AnaC

Recetas:

Para snacks y postres

Frutillas con chocolate negro derretido.

Escoge unas frutillas jugosas, derrite chocolate negro al setenta y dos por ciento en un olla o en el microondas (intervalos de treinta segundos) ¡y listo! tienes un fondue. Si quieres, baña las frutillas con el chocolate y refrigéralas. No hagas más de lo que vas a comer.

Granola casera

1 taza de avena en hojuelas

1 taza de coco rallado

1 taza de nueces y frutos secos

1 taza de semilla

(Lo que no encuentres puedes reemplazarlo con avena o coco)

¼ de taza de aceite de coco

¼ de taza de miel de abeja (opcional)

Canela y nuez moscada en polvo

Tritura cualquier pedazo muy grande de nueces, mezcla todo y esparce en un molde (revisa que esté engrasado o usa papel manteca). A fuego medio, coloca el molde y cada diez minutos mezcla todo para que no se queme. Déjalo hasta que dore. Disfruta con yogurt en el desayuno, encima de una ensalada de frutas o incluso en ensaladas con vegetales.

 

Fuente: Revista Mariela

Como ya hemos hablado en otras ocasiones, una buena nutrición que equilibre en cada una de las comidas las cantidades necesarias de macro nutrientes, permitirá mantener tus niveles de glucosa en sangre estables. Se evitan esos picos de bajada/ subida de azúcar que provocan esa necesidad de dulces o snacks entre horas.

Esto se acentúa si además sueles comer fuera de casa, o viajas por trabajo frecuentemente.

Aquí te dejo 5 pequeños trucos para calmar el apetito entre horas. Son estrategias sencillas que te ayudarán a mantener el control y evitar la ansiedad por comer.

No esperes a tener hambre para comer ni sed para beber

Esperar a tener hambre para comer solo conducirá a que te lleves a la boca casi lo primero que pilles con esa necesidad de calmar el hambre. Por ello, lo recomendable es que comas un pequeño tentempié a las tres horas después de la comida principal. Así controlarás mejor el apetito y además mantendrás al metabolismo activo durante más tiempo.

Por otro lado, evitarás esa ansiedad de comer deprisa, es probable que dediques más tiempo a masticar y comer lentamente.

Añade especias, vinagre a tus ensaladas y comidas y canela al café y té

El vinagre ayuda a mantener estable el azúcar en sangre, evitando así como hemos dicho, esas bajadas de azúcar. Recuerda la importancia de mantener estable el nivel de glucosa en sangre.

¿Has probado a añadir especias para dar sabor a tus comidas y ensaladas en lugar de azúcares? Busca opciones que hagan las comidas más sabrosas y apetecibles, especies como la pimienta, el eneldo, perejil, ajo en polvo. Por otro lado, el vinagre ayuda a reducir el índice glucémico bajo, da sabor a muchas de las comidas y tiene pocas calorías. (Ojo, el de Módena suele contener azúcares, opta por el de manzana o de jerez).

Para los dulces, tés o el café prueba a añadir un poquito de canela en vez de azúcar. La canela además de ser un potente afrodisíaco también se ha demostrado que retarda la velocidad en la que el alimento se metaboliza, teniendo la sensación de estar saciado.

Snacks saludables en puntos clave de la cocina

Trata de tener snacks saludables en aquellos lugares a los que sueles acudir a por todo lo contrario. Sustituye las galletas de chocolate por frutos secos o frutas deshidratadas; coloca en la nevera, en la balda de en medio y/o en la puerta, palitos de zanahoria, frutas, botella de agua con rodajas de limón.

De esta manera, cuando instintivamente acudas a por un dulce, tendrás una opción menos calórica y más sana.

Por otro lado, cada vez irás eliminando aquellos productos de alto contenido en azúcar, altamente procesados y/o con grasas saturadas.

El poder del agua

Lo hemos escuchado y leído muchísimas veces, pero seguimos optando por refrescos y zumos con alto contenido de azúcares añadidos como opción entre horas en lugar de agua. Piensa por un momento las calorías vacías de los refrescos, bebidas carbonatadas que provocan además hinchazón, y zumos frente a las cero calorías del agua.

Lleva una botellita pequeña siempre contigo, beberás más agua y te mantendrá saciado e hidratado. Es fácil.

Comer lentamente

Si te gusta comer, dedica el tiempo necesario en degustar los alimentos y masticarlos bien. Parece una tontería, pero te sacias antes y comes lo necesario, no más.

Te aseguro que siguiendo estos sencillos pasos conseguirás mantener una nutrición más sana, perderás peso y te mantendrás saciado durante más tiempo.

Fuente: Correr y Fitness