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Rihanna últimamente ha sido criticada por su aumento de peso, pero ella demuestra que esos comentarios no le afectan y compartió una foto comprando Cheetos.

La cantante originaria de Barbados levantó una nueva ola de comentarios al asistir a ‘Valerian and The City of a Thousand Planets’, pues el sexy atuendo que llevaba volvió a  mostrar sus nuevas curvas que indican que subió algunos kilos, así que las opiniones de usuarios y fans no se dejaron esperar.

Rihanna no se molesta con ello, y por el contrario, en su cuenta de Instagram compartió una foto donde está en una tienda comprando una enorme bolsa de Cheetos.

😭😭😭😩😩😩😩😂 #Rihanna #Snapchat #davis420wedding 4/18/15

Una publicación compartida de 🎈Rihanna on Snapchat🎈 (@rihonsnap) el

Fuente: La Botana

Pero no te preocupes, vamos a ver unos consejos que harán que comer menos calorías no tiene por qué hacerte sentir hambriento.

1.- Come lo suficiente

Las calorías totales que ingieres al final del día dependen de los kilos que quieras perder y tu nivel de actividad. Así que, aunque recortar calorías no está mal, asegúrate de que éstas no son inferiores a las 1.200. Por otro lado, para mantener el hambre a raya, lo ideal es tomar entre 300 y 400 calorías en cada comida principal, y otras 150 en dos tentempiés.

2.- Toma estas tres cosas

Cuando te sientas a comer, asegúrate de incluir proteínas para saciar tu hambre, hidratos de carbono para mantener tu energía, y grasas para mantenerte saciado durante más tiempo. Toma entre 20 y 30 gramos de proteínas en cada comida, e intenta que los hidratos sean complejos (más ricos en fibra). Para el tentempié evita la bollería, y asegúrate de incluir una combinación de al menos dos de los macronutrientes que hemos comentado.

3.- No seas tan restrictivo

Ya lo sabes, sin hidratos, azúcar, pan, o alcohol, no hay diversión. Si tu dieta es demasiado restrictiva, no funcionará a largo plazo. Sentirás demasiado hambre que no podrás soportar continuar con la dieta. Incluye alguno de los alimentos que te apetezca a lo largo del día, pero con moderación. No te preocupes, que seguirás perdiendo peso.

4.- Bebe agua

No hablo de meterte una garrafa al día, pero debes saber que muchas veces confundimos la sed con el hambre. Ten siempre a tu lado una botella de agua para mantenerte hidratado y, por qué no, también saciado. Si eres de los pocos que conozco a los que no les va mucho el agua, puedes llenar tu botellas con agua con limón, té, o incluso agua con gas (aunque ten cuidado con los gases).

5.- Más fibra

La cantidad recomendada es de 25 gramos al día. Esta sustancia hace que no te sientas tan hinchado al mismo tiempo que te mantiene más saciado. Puedes añadir algunas semillas de chía a tus batidos, nueces o frutas del bosque a tus ensaladas, o aguacate a tus tostadas.

6.- Relájate

Trabajar el mindfulness como hábito, comer más despacio, y tomarte tu tiempo para saborear cada bocado, es muy importante para que tu cerebro sepa de verdad cuándo estás realmente saciado.

7.- Corta con el azúcar

Cuando comes azúcar, al final acabas teniendo más hambre. Esto será duro las primeras semanas, pero poco a poco tu cuerpo se irá desenganchando y te sentirás con menos hambre de dulces, chocolates y/o helados.

8.- Duerme

Dormir afecta a los niveles de leptina, la hormona que regula el hambre, y a la grelina, que estimula el apetito. Dormir poco disminuye tus niveles de leptina mientras que aumenta los de grelina. Así que ya sabes, dormir al menos 7 horas hará que puedas seguir perdiendo peso.

Fuente: Correr y Fitness

 

Ayuda a perder peso. Ya debes saber que no existen los milagros a la hora de bajar de peso. La flor de Jamaica es un diurético, que te ayudará a eliminar el exceso de agua en el cuerpo, lo que te hará sentir más liviana y, si retienes mucho líquido, también bajarás de peso. Además, cumple funciones de laxante y suplemento digestivo.

 

Reduce los niveles de colesterol. Se ha comprobado mediante estudios médicos que el té de rosa de Jamaica, si se toma durante un tiempo considerable (un año) reduce el colesterol “malo” hasta en un 35 % y los triglicéridos hasta en un 19 %. Además es 100 % efectivo a la hora de prevenir la hipertensión.

Funciona como antioxidante. La flor de Jamaica es rica en vitamina C, también conocida como ácido ascórbico. Esta vitamina es un antioxidante y puede ayudar a proteger al cuerpo de enfermedades del corazón o cáncer.

 

Incontables propiedades. La rosa de Jamaica tiene importantes cantidades de vitaminas (A, B1, C y E), y minerales como el hierro, fósforo y calcio.

 

No es bueno para todos. Aquellas personas que sufren de insuficiencia renal no deben consumir diuréticos, así que es importante que conozcas cómo están tus riñones antes de empezar a tomar el té de Jamaica.

 

Fuente: Revista Mariela, n°de edición 93

Obeso no estás. Tan solo querías perder entre dos o cuatro kilos para sentirte mejor con tu cuerpo y, de paso, poder cerrar el botón de tus pantalones. El caso es que lo has hecho todo: algo de ejercicio, agua, alimentación sana, cero grasas… Pero nada. Tres meses después de tu sacrificada vida saludable pesas lo mismo o más. ¿A ver si vas a estar haciendo algo mal? Toma nota: estas son las razones por las que tu operación bikini vuelve a fracasar un año más, y cómo debes organizarla hacer para que funcione de una vez por todas.

1. Demasiado azúcar. Sí, amigos. Una gran parte de los alimentos envasados aparentemente saludables -salteados, alimentos dietéticos, salsas light, etc.- cuentan con un montón de azúcares añadidos y edulcorantes artificiales. El problema es que estos azúcares añadidos hacen que tu cuerpo anhele más azúcar, por lo que terminas comiendo más cantidad para satisfacerle. Y tu pensando que estabas comiendo sanísimo.

ASÍ SÍ: Mira bien las etiquetas y si encuentras que los azúcares añadidos o edulcorantes artificiales están entre los tres primeros ingredientes o contiene más de 10 gramos por porción, tacha este producto de tu lista de la compra, y hazlo para siempre.

2. Demasiada sal. En el otro extremo, nos encontramos con otro de los culpables de que no te quites ni medio gramo. Según un reciente estudio publicado en The Journal of Nutrition, consumir demasiado sodio hace que nuestro cuerpo confunda la sensación de estar o no saciado, y terminamos por comer más. Además, el exceso de sal deriva en retención de líquidos, lo cual no hace demasiado favor a tu objetivo de volver a poder cerrarte la ropa.

ASÍ SÍ: De media ingerimos cerca de 3.400 miligramos de sodio al día. Mal. La cantidad recomendada no debe superar los 2.300 y esos miligramos de más que te llevas para el cuerpo te puedes imaginar de dónde provienen: alimentos precocinados, latas y demás variedades insalubres.

La soja, el ajo y algunas especias pueden ser estupendas alternativas para sazonar tu comida, siempre que procures que esta no salga de un envase. Cuando escuches en la tele aquello de “póngale sabor a la vida”, recuerda no pasarte en las cantidades establecidas.

Salero lleno de sal | Pixabay

3. No duermes lo suficiente. Diversas investigaciones han demostrado que las personas que duermen menos de siete horas y media consumen unas 385 calorías más al día que las que se molestan en respetar las rutinas de sueño y descanso. De hecho, has escuchado más de una vez que podemos adelgazar durmiendo, y es cierto.

ASÍ SÍ: Dormir entre siete y nueve horas ayuda a que nuestro cuerpo y mente descansen y nos despertemos con energía suficiente (y no con un hambre atroz) para no desmoronarnos ante la idea de seguir de dieta.

Además, mantendrás tu metabolismo en perfectas condiciones para quemar las grasas que se te crucen en el camino y habrás dejado margen para el proceso de regeneración celular que te ayuda a lucir ese rostro joven y radiante y mantiene tu piel alejada de la temida celulitis.

4. No bebes agua antes de comer. Que sí, que te calzas tus dos litros de agua al día como bien dictamina cualquier dieta; pero, ¿lo haces en el momento oportuno? No vale con ponerte a beber como un loco cuando llega la noche a ver si eliminas las dichosas toxinas acumuladas, hay que hacerlo a lo largo de todo el día y, sobre todo, justo antes de comer.

ASÍ SÍ: Nuestro cerebro confunde muy a menudo la sensación de hambre con la de sed y si no le dejamos que lo descubra antes de meternos una abundante ración, terminamos por comer de más cuando lo único que necesitábamos era hidratarnos.

Bebernos al menos dos vasos de agua media hora antes de engullir, ayudará a reducir la cantidad de comida en nuestras raciones porque -¡magia!- nuestro organismo ya se sentirá saciado.

5. No comes lo suficiente. En serio, interiorízalo de una vez por todas: dejar de comer no es la solución para perder peso. Al no ingerir lo suficiente ralentizas tu metabolismo haciendo que la quema de grasas se paralice casi por completo por falta de nutrientes. Es más, haciendo esto puede que tu cuerpo incluso empiece a quemar músculo para conseguir la energía que necesite, y acabarás hecho un blandiblú.

ASÍ SÍ: En lugar de comer pocas veces y cantidades absurdas, procura que tu dieta se divida en cinco tomas y que esté llena de frutas y verduras. Resta alimentos ultracalóricos y grasas sitúa una alimentación en torno a las 1.200-1.800 calorías diarias.

6. Estás cenando mal. Las personas que consumen más proteínas son capaces de perder más grasa corporal que las que apenas incluyen raciones en su alimentación. Así lo aseguró una investigación publicada en el Journal of American Nutrition, pero también advertía otra cosa: la cantidad de proteínas que se consumen en cada comida y el momento de las mismas es fundamental para que nuestros músculos las sinteticen. Y ya te anticipamos que dejarlas para el último momento del día no es buena idea.

ASÍ SÍ: Partiendo de la base de que cada una de tus comidas deben incluir entre 25 y 30 gramos de proteínas, ¿por qué te calzas la tortilla de tres huevos para comer o cenar y no procuras que las cantidades sean similares en cada toma? Divide y vencerás.

7. ¿Dieta 0% grasas? Mala idea. Deja de comer grasas no es ni por asomo la panacea para perder peso. Que te quites las saturadas es lo suyo, pero las saludables te ayudarán a saciar tu apetito y mantener activo tu metabolismo. ¿Por qué? Una dieta sin grasas hace que cualquier carbohidrato que ingieras se metabolice rápidamente lo que baja los niveles de azúcar en sangre y aumenta los de tu voraz apetito.

ASÍ SÍ: Calcula que entre el 20 y el 35% de las calorías que comes al día sean en formato grasa. Insistimos: saludables. Las conoces de sobra, se llaman salmón, frutos secos, sardinas, aguacate, aceite de oliva… No te hagas el loco que nadie ha hablado de ‘hamburguesas’.

 

Fuente: Infobae

Los norteamericanos, que son muy de hacer listas, también las hacen de dietas. En ellas, ordenan religiosamente las que les parecen mejores o peores. Y, además, sirven de marcador de tendencias para el resto del universo conocido. Pues bien, en las últimas clasificaciones cotiza al alza la dieta TLC, solo superada por la DASH, que ya es una clásica. ¿En qué consiste esta dieta que se llama igual que un grupo de música negra de los 90?

Las siglas TLC corresponden a Therapeutic Lifestyle Changes (Cambios terapéuticos de estilo de vida), lo que da una idea de por donde van los tiros. Es una dieta queapuesta por introducir cambios en la dieta para conseguir rebajar el colesterol y bajar de peso. Todo ello sin pasar hambre. Aunque el plan incluye actividad física, lo más importante (y relevante) es hacer elecciones inteligentes en cuanto a la planificación de comidas.

Vegetales | Vegetales

Seguramente os estaréis preguntado que si se pasa hambre… Pues lo cierto es que no: la clave es consumir, sobre todo, productos vegetales y proteína animal baja en grasa. La dieta TLC incluye dos o cuatro miniporciones de fruta al día, de tres a cinco de verduras o legumbres, seis o más de arroz u otros hidratos integrales. Además, entre dos y tres de leche desnatada. La carne magra o de ave o el pescado se reduce a menos de cinco porciones diarias, cada una del tamaño de un par de huevos sin romper. Finalmente, el aporte de aceites o grasas sin saturar va en relación a las necesidades calóricas de cada uno. En cuanto al postre, solo se permite gelatina y cositas así… Por supuesto, quedan fuera alimentos como el queso, la mantequilla, la carne roja o la leche entera. También se recomienda rebajar la sal a menos de una cucharadita pequeña al día.

Alimentos saludables para tu dieta | Pixabay

No faltan los expertos que señalan que se trata de una dieta similar a la mediterránea. Lo cierto es que no resulta excesivamente complicada de seguir y se basa, sobre todo, en adoptar unos hábitos de alimentación saludables. Al mismo tiempo, es evidente que no hay una gran restricción calórica, lo que anima a seguirla. Un ejemplo de menú para un día completo podría ser el siguiente:

Desayuno

– Media taza de avena con un vaso de leche desnatada, una cucharilla de azúcar moreno y un plátano.

– Una taza de café con leche desnatada.

Almuerzo

– Sándwich con pan integral, 60 gramos de pavo, una cucharada de mayonesa, leche y tomate.

– Una taza de crudités de zanahoria.

– Una manzana.

Entre comidas

– Un yogur desnatado.

– Medua taza de pasas y cacahuetes naturales.

Cena

– 100 gramos de salmón ahumado o cocinado.

– Una taza de arroz integral.

– Una taza de brócoli al vapor.

– Una cucharada de aceite de oliva virgen extra.

– Ensalada hecha a partir de lechuga romana, tomate, pepino y una cucharada de vinagreta.

– Una rebanada de pan integral con una cucharadita de margarina.

Fuente: Cocinatis

Que no tienes tiempo para hacer ejercicio debido a tu trabajo es una excusa que está dejando de ser válida. Existen maneras de mantenerte activo/a en tu oficina y no perderte de los beneficios del ejercicio. No dejes de leer para que pongas en práctica el movimiento en tu lugar de trabajo.

Luciana siempre fue deportista, pero desde que empezó a trabajar como asistente en una oficina de Relaciones Públicas hace 3 años, el ejercicio se ha vuelto cosa del pasado. Para ella, los días de trabajo son largos y las horas, muchas veces impredecibles. Por eso, dice que no tiene tiempo para hacer ejercicio.

Muchas personas como Luciana quieren hacer ejercicio pero tienen trabajos que les consumen el día entero. Para cuando llegan a sus casas, lo único que quieren hacer es irse a dormir. ¿Cómo puedes hacer para incorporar la actividad física con esos horarios de trabajo tan estrictos? La respuesta es sencilla: haciendo ejercicio en tu oficina.

¿Cómo? Te preguntarás.  Aquí te doy algunas ideas para que tus días de trabajo sean productivos en todo sentido. También para tu salud.

1.  Si puedes, camina al trabajo o ve en bicicleta. Si tomas el camión o bus, bájate unas cuadras antes para caminar el resto. Si tu oficina es en un piso alto, sube las escaleras. Si vas en carro, auto o coche, estaciónalo lejos de la entrada.

2.  Busca oportunidades para estar de pie: de esa manera se queman más calorías que sentado/a en la silla. Por ejemplo, contesta tus llamadas de pie, quédate parado/a durante una reunión, no te sientes para tomar tu café, etc.

3.  Reemplaza tu silla por una pelota de ejercicio. Esto te ayudará a fortalecer tus músculos centrales.

4.  Sentado/a en tu silla, levanta una pierna, extiéndela y cuenta 3 segundos. Luego baja el pie sin tocar el piso y sostenlo por varios segundos. Repite con la otra pierna y haz 15 veces con cada una.

5.  Haz sentadillas con una pierna (o con las dos) mientras esperas a que salgan tus fotocopias o el fax que te mandaron.

6.  Mantén unas pesas pequeñas o bandas de estiramiento en el cajón de tu escritorio. Así puedes tomarte descansos y trabajar tus bíceps, por ejemplo, entre una llamada y otra; o mientras esperas para una reunión.

7.  Si te da sed, levántate a buscar el agua, el té o lo que tomes. Es mejor hacer varios viajes a la cocina de la oficina durante el día, que tener todo a la mano. De esa forma podrás caminar.

8.  Si tu escritorio es sólido y fuerte como para soportar tu peso, puedes hacer lagartijas (push ups) para fortalecer tus brazos. De pie, pon tus manos sobre el escritorio. Aleja tus piernas para que quedes con una inclinación de 45 grados sobre el escritorio y haz 15 repeticiones.

9.  Para descargar y liberar la tensión puedes hacer ejercicios de estiramiento: levanta tus brazos por encima de tu cabeza como si quisieras tocar el cielo. Sostén por al menos 10 segundos.

10.  Para estirar y relajar tu cuello, inclina tu cabeza de manera que tu oreja casi toque el hombro. Luego, con tu mano presiona suavemente la cabeza hacia el hombro. Repite con cada lado.

11.  Para estirar la parte posterior de tu muslo y tu espalda, aleja tu silla del escritorio y pon el pie sobre el, de manera que la pierna quede estirada. Inclínate hacia la pierna hasta que sientas un estiramiento en la parte de atrás de ésta. Repite con la otra pierna.

12.  Camina durante tu hora de almuerzo y ¡sube las escaleras!

Con estos ejercicios no vas a ser un/a deportista estrella, pero sí lograrás algo, que es mejor que nada. Recuerda que la recomendación es hacer al menos 30 minutos de ejercicio diario. Piénsalo: media hora al día en medio de tu horario de trabajo (por más enloquecedor que sea), no es nada. Y en cambio puede ser una pausa que te dará un respiro para poder seguir siendo productivo/a.

No hay más excusas: ¡haz ejercicio mientras trabajas!

 

Fuente: Vida y Salud

Estar a dieta se ha convertido en los últimos años en un estado permanente para muchas personas. En algún punto se comenzó a reproducir la idea de que comer es malo, y mucha gente entró en una dinámica de comer poco, medir calorías, culparse por darse algunos gustos y aguantar el hambre.

Sin embargo, muchos especialistas han encontrado que las dietas no funcionan a largo plazo y a continuación te explicamos por qué sucede esto. El cerebro humano tiene una noción propia de lo que debes pesar sin importar lo que creas conscientemente, a esto se denomina punto de ajuste. Cuando la ingesta de calorías diarias disminuye drásticamente, el hipotálamo, la región del cerebro que regula el peso, manda señales de que algo anda mal. Si pierdes mucho peso rápidamente, te dará más hambre y tus músculos consumirán menos energía para mantener el peso al que está acostumbrado tu organismo.

Entonces qué debes de hacer:

 

Fuente: Metro Ecuador

Para estar en forma y saludable al mismo tiempo, hay que realizar actividad física, tener una buena alimentación y descansar bien. Si se logra un equilibrio entre los tres factores anteriormente mencionados, se podrá tener un cuerpo y una mente sana.

Pero toda meta propuesta, requiere un esfuerzo individual. Para lograrlo, se debe poder incluir una rutina de entrenamiento, al menos tres veces por semana, un mínimo de 7 horas de sueño y una dieta variada.

Zumba es uno de los métodos fit más practicados a nivel mundial

Por eso, en la clase de hoy, Jesica Cirio muestra el paso a paso de una clase de baile que reúne lo mejor de zumba y salsa. De esta manera, uno puede ejercitarse y divertirse al mismo tiempo.

Aquí algunos videos de Jesica Cirio

Fuente: Infobae

La mañana puede ser uno de los momentos más difíciles de afrontar durante la semana. Para muchos puede llegar a ser sumamente tedioso. Pero no todo resulta tan malo durante este periodo del día. Un estudio de la Universidad de Northwestern en Estados Unidos publicado en la revista Plos One aseguró que quienes incorporan los primeros rayos del sol son más propensos a perder peso.

La investigación revela que la luz solar tiene una clara influencia en el sueño y el ritmo circadiano, el cual está vinculado con el «reloj» interno del cuerpo humano y tiene una clara asociación con el índice de masa corporal ya que regula el metabolismo, el deseo de comer y la energía del cuerpo.

Los científicos analizaron la intensidad y la duración de la exposición solar durante el día en 54 participantes, de los cuales 26 fueron hombres y 28 mujeres, con una edad promedio de 30 años. Se analizaron tanto los niveles de luz solar como la duración del sueño mediante la medición de actigrafía de muñeca durante 7 días. Conjuntamente, se reguló el régimen alimenticio y el control del índice de la masa corporal durante el mismo periodo.

La doctora Kathryn J. Reiden, líder del proyecto de investigación, aseguró en su publicación uno de los posibles factores por el cual se le otorga este beneficio a la exposición solar matutita:

«Pudimos observar que por lo general hay una mayor cantidad de luz azul (longitud de onda más corta) en la mañana. Dicha luz azul, se ha demostrado que tiene un efecto más fuerte sobre el sistema circadiano, incluida la supresión de la secreción nocturna de melatonina».

El nivel promedio de exposición lumínica al que se debe someter diariamente debe ser de un mínimo de 500 lux, y niveles inferiores a este común denominador pueden influir en el aumento de la masa corporal del ser humano. Los investigadores aseguran que dicho hallazgo puede hacer su aporte en la prevención y tratamientos de obesidad.

Es común tener poca recepción de luz durante el día al estar varias horas laborales en lugares poco iluminados, lo que puede ser una de las causas de los desequilibrios relacionados con el control del peso corporal. Por lo general, en los ambientes de trabajo la absorción no supera los 300 lux, medida insuficiente para la incorporación de los beneficios propios de este fenómeno.

Por lo tanto, madrugar y pasar más tiempo en contacto con rayos solares como también destinar horas en lugares con una correcta iluminación pueden ser la clave para tener una figura ideal como también para disfrutar del día con la energía necesaria para un nuevo comienzo de rutina.

Fuente: infobae

Brad Pitt reapareció por sorpresa en los Golden Globes, para presentar el premio a la mejor película dramática. Su presencia fue muy comentada debido a su evidente pérdida de peso. La prensa llegó a especular que se debía a una fuerte depresión tras su separación de Angelina Jolie, con quien enfrenta una dura batalla por la custodia de sus seis hijos.

Pero un amigo cercano al intérprete reveló a la revista US Weekly, que la transformación se debe a un interés personal de él mismo para verse mejor.

“Se está enfocando en sí mismo. Cuida lo que come y tiene un cocinero que le prepara comida saludable. Ha estado caminando mucho al aire libre. Se ha tomado mucho tiempo para concentrarse en sí mismo. Busca limpiar su vida y comer bien”.
Fuente:LaBotana