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Que se prepare Ashley Graham, le han salido competidoras: este verano todas vamos a emular a los Baywatch en plena época veraniega. Los bañadores de cuerpo entero de color rojo están por todas partes y levantan pasiones con su sola presencia. Las redes sociales se han hecho eco de ello y las firmas low-cost nos propone modelos de lo más variados.

Al más puro estilo Baywatch

Ya sea pensando en la serie de los 90 o en el remake que acaba de presentarse, todas podemos ser una ‘vigilante de la playa’ (con o sin flotador en mano). Celebrities, influencers y bloggers ponen en práctica esta moda y nos enseñan que lo suyo es dejar sin habla al personal.

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My other daytime job💥

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Fuente: Trendencias

Tras la petición de mano de Fedez a la bloguera y empresaria Chiara Ferragni este fin de semana, en GQ nos hemos visto sorprendidos por el extraño magnetismo que despierta la estética de este rapero italiano. Cualquiera diría que se viste con la luz apagada, pero lo cierto es que en su desorden hay atisbos de lucidez. Reconozcámoslo: Fedez no es Lil Yachty ni tampoco Big Sean, y mucho menos Kanye West. Al contrario, se parece más a un ‘guido’ que al marido de Kim Kardashian, pero tiene cierta idea.

En sus looks hay reminiscencias del estilo ‘paninaro’, célebre en la Italia de los años 80. Esta subcultura nació como consecuencia de una época de bonanza y celebración del estilo de vida americano. Muchos pijos italianos sucumbieron a la eclosión del ‘fast food’, las motos Zündapp 175 y la música pop. Vestían bombers de Schott, plumas de Moncler, chaquetillas de CP Company y zapatillas Vans. Les encantaban los pantalones de Armani Jeans, los colorines y las etiquetas bien visibles. Fueron los análogos europeos del ‘preppy’ en los años del consumismo feroz.

Y lo cierto es que Fedez nos gusta, pero también nos desconcierta. A continuación, enumeramos tres razones por las que amamos su estilo y otras tres por las que lo odiamos. Empecemos con las primeras.

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A FAVOR

1. No todo el mundo es un ‘gentleman’. Fedez es un rapero y punto. No pretende ser otra cosa. Por el éxito de sus canciones en suelo italiano y su pasión por la moda –que la ama es evidente–, podríamos considerarlo, en cierta medida, un Kanye West a la europea. No en vano se va a casar con una ‘instagramstar’, Chiara Ferragni, cuyo modelo de negocio se estudia hasta en Harvard –Ferragni y su exnovio Riccardo Pozzoli ya han impartido varias conferencias en esta universidad–. Fedez, al igual que todos los raperos, tiene una personalidad muy definida que recibe ‘inputs’ de todas partes: la moda de lujo, las firmas ‘streetwear’, la historia de su país, sus colegas estadounidenses… En definitiva, cuenta con un discurso estético forjado a base de miles de influencias. Y en este caso la ensalada no es ningún desastre.

2. No teme a la experimentación. Un reconocimiento a vuelapluma de su Instagram, sus conciertos y sus apariciones públicas, nos da una pista sobre su ausencia de miedo. En este fresco renacentista de firmas de lujo, colores, tejidos y cortes encontramos la completa asunción de una de las tendencias que triunfará el próximo otoño, la de la elevación de la calle –y viceversa– por obra y gracia de Louis Vuitton by Supreme. Nada nuevo en el frente, es cierto, pero recordemos que hace cinco años Kanye West y Virgil Abloh eran considerados poco menos que unos parias ‘outsiders’.

3. Italia vs. USA. En Federico Leonardo Lucia, alias Fedez, hay ’souvenir jackets’ de Gucci, bombers de Moschino, camisetas de Supreme y moda deportiva de Thrasher. Alta cuna, baja cama. El estilo ‘paninaro’ del siglo XXI tiene en el cantante de ‘Vorrei ma non posto’ un embajador de lujo.

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EN CONTRA

1. Pero Fedez no es Kanye West. Que se parezca algo no significa que sea como él. Ni siquiera tiene un aire a Chance The Rapper o Travis Scott. Fedez cuenta con el dinero y el interés para ser como ellos, pero le falta algo genuino. El estilo del rapero italiano nos llama la atención porque en su país es único en su especie, pero dudamos mucho de sus posibilidades si mantuviera su estética en la selva estadounidense. Fedez es una amalgama de estilismos ya inventados, y eso está bien si además se apoya en algo propio, muy propio. Y eso no lo vemos.

2. Sprezzatura, ubi sunt? Este término acuñado en el siglo XV hace referencia a los hombres con más estilo del mundo, los que marcan una actitud elegante y estudiadamente relajada. Su autor fue el diplomático italiano Baldassare Castiglione, en cuya obra ‘El Cortesano’ explicaba la falta de afectación que debía mostrar todo ‘gentleman’ –en resumen, que un impecable look parezca un accidente–. Se usa, sobre todo, en el ámbito del ’tailoring’. Fedez tiene 27 años y procede del país donde nació la sastrería moderna –al alimón con los británicos–. Por eso echamos en falta un poco de atrevimiento con los trajes, pues ya es hora de que se haga uno a medida. Fedez, chato, que eres milanés…Y tienes casi 30 años.

3. Un árbol de Navidad. Su talón de Aquiles es el oro, la plata y la quincalla. Como todo buen rapero, se pirra por la joyería sin medida: colgantes, anillos, pulseras… Y eso nos sobra un poquito. Además, Fedez usa siempre el mismo calzado: zapatillas de caña alta y Vans. Más osadía, hombre. Por último, a nuestro juicio, sus tatuajes dejan mucho que desear; no tanto por la forma, sino por el color. David Beckham o Conor McGregor son un buen ejemplo de ’tattoos’ bien ejecutados. Los de Fedez son un poco de aquella manera.

 

Fuente: Revistagq

Pocas cosas hay que no se ponga Chiara Ferragni y no catapulte a la fama, sus 8,8 millones de seguidores en Instagram suspiran por las novedades que enseña la italiana a diario en sus redes sociales. Entre esta gran masa de fieles encontramos a los puestos más importantes del mundo de la moda, por lo que en poco tiempo se ponen a trabajar para conseguir lo que ella lleva o para clonarlo. Con la llegada del verano Chiara no ha querido desaprovechar Coachella para promocionar junto con sus hermanas el nuevo bañador, que ya está causando estragos en muchas chicas del mundo.

Si nos detemos a analizar el traje de baño no podemos destacar demasiadas cosas porque es realmente básico pero tiene justo las cosas necesarias para enamorar a la gente. Comenzamos por el gran escote en las zonas laterales, insinuando el pecho aunque siempre sin dejar ver nada más allá, los ojos más famosos de la firma de Chiara Ferragni los encontramos en este caso en la zona de los pechos y el colorido no es muy extenso, tan sólo lo encontramos en blanco y negro. A pesar de los 125 euros y de la sencillez extrema del bañador en poco tiempo colgarán el cartel de SOLD OUT en la web.

 

Fuente: Trendencias