Cargando
.

Lee la revista aquí

Si lo que anhelas es tener un vientre plano, debes conocer sobre alimentos que quizás consumes a diario y están compuestos por ingredientes que acumulan grasa abdominal.

Expertos en nutrición explicaron al portal Salud 180, que existen alimentos con mayor grasa y azúcar que están presentes en tu dieta diaria y se van acumulando en tu abdomen:

1. Galletas o pan blanco: Algunos contienen grasas trans, que provocan el aumento de la cantidad de grasa alrededor del tejido del abdomen y la redistribuyen a otras partes del cuerpo.

2. Helados: Contienen una gran cantidad de crema, azúcar y leche entera. Consumir este tentador postre evitará que quemes la grasa abdominal. Es más, se dice que es uno de los alimentos que comen los artistas aunque en vez de comerlo frío, lo calientan para que haga efecto rápido y subir de peso para el papel que van a interpretar.

3. Bebidas azucaradas: Gaseosas o algunas bebidas dietéticas se las vincula ampliamente con la obesidad, la diabetes y la grasa abdominal. Consumirlas a menudo provoca el almacenamiento de grasas y la inflamación crónica.

4. Mayonesa y aderezos: Estos productos contienen gran cantidad de grasas, que incluso llegan a superar el 80% del total de sus ingredientes.

5. Alimentos salados: Si no puedes vivir sin ponerle demasiada sal a tus comidas, puedes provocar que tu cuerpo retenga líquidos en exceso. Los expertos recomiendan que un adulto debe consumir como máximo un equivalente a una cucharadita de sal al día.

6. Comida rápida o chatarra: Hamburguesas, pollo broaster, papas fritas o todos aquellos alimentos fritos que se venden en los establecimientos de comida rápida también son una amenaza latente para que tengas grasa en el abdomen. Esto se debe a ingredientes como carbohidratos refinados, azúcares y jarabe de maíz, presentes en estos alimentos.

7. Alcohol: Aparte de las calorías que contiene un vaso de cerveza o una copa de vino, se ha encontrado que consumir alcohol aumenta el apetito.

8. Cereales: Los peores son los de caja refinados con azúcar.

9. Embutidos: Si quieres evitar esa pancita, es mejor que apuestes por dejar los embutidos. Incluso, trata de no consumir los quesos en grandes cantidades, más que nada los grasos.

10. Granola y barritas: Abusar de estos alimentos, por pensar que son dietéticos, nos llevan a subir de peso en lugar de perderlo. Lee bien las etiquetas.

Recuerda que si tu objetivo es eliminar esa barriga, debes evitar estos alimentos y optar por frutas, verduras o frutos secos, sobre todo para esos momentos en que te dan antojos. Un alimento saludable siempre será una mejor opción. (F)

La vocera del cantante Laura Núñez culpó a unos paparazzi que irrumpieron en su habitación de haber alterado al intérprete.

José José tuvo que ser trasladado al área de cuidados intensivos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición ‘Salvador Zubirán’, y según su representante, los culpables de eso fueron unos paparazzi que irrumpieron en su habitación.

Laura Núñez pidió a los medios de comunicación más respeto por la salud de José José, ya que al entrar unos fotógrafos a su habitación en el hospital, él se alteró y le subió mucho la presión, razón por la que tuvo que ser ingresado a terapia intensiva, informa Tvynovelas.com.

El intérprete fue internado en el Instituto Nacional de Nutrición hace unos días, pues estaba rechazando todo alimento, por lo que tuvo que ser canalizado para que su cuerpo recibiera los nutrientes necesarios para poder recuperarse.

Así mismo, Núñez asegura que los hijos de José José están muy pendientes de él, y que lo visitan cada vez que tienen oportunidad.

 

 

 

Fuente: La Botana

El rostro es el espejo de nuestro bienestar emocional; en él se dibujan las expresiones y las sensaciones de nuestra existencia. Dependiendo del momento de la vida que estamos viviendo, si es dulce o amargo, irradiamos serenidad, buen humor, decepción o preocupación. Hoy en día, se dice que para saber si alguien se encuentra en un estado de bienestar hay que observar detenidamente la apariencia de la piel del rostro.

Muchos son los consejos que podemos encontrar para mantenernos optimistas y serenos en todas las circunstancias: meditar, hacer ejercicio y dar mucho cariño a los que nos rodean son algunos de ellos; adoptar una mascota no es mala idea.

Sin embargo, por muy buena actitud y mucho amor que compartamos, si nuestra alimentación es alta en grasa de origen animal o aceites diferentes al de oliva o canola, vamos a presentar una piel con síntomas de inflamación: enrojecida, con manchas, con acumulación de grasa en los párpados.

Cuando somos jóvenes, la producción de colágeno y elastina es muy eficiente; el primero da firmeza y el segundo evita la formación de arrugas. Pero a medida que envejecemos, empezamos a perder esa eficiencia, y de ahí la necesidad de mantener una dieta equilibrada, si no queremos perder frescura y belleza.

Dietas bajas en carbohidratos o sin bases científicas comprobadas pueden afectar a los músculos que dan tono a los pómulos, que definen el contorno del rostro, dando un aspecto demacrado y envejecido a la cara.

Cuando, en cambio, la alimentación es muy alta en carbohidratos, producimos elevadas cantidades de glucosa (azúcar); ésta se adhiere al colágeno, inhibe su función y acelera el envejecimiento del rostro.

La ingesta de carbohidratos como azúcar de mesa, papa, harina de trigo, arroz, choclo licuado o molido también afecta a la elastina; se entrelazan con ella  formando un entramado que la vuelve rígida y facilitando la formación de  arrugas.

Cuando ingerimos alimentos que contienen proteínas, junto con azúcares, y que han sido sometidos a elevadas temperaturas, se forman compuestos AGES; estos, son los culpables de destruir la calidad de la piel. Es decir, es aún más rápido el fenómeno de envejecimiento cuando consumimos postres que están  elaborados con huevo o queso, más azúcares, o en una pieza de carne, pollo o pescado glaseados.

Diez alimentos que atentan contra tu belleza:

 

Afortunadamente, ya se patentó una harina de trigo diseñada para ingresar lentamente como glucosa en la sangre, volviendo posible el consumo de estos productos sin llevarnos a un envejecimiento precoz. Este es un nuevo aporte que en materia de salud, belleza y placer por una buena comida nos ha entregado el Dr. Barry Sears, creador de la dieta de la zona.

Fuente: Revista Mariela

Perder la silueta y sufrir de osteoporosis son, en la mayoría de los casos, los miedos más generalizados de las mujeres que están a punto de entrar en la menopausia. En ese particular momento de la existencia, se disminuye la producción de una hormona llamada estrógeno.

El estrógeno es el responsable de controlar los niveles de insulina en la sangre. Al producir menos estrógenos, la insulina estará en un nivel más alto; insulina alta equivale a dificultad para quemar grasas e incrementos de inflamación celular, inclusive la concentración mental puede verse afectada, pues se ha demostrado que el estrógeno es necesario para mejorar las conexiones cerebrales.

Por otro lado, el exceso de estrógenos puede conducir al cáncer de mamas; esta es una de las razones por las que se analiza exhaustivamente si realmente se hace necesario una terapia de sustitución hormonal en una mujer en menopausia. Durante la juventud, existe una hormona que controla que no haya excesos de estrógenos: la progesterona; usualmente, el cuerpo crea un balance entre las dos.

En la menopausia, se reduce la producción de progesterona, que entre sus funciones incluye también el nuevo crecimiento de tejido óseo, de ahí los posibles problemas de osteoporosis en edad avanzada.

Muchos de los síntomas de la menopausia vienen dados por un desequilibrio de estrógenos y progesterona. Una dieta diseñada para crear la máxima eficiencia del sistema hormonal es una forma efectiva a la hora de mantener el bienestar general.

La primera recomendación para alcanzar esta dieta es evitar todos los carbohidratos desfavorables. Se los considera como tales, aquellos que son capaces de elevar en exceso la glucosa en la sangre; a mayores picos de glucosa, mayor insulina, y, en consecuencia, menor estrógeno. Por ejemplo, los jugos de fruta, el verde o el choclo licuado, el azúcar de mesa, el puré de papa, el arroz blanco, las harinas blancas.

Aliméntate con una combinación de proteínas, carbohidratos y grasas buenas en cada comida: desayuno, almuerzo, snack y cena. No es aconsejable que te saltes una comida; estarías poco a poco destruyendo el sutil equilibrio de tu sistema hormonal y ralentizando tu metabolismo.

No es fácil que pienses en una comida equilibrada frente a la tentación de simplemente llenarte, debido a la rapidez de la vida de hoy. Tampoco es sencillo que puedas balancear los ingredientes cuando estás hambrienta. Basados en esta necesidad de la población, surgieron hoy en el mercado los productos AFAT (alimentos funcionales de alta tecnología), como panes, pizzas y pastas que han sido producidos bajo una técnica de horneo molecular, que impide que la harina se comporte como un carbohidrato desfavorable, y, al mismo tiempo, aporta proteínas y grasas saludables. Son una óptima alternativa para una nutrición fácilmente equilibrada y sin que tengas que renunciar a tus platos preferidos.

 

Fuente: Revista Mariela

Las sopas de vegetales son lo último para quienes cuidan su organismo y su figura. Esta alternativa está ganando adeptos con éxito, si analizamos el mercado de compañías de sopas caseras, que promocionan ser ricas en vitaminas, calcio, fibra y proteínas, ofreciendo bajar de peso, aumentar la energía y hasta una depuración del cuerpo. Ante el crecimiento de su popularidad y la comparación con los detox, los expertos aclaran:

Son nutritivas. Las numerosas variantes de sopas permiten obtener nutrientes que no se consiguen únicamente en los zumos.

Facilitan la digestión. Las sopas se toman calientes, lo cual ayuda a tu sistema digestivo.

Aportan pocas calorías. Aparte de esta cualidad, son ideales porque sacian tu apetito, evitando que te excedas con los otros platos.

 

Son hidratantes. Esto se debe a que contienen principalmente agua.

 

No adelgazan. Además, no son sustitutivas de las comidas. Tomar únicamente sopas por varios días no es una alimentación completa.

 

Fuente: Revista Mariela

Al igual que existen productos para intentar mitigar los signos de envejecimiento de la piel, la alimentación también es clave a nivel cerebral. Según un estudio dirigido por la doctora Michelle Luciano, de la Universidad de Edimburgo (Escocia), y publicado en Neurology, los alimentos propios de la dieta mediterránea ayudarían a mantener el volumen del cerebro.

 

Para llevar a cabo esta investigación, se recopiló información acerca de los hábitos alimenticios de 967 escoceses de edad avanzada y sin ningún tipo de demencia. Cuando tenían en torno a 73 años, a 562 de ellos se les sometió a una resonancia magnética para medir el volumen total del cerebro, el de la materia gris y el grosor de la corteza cerebral, y, de estos, 401 regresaron tres años después para hacerse una segunda resonancia magnética.

Al comparar los datos, se constató que en esos tres años las personas que se alimentaban con productos propios de la dieta mediterránea habían tendido a conservar más volumen cerebral que los otros. Sin embargo, “aún se necesitan estudios más amplios para confirmar los resultados”, explica Michelle Luciano.

 

¿Qué incluye la dieta mediterránea? 

  • Predomina el consumo de frutas, vegetales, legumbres, carnes blancas, pescado, marisco, pasta, arroz, frutos secos, aceite de oliva.
  • Excluye carnes rojas, huevos, mantequilla y dulces.

 

¡Comienza hoy con este delicioso plato!

 

Zarzuela de pescado

Ingredientes:

1 taza de cebolla cortada fina

2 cucharadas de aceite de oliva

1 taza de zanahorias cortadas finas

1 taza de vino blanco seco

200 gramos de almejas

400 gramos de vieiras (opcional)

800 gramos de bacalao

Sal

Una pizca de azafrán

 

Preparación

Fríe la cebolla con el aceite hasta que esté transparente. Añade las zanahorias y el tomate y continúa la cocción a fuego lento entre 15 y 20 minutos. Coloca el vino y las almejas, la taza de agua, las vieiras y el bacalao. Muele el azafrán con un poco de sal; agrega a la sopa y hierve lentamente unos 10 minutos hasta que el pescado se lamine fácilmente. Sirve acompañado de pan blanco.

Fuente: Revista Mariela

 

Es muy cierto que no siempre es posible mantenernos frescos y serenos en nuestra vida cotidiana; los pequeños y grandes desafíos que enfrentamos diariamente logran de vez en cuando hacernos perder el equilibrio emocional y minan nuestra paz interior.

Se hicieron muchos estudios sobre el funcionamiento de las hormonas, en particular de la serotonina, que es la hormona que nos procura felicidad y paz. Con el desarrollo de antidepresivos, empezamos a conocer el funcionamiento del intercambio de informaciones en el cerebro y cómo una neurona emite información hacia otra, a través de neurotransmisores; en el caso particular de la serotonina, un nervio la emite, y, cuando termina de enviar un mensaje, él mismo la vuelve a recapturar.

Un antidepresivo actúa inhibiendo la recaptación de la serotonina, actuando  como un freno a la cantidad de información que proviene de la parte de nuestro cerebro que tiene que ver con el instinto de supervivencia, donde el miedo es uno de los principales componentes. Cuando los valores de serotonina son bajos, es más fácil que tengamos pensamientos negativos con respecto a las situaciones que nos rodean.

Si comemos carbohidratos, formamos serotonina, pero si excedemos las cantidades que consumimos se formarán sustancias inflamatorias, y en estados depresivos o de ansiedad habrá un aumento de sustancias inflamatorias. Por esta razón, cuando hacemos dietas con mucho carbohidrato, sentimos felicidad y tranquilidad en un primer momento, pero posteriormente pasamos por estados de depresión, que solemos relacionar con arrepentimiento por ingestas que sabemos que son dañinas.

Para disminuir la inflamación, nuestro aliado más importante es el omega 3, porque contiene EPA, que es un poderoso antinflamatorio, y como si fuera poco también tiene DHA. Valores bajos de DHA están relacionados con estados depresivos.

Para formar serotonina necesitamos alimentos ricos en triptófano, como leche sin grasa, pavo, lenteja, garbanzo, haba, fréjol, avena, frutilla, arándano, melón, uva, manzana, aguacate, maní, almendra. Pero también necesitamos magnesio, que casualmente está presente en las leguminosas, leche, yogurt, queso (selecciona las opciones de lácteos bajas en grasa para no crear inflamación), almendra, nuez, maní, aguacate, avena, vegetales de hojas verdes y, por supuesto, agua mineral rica en magnesio (revisa la etiqueta).

Tengamos mucho cuidado con el exceso de carbohidratos porque consumen muchas vitaminas del grupo B para ser metabolizados; esto significa que al dejarnos bajos de estas vitaminas sentiremos cansancio. Al aumentar el consumo de carbohidratos, se bajan los niveles de dopamina, que es el neurotransmisor que sirve para levantarnos el estado de ánimo. Como si con eso no fuera suficiente, se pierde magnesio, calcio y zinc, que son minerales usados para el control del estrés.

No abusemos de los estimulantes como el café. Dos tazas al día son de excelente ayuda, pero superar o añadir más estimulantes desgasta las glándulas suprarrenales, que deben producir dopamina; en otras palabras, el café nos da un latigazo de energía para luego provocar una baja.

En la literatura encontrarás que el consumo de proteínas aumenta la dopamina, otra razón para recomendar que las cinco comidas al día tengan proteínas; pero su exceso causa irritabilidad y cambios rápidos de humor.

Entonces, para generar condiciones que favorezcan la serenidad, las comidas deben tener un aporte equilibrado de proteínas, carbohidratos y grasas antinflamatorias, cuya reina es el aceite de oliva.

 

Fuente: Revista Mariela

No solo la juventud de la piel es importante, sino el estado de nuestros huesos, músculos, tendones, ligamentos, cartílagos, dentina, córnea, paredes de los vasos sanguíneos y muchos órganos internos. En todos ellos está presente el colágeno, proteína que con el paso de los años ya no se regenera fácilmente; es por esto que necesitas incorporar a tu dieta lo que te presentamos a continuación.

Alimentos que lo contienen directamente

Alimentos que estimulan su producción

Fuente: Revista Mariela

Cuando los ciclistas colombianos viajaron a Francia para competir por primera vez en el Tour en 1984, llevaron consigo un suplemento energético que nunca se había visto en las carreteras galas: la panela.

Ese azúcar mascabado en panes llamó tanto la atención que compañeros de otros equipos –y otras nacionalidades– que viendo que los colombianos escalaban las montañas «como si las estuvieran bajando», comenzaron a pedirles un pedazo de «ese ladrillo» que comían.

Y el uso del azúcar tradicional como un aliado de los ciclistas es sólo una anécdota, pero revela una verdad bien sabida: la alimentación resulta fundamental para los deportistas, sobre todo porque es la fuente de energía para la competencia.

Por eso, a la hora de hacer ejercicio hay que revisar cuál es la mejor forma de nutrirse.

«El error más frecuente es creer que para mejorar físicamente se debe dejar de comer«, le dijo a BBC Mundo el entrenador deportivo Jesús Madrid Mateu, coordinador en Mocri, empresa que también trabaja con deportistas de élite en Fórmula Uno y golf.

«Lo que hay que cambiar es la composición corporal. No se trata sólo de reducir el consumo de calorías, es necesario mejorar la calidad y la cantidad de los alimentos», añadió.

¿Y cuáles son los que deben consumirse antes, durante y después de alguna práctica deportiva?

«Es muy importante la comida antes y depsués del entreno, debe ser de calidad y ajustada al tipo de actividad física», explicó el experto.

Antes del deporte

Para la nutricionista argentina Cynthia Zyngier, especialista en deportes, lo principal es la alimentación previa a la práctica deportiva.

Se estima que una sesión cardiovascular normal en el gimnasio consume alrededor de 900 calorías.

«Lo recomendable es comer hidratos de carbono complejos como pastas, arroz, papa, pan, legumbres unas dos horas antes de la práctica», le dijo Zyngier a BBC Mundo.

La idea es que este tipo de alimentos se digiere rápidamente y le provee al cuerpo la energía necesaria para el movimiento.

Sin embargo, muchas personas no tienen dos horas –especialmente en la mañana– para digerir un plato de pastas o legumbres con arroz.

«A esas personas se le recomienda hidratos de carbonos simples como leche o un yogurt, que se digieren más rápido y son ideales por ejemplo para quienes salen a la mañana a hacer ejercicio», señaló Zyngier.

Digestión lenta

Pero, ¿qué no se debe comer antes de ir al gimnasio a mover el cuerpo?

Sobre todas las cosas, cualquier alimento que mantenga ocupado al estómago.

«Dos cosas claves, no ingerir alimentos con alto contenido graso o de fibra. Por lo general, éstos se demoran cinco o seis horas en ser digeridos», dijo Zyngier.

Si la actividad física dura menos de una hora, lo recomendable es tomar solo agua para la hidratación.

El pan negro, las cáscaras de las frutas o los alimentos considerados integrales hacen parte de este grupo.

«Cuando se está haciendo digestión, la sangre está concentrada en ese proceso y no en el de darle al cuerpo lo necesario para moverse», explicó.

«Esa combinación por lo general produce un malestar gastrointestinal durante el ejercicio», añadió la nutricionista.

Hidratación

Es poco común ver a los deportistas alimentarse en medio de una competencia, aunque en casos de sesiones largas como una carrera ciclística o una maratón se ven casos que van desde la panela de los ciclistas colombianos hasta los bananos que consumen varios atletas.

Sin embargo, a falta de comida los expertos sí recomiendan el agua: la primera máxima del deportista es mantener la buena hidratación.

«Si la actividad no dura más de una hora, lo mejor es tomar entre medio litro y un litro de agua. Nada más», señalan.

«Si ya se prolonga por más tiempo, entonces hay que comenzar a combinar la hidratación con azúcares, que por lo general vienen en las bebidas hidratantes para deportistas», agregó Zyngier.

Y aunque existen varios mitos sobre que hay que esperar para comer después de realizar algún ejercicio, lo cierto es que la nutrición es fundamental para la recuperación física.

«Para evitar quedar en ese estado de cansancio y agotamiento, lo ideal es consumir de nuevo algún tipo de hidrato de carbono como leche chocolatada, pan blanco y también alguna proteína», explica.

«Lo aconsejable es que sea lo más rápido posible después del ejercicio. También es ideal intentar recuperar todo el peso líquido que se perdió durante la competencia o la sesión en el gimnasio».

 

Fuente: BBC