El planteo se repite en casi toda entrevista de trabajo. «Decime una virtud y un defecto tuyo», suele decir el entrevistador. La respuesta por la virtud resulta más sencilla, poco estresante. Allí no hay nada de qué avergonzarse y se puede ser más creativo. En cambio, el segundo interrogante implica una complicación. ¿Qué responder sin caer en clichés y, a su vez, sin restar posibilidades a la hora de la selección final?
«Soy muy perfeccionista» o «Soy muy detallista», repiten muchos postulantes sin saber que una respuesta de ese tipo no les suma en ningún aspecto. La pregunta por la debilidad es típica y persigue un interés claro. «El objetivo central es tratar de entender el nivel de conciencia de limitaciones que tiene el candidato. Cuánto se conoce, dónde están sus vulnerabilidades porque, guste o no, todos las tenemos», explicó a Infobae Alejandro Melamed, director general de Humanize Consulting.
Además de conocer cuánta conciencia tiene de sus limitaciones el postulante, la pregunta apunta a incomodar. «A partir de ella siempre se intenta sacar de la zona de confort al candidato para entender cómo responde ante situaciones diferentes. Vemos su capacidad de adaptación, el manejo del estrés y cómo controla situaciones incómodas», continuó.
La pregunta está planteada y no se puede evitar. ¿Cómo se debe contestar? Melamed aseguró que en este interrogante, como en todos los demás, se debe decir la verdad. La transparencia es vital en una entrevista de trabajo, pero puede pasar que la honestidad brutal choque contra los propios intereses y las posibilidades posteriores de tener éxito.
Entonces, se trata de encontrar un equilibrio. Un defecto real, pero que no lo imposibilite para el puesto al que se aspira. «Mi sugerencia es referir a un tema en el que se está trabajando en el plan de mejora y ya se haya evolucionado. No debe ser un tema que inhabilite al candidato para avanzar con el proceso. Hay que pensar la respuesta y contestar con sentido de responsabilidad». sostuvo el especialista.
La técnica de «mejora en proceso» aprovecha la oportunidad para salir de un apriete con un aspecto positivo y, a su vez, indica que uno reconoce sus limitaciones y se esfuerza por mejorar. Capitaliza las oportunidades para aprender y seguir con su desarrollo profesional.
En una ocasión, Melamed recuerda que un candidato, que había asegurado que manejaba muy bien la presión, empezó a tartamudear ante la pregunta por la debilidad. Al tartamudeo inicial le siguió el enojo. Ofendido por el planteo, se aceleró y cada vez hablaba más rápido. Quedó al descubierto que, al contrario de lo que había dicho, no sabía controlar situaciones de presión. Por eso, ante el interrogante, el especialista recomienda siempre decir la verdad, pero no por eso exponerse.
Fuente: Infobae
Ricardo Arjona dejó plantado en medio de una entrevista al reconocido periodista Camilo Egaña de CNN en Español. La conversación había comenzado en un tono amigable con un recorrido por la carrera del guatematelco. Hasta que un pregunta le cayó mal y se retiró del set.
En un momento, Egaña le consulta al artista sobre las personas que critican su trabajo y qué opinaba del escrito del autor colombiano Iván Gallo, quien dice que el músico es un «mal poeta» y un «farsante» .
Egaña citó parte de este texto, y el cantante se molestó.
Incómodo con dichas declaraciones, le refutó al periodista que sólo había recopilado cosas malas sobre él. «Pensé que eras un comunicador bien intencionado. Yo creo que tendríamos que suspender la entrevista», dijo Arjona, a quien se notaba bastante molesto.
«Pensé que eras un comunicador bien intencionado. Yo creo que tendríamos que suspender la entrevista»
Y continuó: «Me parece de muy mal gusto«, y lo acusó de no haber escuchado su disco. «Es que el disco me llegó ahora«, contestó Egaña.
El periodista explicó que en realidad le interesaba saber por qué tenía tanto detractores, a lo que el cantante aún más enojado le contestó: «Esas cosas no deberías de preguntármelas a mí, preguntáselo a ellos. Armaste una entrevista buscando quién odia a Arjona».
«Esas cosas no deberías de preguntármelas a mí, preguntáselo a ellos. Armaste una entrevista buscando quién odia a Arjona»
Tras un corte comercial, Arjona ya no estaba en el set.
Por su parte, Egaña le respondió a través de Facebook con un extenso texto, en donde asegura que el músico de 53 años no acepta las críticas y se olvida de sus inicios.
«Cuesta creer que alguna vez fuera él quien iba al aeropuerto a buscar a los artistas, el que les servía el café… Esta noche y por derecho propio, Ricardo Arjona protagoniza este programa, porque hablando se entiende la gente«, dice al final de la publicación.
Fuente: Infobae