Manicura perlada
Fuente: Enews
Realzan nuestra belleza, haciéndonos sentir más seguras. Logra excelentes resultados para cada caso.
Sonrisa garantizada
Trucos
Frota la pulpa sobre tus dientes durante unos minutos y luego enjuaga. Utiliza hilo dental para retirar las semillas.
Igual que el procedimiento anterior, pero empleando solo la parte interna de la cáscara. Cepilla media hora después.
Sirven para fortalecer las encías y dejar los dientes blancos. Consúmelos con frecuencia.
Coloca dos cucharadas de hojas de salvia en una taza de agua hirviendo. Al enfriar, enjuaga tu boca. También puedes masticarlas.
Uñas resistentes
Trucos
Sumerge tus uñas en media taza de aceite de oliva durante veinte minutos. Enjuágalas con jabón neutro.
Mezcla dos cucharadas de jugo de esta fruta, una cucharada de yema cruda y media cucharadita de aceite de almendras. Remoja durante treinta minutos.
Tritúralos bien hasta obtener una pasta e introdúcela en un esmalte transparente. Aplícate todos los días durante una semana.
En medio litro de agua tibia, coloca una cucharada de esta sustancia y deja reposar tus uñas por veinte minutos.
Pestañas
Trucos
Aplica antes de dormir para acondicionarlas y evitar que se quiebren con facilidad.
Tibio, y colocado en las puntas cada noche, las hará más abundantes.
Mezcla ambos más los dos anteriores. Colócate una gota antes de dormir.
Esparce una gota dando un suave masaje y enjuaga al día siguiente.
Para lavar tu cabello
Trucos
Con un peine de dientes anchos, comienza desde las puntas hacia los nudos superiores.
Así las cutículas se abren para una mejor limpieza, que debe ir desde las raíces hasta las puntas. Masajea el cuero cabelludo gentilmente y con las yemas de los dedos no con las uñas.
Aplícalo solo en las puntas y colócate una gorra mientras lavas el resto de tu cuerpo.
Dependerá de tu cabello: si es rizado, lacio, graso, seco, teñido, etc. Por si las dudas, consulta con tu estilista.
Fuente: Revista Mariela
De acuerdo a las cifras, tres de cada diez personas se muerden las uñas, según revela el estudio “La onicofagia: el enigma de morderse las uñas para los médicos” publicado en la Iranian Journal of Medical Sciences.
De acuerdo a una nota publicada en Vice, varios psicoterapeutas han intentado hallar la respuesta en las teorías de Sigmund Freud.
Según el padre del psicoanálisis, la etapa oral de desarrollo psicosexual dura los primeros 18 meses de vida y la boca es la principal zona en la que se busca el placer y se explora el entorno, por eso los bebés lo muerden y chupan todo. Si en esta etapa se nos impide dar rienda suelta a las necesidades esto se podría convertir en un problema más adelante, como el de morderse las uñas obsesivamente, fumar o beber.
Sin embargo, la psicóloga Mireia Navarro, directora del centro El Teu Espai, afirma que las causas psicológicas de esta manía suelen ser miedo, estrés, aburrimiento o falta de habilidades sociales.
Se trata de una conducta automática adquirida en la infancia o la adolescencia que suele responder a una inseguridad ante una situación de tensión y que se vuelve un mal hábito. Cuando este vicio llega a la edad adulta es un indicio de que algo va mal, hay ansiedad, baja autoestima e inseguridad en uno mismo”.
De esta forma, al preguntarse por una conclusión, Vice recomienda que cada uno busque el origen y decidir, si quiere y puede, enfrentarse a esa manía, que tiene bastantes contraindicaciones.
Por ejemplo, Shari Lipner, profesor de Dermatología en escuela médica Weill Cornell de Nueva York, ha publicado varios estudios en los que explica que en las uñas viven miles de bacterias.
Al morder las uñas esas bacterias se cuelan en el cuerpo y pueden causar desde problemas gastrointestinales, como náuseas y diarrea, hasta verrugas y herpes, ya que pueden transmitirse desde la boca hasta los dedos y viceversa”.
Por otro lado, la doctora María José Tribó, psicodermatóloga de la Sociedad Catalana de Dermatologia, de la Academia de Ciencias Medicas de Catalunya, alerta de que “al tragar una porción de uña es posible desarrollar gingivitis, onicomicosis y mala oclusión de los dientes anteriores”.
Sin embargo, existen miles de casos de personas que simplemente no han podido renunciar a esta manía. Estos son algunos de los sorprendentes casos recogidos por el sitio web.
En su último trabajo como bartender de un establecimiento de mucho renombre de Barcelona, Sergio relata que lo pasó de pena. “Me llamaron varias veces la atención por las uñas, el jefe me decía que daban asco y que se veían cuando decantaba un vino o servía una copa”, explica Sergio, quien añade que “los clientes se quedaban mirando las manos y ponían una cara de entre pena y asco, algunos incluso las esquivaban para que no los rozara”.
El jefe, cuenta, siempre les decía que el pelo, la barba y las manos tenían que estar impecables. “Yo me las lavaba cada dos por tres, iba limpísimo, pero daba mala imagen, igual que cuando cocinas en casa y te ven los dedos, el de al lado te mira como si le fueras a contagiar algo”.
Los dedos se le han deformado, tiene padrastros, llagas en la boca y reconoce que lo vive como un problema, no sólo por tener que ir al médico con mucha frecuencia para que le revienten las bolsas de pus, o porque se le cierren puertas en algunos trabajo, sino porque le marca también en sus relaciones. Muchas chicas, asegura, tienen fijación por las manos y más de una le han dicho que no podían vérselas porque les provocaba mucho asco. “Al final ves que morderte las uñas te condiciona, y te jode bastante, porque eres tú tu propio maltratador, pero no puedes dejar de hacerlo”.
A Anna le gustan las uñas y el pellejo, “la piel es lo mejor”, dice. “Voy acabándomelas, empiezo una, la repaso hasta que me empieza a doler mucho o a salir sangre, la cual marca el límite siempre, aunque si me está gustando mucho la experiencia, puedo dejar que sangre un poco. Luego, sí, salto a otra”.
Sabe lo que es pisar un hospital por culpa de sus uñas. “Hace un mes el dedo gordo de mi mano derecha se infectó de forma monstruosa y me salió un panadizo, una inflamación aguda del tejido celular de los dedos. Una cosa horrible que me llevó a estar cinco horas en urgencias. Estuve con antibióticos porque no podían reventármelo aún, me dolía tanto que el simple roce de las sábanas me hacía ponerme a chillar. Después de la infección mi uña se cayó porque no aguantaba más”.
El dentista le metió el miedo en el cuerpo y quiere dejar este repugnante vicio como sea. En su última visita, a Pablo le dijeron que tenía que dejar de morderse las uñas o a medio plazo tendría problemas. No era una sugerencia, era una orden. “Se me desgastaron algunos dientes y perdí esmalte”, señala Pablo, quien asegura que lo va a dejar por salud o se quedará sin dientes, además, “el dentista me explicó que mis uñas son una fuente de bacterias que entran en mi cuerpo al metérmelas en la boca. Visto así es repugnante, no quiero tener más problemas, bastante tengo con esconderlas cada día para que la gente no me las vea, a todo el mundo le dan asco”.
Fuente: MetroEcuador
¿Qué son las pierced nails?
Las ‘pierced nails’ consisten en un manicure con argollas que pasan a través de las uñas, dándole un toque ‘edgy’ al look. Algunas personas lo han llevado a otros extremos y, en lugar de agregar aretes discretos, optan por accesorios como muñecos de Hello Kitty y cadenas de metal.
Aunque pueden parecer dolorosas, la mayoría de veces se utilizan sobre uñas de acrílico o en la parte más alta de las uñas para poder recortarlas una vez que se retiren las argollas.
Una de las celebridades que ha puesto a esta tendencia en la mira de todos es Kim Kardashian, quien subió varios videos a su cuenta de Snapchat en los que muestra sus diseños de ‘pierced nails’.
Kim no es la única en portar esta tendencia. Lady Gaga y Demi Lovato también compartieron en redes sociales fotos de sus uñas perforadas.
Mientras que Demi le dio un toque más minimalista, Gaga las usó para rendir tributo a Metallica, con quien compartió el escenario en la pasada entrega de los Grammy.
Fuente: glamour.ec