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Investigaciones de la Universidad de Nueva Gales del Sur revelaron que el mal humor es señal de tener alto cociente intelectual. La conclusión fue que el mal genio estimula la capacidad para argumentar, mientras que los niños optimistas tienen más facilidad para crear y cooperar.

 

Los especialistas aseguran que los niños y personas malhumoradas procesan mejor la información en situaciones difíciles y dan mejores respuestas ante las situaciones complicadas de la vida.

 

Cuando el temperamento de tus hijos se excede 

A medida los niños crecen, comienzan a cuestionarse todo lo que ocurre a su alrededor, lo cual es altamente positivo. Sin embargo, si tus hijos se extralimitan, aplica estos consejos:

 

– Estimúlalos para que expresen con palabras lo que sienten y no con gritos o golpes.

– Enséñales a apartarse de las situaciones o personas que los alteran significativamente.

– Si explotan, pídeles que vayan a su habitación y explícales que no les harás caso hasta que se tranquilicen.

– Sé un ejemplo y no muestres un carácter desmedido en situaciones cotidianas.

 

 

Fuente: Revista Mariela