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Doña Letizia ha asistido hoy a la apertura del Curso de Formación Profesional 2017/2018 en el Instituto de Ed. Secundaria “Segundo de Chomón” de Teruel. La reina se ha decantado por un estilismo working girl con un accesorio muy llamativo: el bolso más caro de Zara.

Dona Letizia Look

Su Majestad ha elegido para este acto un outfit serio y de estilo clásico, fiel a sus gustos habituales. Un look en el que ha combinado marcas low cost con firmas más caras. Una blusa blanca con lazada de Hugo Boss y pantalones de estampado de cuadros de príncipe de gales, el print de moda esta temporada, de Mango.

Zara

Como complementos ha elegido salones de ante negros de Nina Ricci, pendientes de perlas de Tous y el complemento más llamativo, un bolso rojo de Zara. Se trata del modelo más caro de marca de Inditex, un bolso de piel roja cortada al láser con estampado de caras y cadena plateada, cuyo precio es de 69,95 euros.

Bolso Zara
Fuente: Trendencias

Google lanzó una nueva función dentro de su buscador que permite encontrar puestos de empleos anunciados en diferentes páginas como LinkedIn, Facebook, Monster, CareerBuilder, Glassdoor o incluso dentro de los sitios de las compañías.

La herramienta se llama Google for Jobs y basta con escribir «empleos cerca de mí», «puestos de periodista», «trabajos de medio tiempo» o lo que sea, para que el sistema muestre un listado de los anuncios que cumplen con la búsqueda especificada.

Se puede filtrar las búsquedas por tipo de empleo, ubicación, empleador, industria o momento de publicación. En caso de que la solicitud aparezca en varias webs, Google dirigirá al usuario al sitio que tenga la publicación más completa.

Google for Jobs está potenciado por inteligencia artificial y funciona tanto en las búsquedas que se hagan desde computadoras de escritorio como desde los móviles.

Será posible crear alertas para recibir notificaciones cuando haya un trabajo que cumpla con los requisitos que desea el usuario.

Fuente: infobae

Kate Middleton y el Príncipe William se quedaron sin su ama de llaves Sadie Rice, según el diario The Sun.

La mujer que tenía un suelo de £ 35 mil libras esterlinas al año – cerca de US$ 44,800 – renunció a su trabajo ahora que los Duques de Cambridge van a mudarse de su residencia de Amner Hall en Norfolk, al Palacio de Kensington.

Una fuente señaló que Sadie estaba encargada de la limpieza, compras, comida y lavandería de las 10 habitaciones de la casa de Middleton, pero no aguantó las exigencias del trabajo.

“Fue un golpe para William y Kate, porque los príncipes George y Charlotte ya estaban acostumbrados a Sadie”, revela el informante.

 

Fuente: La Botana

Los departamentos de recursos humanos de las empresas tienen el objetivo de contratar al empleado ideal para cada vacante y ello conlleva a un proceso de selección no siempre fácil en muchos casos. Pero, aunque cada empresa tenga una filosofía única y diferente, existen algunas capacidades y características tan demandadas como necesarias a la hora de desempeñar el trabajo con éxito.

La importancia de las habilidades personales

Más allá de nuestra formación y experiencia profesional, los departamentos de recursos humanos prestan especial atención a las habilidades personales. Es decir, aquellas que no tienen tanto que ver con los conocimientos ni habilidades técnicas, sino con las capacidades propias de cada persona. Y es que para más del 90% de los empleadores la actitud es la clave para desempeñar un buen trabajo.

Las habilidades más demandadas por las empresas

Habilidades orientadas a la tecnología

En cuanto a las habilidades, la mayoría tienen que ver con las capacidades y habilidades más técnicas debido al continuo avance tecnológico en las empresas y, en general, en la sociedad. Entre ellas, destacan los conocimientos y experiencia en cloud computing big data o seo, marketing o ciberseguridad. Esta última, cada vez más demandada por empresas y gobiernos.

Empresas con valor diferencial único

Por supuesto, estas son las habilidades generales más demandadas por las empresas, aunque de ello dependerá también el tipo de empresa, cultura y filosofía particular. Sin embargo, el hecho de que las soft skills se hayan vuelto más importantes que las hard skills deja una evidencia clara y es que las empresas se han vuelto más humanas. Y no solo eso, sino que es aquí donde reside el verdadero valor diferencial entre unas organizaciones y otras.

 

Fuente: Job Today

La comida chatarra, el consumo de café y el tabaco acaban con 39% de la productividad de los profesionistas y trabajadores mexicanos.

Así lo reveló una encuesta realizada por la firma de recursos humanos OCCMundial, donde se advierte que 46% de los empleados no se concentra debido a dichos hábitos.

Por si fuera poco, 30% de las personas reporta que tiene “pérdida de productividad y 27% se enferma y falta a su trabajo, por las mismas causas”.

El documento indica que el consumo de comida chatarra, cafeína y tabaco genera que 27% de los empleados padezcan dificultades para tomar decisiones.

Además,  que el 27% cae en conflictos laborales y episodios de irritabilidad; 24% presenta problemas para retener información y 20% reporta problemas de memoria.

“El 42% de los empleados toma café, 33% consume comida chatarra y 5% fuma tabaco durante la jornada laboral”, reveló la encuesta de OCCMundial.

Comida, cafeína y cigarros

En este contexto, OCCMundial indicó que la ingesta de comida chatarra –ricas en carbohidratos, azúcar, grasa y sal, sin nutrientes– reportó una tendencia descendente, aunque esto no significa que deje de causar problemas.

En cuanto a consumo de café, señaló que 65% de los empleados del país consume una taza al día; 32%, de dos a cuatro tazas; y 3%, entre cinco y 10 tazas.

“El 59% de las personas dijo que inició o aumentó su consumo desde que era estudiante, mientras que 33% lo hizo cuando empezó a trabajar”, reportó.

Al referirse a los profesionistas que fuman, OCC señaló que seis de cada 10 fuman de 1 a 10 cigarros diarios; en tanto que 34%, un cigarro al día; y 4% entre 10 y 20 cigarrillos.

“Las enfermedades derivadas de la jornada laboral causan la pérdida de 4% del Producto Interno Bruto (PIB); cerca de 2.8 billones de dólares, en costos directos e indirectos de éstos”, reveló la Organización Mundial del Trabajo (OIT).

Fuente: Metro Ecuador

Es común para los estudiantes de escuela secundaria o universitarios que después de pasar un tiempo preparando una actividad o estudiando para un examen, de repente sientan que tienen mucha hambre.

Científicos especularon que ciertas actividades mentales intensas consumen toda la energía que se almacena en el cerebro, que posee una capacidad limitada de almacenamiento energético. Es por eso que el cerebro siente que pronto necesitará más calorías para poder continuar con la tarea y genera hambre. De esta manera, se ingieren alimentos, aún sin haberse movido o haber tenido poco gasto calórico. Según algunos expertos, este proceso es lo que podría explicar el aumento de peso de estudiantes, combinado con otros factores, como los alimentos que consumen.

En este sentido, científicos de la Universidad de Alabama en Birmingham (UAB) investigaron el efecto de este tipo de atracones en el cuerpo y cómo solucionarlo. Para evaluarlo, los investigadores estudiaron el estado físico y el metabolismo de 38 estudiantes universitarios y les preguntaron cuál era el tipo de pizza que más les gustaba. Luego les permitieron sentarse tranquilamente durante 35 minutos -sin realizar ningún tipo de actividad mental como leer o conversar- y tuvieron la oportunidad de comer toda la cantidad que quisieran de su pizza favorita.

Otro día, les pidieron a los participantes que resolvieran un examen de nivel de posgrado en 20 minutos. Gary Hunter, fisiólogo del ejercicio en la UAB y coautor del estudio publicado en la revista especializada Medicine & Science in Sports & Exercise, dijo que esta práctica ya se ha utilizado en otros estudios para «provocar fatiga mental y hambre». En ese momento el grupo fue dividido en dos: después del examen, un grupo debió descansar durante 15 minutos y el otro realizar una actividad intensa en una cinta caminadora. Según Hunter, ese es el tipo de rutina intensa y breve que debería propiciar la liberación de azúcar y lactato en el flujo sanguíneo.

En el estudio, se pidió a los participantes que comieran pizza luego de haberse esforzado mentalmente (iStock)
En el estudio, se pidió a los participantes que comieran pizza luego de haberse esforzado mentalmente (iStock)

¿Qué significa eso? Según explicó Hunter, la actividad extenuante incrementa la cantidad de azúcar y de ácido láctico (producto de las contracciones musculares intensas) en la sangre y aumenta el flujo sanguíneo a la cabeza. Como estos dos componentes son el «combustible» del cerebro, el interrogante de los científicos era si un flujo sanguíneo mayor provocado por el ejercicio podría alimentar al cerebro reduciendo la posibilidad de comer de más.

A la hora de evaluar resultados, descubrieron que aquellos que habían tomado el examen y descansaron durante 15 minutos comieron un promedio de 100 calorías más que el otro grupo, lo que refuerza estudios previos que sugieren que hacer trabajar al cerebro gasta energía y provoca sentimientos de hambre. Los participantes que se ejercitaron después del examen, por otro lado, consumieron 25 calorías menos que cuando simplemente se relajaron durante 35 minutos y luego comieron.

Cuando calcularon también las calorías que gastaron en la sesión de ejercicios, determinaron que el primer grupo consumió 200 calorías menos en total después de las sesiones de ejercicios mentales que los estudiantes que estuvieron en reposo. Todo indicaría que el ejercicio es la respuesta al problema de los atracones.

El ejercicio es la mejor forma de dar “combustible” al cerebro para realizar esfuerzos mentales (iStock)
El ejercicio es la mejor forma de dar “combustible” al cerebro para realizar esfuerzos mentales (iStock)

«El ambiente de trabajo moderno es altamente sedentario y cognitivamente exigente», dijo el doctor William Neumeier, autor principal del estudio. «Estudios anteriores han demostrado que las tareas mentales exigentes, tales como una gran prueba, plazos de entrega u otras tareas mentalmente extenuantes que realizamos todos los días, afectan las demandas de energía del cerebro, y aumentan la ingesta de alimentos. En este estudio, exploramos cómo la glucosa y el lactato producido a través del ejercicio podrían servir como una forma de proporcionar energía adicional para la función cerebral, en lugar de consumo de alimento».

Y agregó: «Una posible explicación es que el efecto del ejercicio sobre el hambre y las hormonas de saciedad pueden disminuir la ingesta de energía después de actividades que estimulan el apetito. Nuestros hallazgos corroboran los hallazgos de otros grupos de investigación y se basan en ellos al ser los primeros en reportar una diferencia estadísticamente significativa en la ingesta energética entre los participantes que completan el trabajo mental y una comida, o el trabajo mental y el ejercicio luego una comida».

El estudio tiene sus limitaciones: en primer lugar, que está basada sólo en el almuerzo, que no se probaron con otros tipos de ejercicio físico y que los investigadores no tuvieron un control exhaustivo de las comidas previas al estudio de los participantes. Sin embargo, confían que el hallazgo es importante para aquellos que con actividades mentales demandantes sienten que necesitan comer inmediatamente, amenanzando su salud, su peso y su estado físico. Si bien es importante mantener una dieta balanceada, el ejercicio parece ser la respuesta para quienes padecen la época de exámenes o el picoteo de oficina.

Fuente: Infobae

Que no tienes tiempo para hacer ejercicio debido a tu trabajo es una excusa que está dejando de ser válida. Existen maneras de mantenerte activo/a en tu oficina y no perderte de los beneficios del ejercicio. No dejes de leer para que pongas en práctica el movimiento en tu lugar de trabajo.

Luciana siempre fue deportista, pero desde que empezó a trabajar como asistente en una oficina de Relaciones Públicas hace 3 años, el ejercicio se ha vuelto cosa del pasado. Para ella, los días de trabajo son largos y las horas, muchas veces impredecibles. Por eso, dice que no tiene tiempo para hacer ejercicio.

Muchas personas como Luciana quieren hacer ejercicio pero tienen trabajos que les consumen el día entero. Para cuando llegan a sus casas, lo único que quieren hacer es irse a dormir. ¿Cómo puedes hacer para incorporar la actividad física con esos horarios de trabajo tan estrictos? La respuesta es sencilla: haciendo ejercicio en tu oficina.

¿Cómo? Te preguntarás.  Aquí te doy algunas ideas para que tus días de trabajo sean productivos en todo sentido. También para tu salud.

1.  Si puedes, camina al trabajo o ve en bicicleta. Si tomas el camión o bus, bájate unas cuadras antes para caminar el resto. Si tu oficina es en un piso alto, sube las escaleras. Si vas en carro, auto o coche, estaciónalo lejos de la entrada.

2.  Busca oportunidades para estar de pie: de esa manera se queman más calorías que sentado/a en la silla. Por ejemplo, contesta tus llamadas de pie, quédate parado/a durante una reunión, no te sientes para tomar tu café, etc.

3.  Reemplaza tu silla por una pelota de ejercicio. Esto te ayudará a fortalecer tus músculos centrales.

4.  Sentado/a en tu silla, levanta una pierna, extiéndela y cuenta 3 segundos. Luego baja el pie sin tocar el piso y sostenlo por varios segundos. Repite con la otra pierna y haz 15 veces con cada una.

5.  Haz sentadillas con una pierna (o con las dos) mientras esperas a que salgan tus fotocopias o el fax que te mandaron.

6.  Mantén unas pesas pequeñas o bandas de estiramiento en el cajón de tu escritorio. Así puedes tomarte descansos y trabajar tus bíceps, por ejemplo, entre una llamada y otra; o mientras esperas para una reunión.

7.  Si te da sed, levántate a buscar el agua, el té o lo que tomes. Es mejor hacer varios viajes a la cocina de la oficina durante el día, que tener todo a la mano. De esa forma podrás caminar.

8.  Si tu escritorio es sólido y fuerte como para soportar tu peso, puedes hacer lagartijas (push ups) para fortalecer tus brazos. De pie, pon tus manos sobre el escritorio. Aleja tus piernas para que quedes con una inclinación de 45 grados sobre el escritorio y haz 15 repeticiones.

9.  Para descargar y liberar la tensión puedes hacer ejercicios de estiramiento: levanta tus brazos por encima de tu cabeza como si quisieras tocar el cielo. Sostén por al menos 10 segundos.

10.  Para estirar y relajar tu cuello, inclina tu cabeza de manera que tu oreja casi toque el hombro. Luego, con tu mano presiona suavemente la cabeza hacia el hombro. Repite con cada lado.

11.  Para estirar la parte posterior de tu muslo y tu espalda, aleja tu silla del escritorio y pon el pie sobre el, de manera que la pierna quede estirada. Inclínate hacia la pierna hasta que sientas un estiramiento en la parte de atrás de ésta. Repite con la otra pierna.

12.  Camina durante tu hora de almuerzo y ¡sube las escaleras!

Con estos ejercicios no vas a ser un/a deportista estrella, pero sí lograrás algo, que es mejor que nada. Recuerda que la recomendación es hacer al menos 30 minutos de ejercicio diario. Piénsalo: media hora al día en medio de tu horario de trabajo (por más enloquecedor que sea), no es nada. Y en cambio puede ser una pausa que te dará un respiro para poder seguir siendo productivo/a.

No hay más excusas: ¡haz ejercicio mientras trabajas!

 

Fuente: Vida y Salud

El planteo se repite en casi toda entrevista de trabajo. «Decime una virtud y un defecto tuyo», suele decir el entrevistador. La respuesta por la virtud resulta más sencilla, poco estresante. Allí no hay nada de qué avergonzarse y se puede ser más creativo. En cambio, el segundo interrogante implica una complicación. ¿Qué responder sin caer en clichés y, a su vez, sin restar posibilidades a la hora de la selección final?

«Soy muy perfeccionista» o «Soy muy detallista», repiten muchos postulantes sin saber que una respuesta de ese tipo no les suma en ningún aspecto. La pregunta por la debilidad es típica y persigue un interés claro. «El objetivo central es tratar de entender el nivel de conciencia de limitaciones que tiene el candidato. Cuánto se conoce, dónde están sus vulnerabilidades porque, guste o no, todos las tenemos», explicó a Infobae Alejandro Melamed, director general de Humanize Consulting.

Además de conocer cuánta conciencia tiene de sus limitaciones el postulante, la pregunta apunta a incomodar. «A partir de ella siempre se intenta sacar de la zona de confort al candidato para entender cómo responde ante situaciones diferentes. Vemos su capacidad de adaptación, el manejo del estrés y cómo controla situaciones incómodas», continuó.

El entrevistador busca sacar de la zona de confort al candidato (iStock)

El entrevistador busca sacar de la zona de confort al candidato (iStock)

La pregunta está planteada y no se puede evitar. ¿Cómo se debe contestar? Melamed aseguró que en este interrogante, como en todos los demás, se debe decir la verdad. La transparencia es vital en una entrevista de trabajo, pero puede pasar que la honestidad brutal choque contra los propios intereses y las posibilidades posteriores de tener éxito.

Entonces, se trata de encontrar un equilibrio. Un defecto real, pero que no lo imposibilite para el puesto al que se aspira. «Mi sugerencia es referir a un tema en el que se está trabajando en el plan de mejora y ya se haya evolucionado. No debe ser un tema que inhabilite al candidato para avanzar con el proceso. Hay que pensar la respuesta y contestar con sentido de responsabilidad». sostuvo el especialista.

Se recomienda emplear la técnica de “mejora en proceso” (iStock)

Se recomienda emplear la técnica de “mejora en proceso” (iStock)

La técnica de «mejora en proceso» aprovecha la oportunidad para salir de un apriete con un aspecto positivo y, a su vez, indica que uno reconoce sus limitaciones y se esfuerza por mejorar. Capitaliza las oportunidades para aprender y seguir con su desarrollo profesional.

En una ocasión, Melamed recuerda que un candidato, que había asegurado que manejaba muy bien la presión, empezó a tartamudear ante la pregunta por la debilidad. Al tartamudeo inicial le siguió el enojo. Ofendido por el planteo, se aceleró y cada vez hablaba más rápido. Quedó al descubierto que, al contrario de lo que había dicho, no sabía controlar situaciones de presión. Por eso, ante el interrogante, el especialista recomienda siempre decir la verdad, pero no por eso exponerse.

Fuente: Infobae

Una de las razones por las que se viene hablando desde hace un tiempo del empoderamiento femenino es por encontrar el camino hacia la realización personal y profesional. ¿Posible? Desde luego. ¿Difícil? Mucho. Descubre cómo realizarte como persona en el trabajo siendo mujer.

La dificultad de realizarte profesionalmente siendo mujer

Cuando acudes a una entrevista de trabajo y una de las preguntas es acerca de tu vida familiar, si tienes hijos o si piensas tenerlos, ya te da una idea de lo difícil que es desarrollarte profesionalmente siendo mujer. Si eres hombre, te exigen unas capacidades laborales. Si eres mujer, tus capacidades laborales pasan a un segundo plano.

El hecho de que a una mujer le afecte su vida privada para desarrollar una profesión y poder llegar a lo más alto es una de esas desigualdades que no están amparadas por la ley pero sí por los usos sociales. Las mujeres lo tenemos más difícil para conciliar vida familiar y trabajo, es un hecho. Así pues, ¿crees que puedes llegar a realizarte profesionalmente siendo mujer?

Puedes. Y cada vez más mujeres lo están consiguiendo. Pero te encontrarás con infinidad de obstáculos en el camino, motivo suficiente para entender de una vez por todas que el feminismo es necesario y que todos, hombres y mujeres, deberían ser feministas. Saldríamos todos ganando.

A nivel individual también puedes lograr realizarte como persona a través de tu trabajo siempre y cuando hayas tenido la suerte de poder vivir de una profesión que te apasione y pongas los cinco sentidos y alguno más en ello. La vida no es solo trabajo, pero si consigues vivir de tu pasión, no trabajarás ni un solo día.

 

Fuente: Diario Femenino

En el trabajo, cada mañana parece el inicio de un día eterno, donde se podrán realizar todas las tareas, concretar todas las reuniones y terminar a horario. Sin embargo, de manera constante, las distracciones, las demoras y algunos hábitos poco saludables atentan contra la planificación y la productividad. ¿Cuáles son los hábitos que hay que desterrar de todos los días de trabajo?

No llegar tarde

Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Harvard, “los jefes prefieren a los empleados madrugadores que a los trasnochadores”.

Evitar tomar café

Si eres de los que necesita un café para arrancar, el horario ideal es a partir de las 9.30 am ¿Por qué? El cortisol es la hormona que regula la energía en el organismo, lo normal es que esté en su punto más alto entre las 8 y las 9 de la mañana. Si tomas café durante ese tiempo, el cuerpo produce menos cortisol y cada vez dependerás más de la cafeína.

No responder todos los mails

Liberar toda la bandeja de correo al empezar la jornada es algo muy liberador. Pero si lo haces, de alguna manera estás permitiendo que otros organicen tu agenda. Tal y como aconseja Michael Kerr -business coach internacional- “deberías priorizar, leer los urgentes y planificarte para responder al resto más tarde”.

Evitar organizar reuniones a primera hora

Está comprobado que: “las reuniones matinales que suceden a primera hora son un gasto de recursos cognitivos”. De acuerdo con Laura Vanderkam, autora de ‘Qué hacen las personas de éxito antes de desayunar’, las primeras horas del día deben dedicarse a tareas que requieren concentración y creatividad. Si necesitas reunirte con tu jefe o tus compañeros, que sea a media tarde.

No posponer lo importante

“La energía y la fuerza de voluntad tienden a flaquear a medida que avanza el día”. No malgastes tu energía. Los grandes líderes priorizan, resuelven lo urgente temprano y luego dedican tiempo a planificar lo siguiente.

No pretender ser multitarea

Es una realidad que tener más energía a primera hora de la mañana nos hace sentir que somos capaces de hacer un montón de cosas a la vez y controlarlas todas. Los estudios aseguran que “el multitasking puede perjudicar el rendimiento en las tareas más importantes”. Por eso es importante ir de a una y centrarnos en la principal durante al menos los 15 primeros minutos de la mañana.

Evitar comenzar el día sin un programa mental

“Anota tus prioridades y obligaciones, revisa tus citas y programa tu día completo”, aconseja Lynn Taylor -experta en workplace-. Adelantarnos a los acontecimientos nos asegurará estar siempre preparados para lo que pueda surgir y que nunca nos encuentren desprevenidos.

No centrarse en pensamientos negativos

No permitas que las experiencias negativas te distraigan de las tareas profesionales desde primera hora del día. Si tuviste un problema «podrás revisarlo y darle una solución más adelante”, asegura Lynn Taylor.

Fuente: infobae.com