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Desde hace algunos días, las alertas de pareja se encendieron gracias a dos estrellas latinas.

 

Una serie de posteos llenos de amor y complicidad en sus redes sociales desataron rumores que entre la vocalista de Jesse & Joy y el cantante cubano-estadounidense hay una relación. Rumores que no han parado, porque definitivamente las muestras de afecto tampoco lo han hecho.

¿Qué pasa realmente entre ellos?

Recientemente, la mexicana ofreció una entrevista a People en Español en la fue cuestionada sobre el supuesto noviazgo…

«Han sido muy bonitas las puertas que nos ha abierto la música. Pensarás que es un cliché decirlo pero nos ha dado la oportunidad de conocer gente muy bonita en la vida, creo que es difícil en cualquier ámbito profesional encontrar amistades reales, encontrar relaciones genuinas, gente que verdaderamente se preocupe por uno y la música nos ha brindado ese tipo de relaciones en las cuales hemos encontrado amistades, gente única», señaló Jesse cuando se le preguntó acerca de las publicaciones con Jencalos.

Cuando se le insistió aclarar si son o novios…

«Jen es una persona que adoro, a él y a su familia. Poder compartir con él arriba y abajo del escenario ha sido formidable, estuvimos hace poquito por ahí en Miami que me invitó a cantar el himno nacional con él y estaremos preparando un par de sorpresas que creo que a la gente le van a gustar.»

«¿Son tan solo amigos?», preguntaron en la revista, a lo que la cantante indicó: «Es que nos queremos mucho, yo creo que el cariño es real, el amor que nos tenemos es genuino y el poder compartir nuestra música y poderla compartir con la gente creo que para eso son las redes sociales, para compartirles las cosas que nos hacen felices en la vida.»

Recientes posteos evidencian que las estrella se unieron para un dueto musical que lleva por nombre Por Algo será, y cuyo video será estrenado próximamente.

Sin embargo, no serían los primeros en los que surge el amor en medio del trabajo…

Fuente: Enews

Este viernes, el gobierno de Ecuador confirmó que los tres periodistas secuestrados por hombres de alias ‘Guacho’ fueron asesinados. Este es un perfil de los tres comunicadores.

Con 18 años en El Comercio, Paúl Rivas es de los tres empleados de ese diario secuestrados, el que más tiempo llevaba vinculado a esa empresa. Había llegado en 1999, y como fotógrafo, la profesión que heredó de su padre, ha ganado 7 premios en Ecuador y otros tantos internacionales.

En dos oportunidades obtuvo el premio Jorge Mantilla Ortega por un reportaje sobre las elecciones presidenciales de su país en el 2006 y por una serie de fotografías de familiares de personas desaparecidas, trabajo con el que logró también el premio Eugenio Espejo.
Rivas, de 45 años, tiene una hija de 22 años a quien estaba introduciendo al oficio de la fotografía. Había realizado una maestría en fotografía documental.

El conductor que acompañaba a Rivas y al periodista Javier Ortega, Efraín Segarra, lleva 16 años transportando a los periodistas de El Comercio. Con 60 años, ‘Segarrita’, como le dicen en el diario, era el conductor de más edad de ese equipo y durante 36 años trabajó como conductor.

Segarra tiene dos hijos con los que comparte su pasión por el equipo de fútbol Deportivo Quito.

En el terremoto del 2016 trasladó a fotógrafos y periodistas a Manabí, una de las zonas más afectadas por el movimiento telúrico, viajó en varias oportunidades a la región de Cotopaxi para apoyar las coberturas sobre las erupciones del volcán y en muchas ocasiones, a zonas con situaciones complejas de orden público.

El periodista Javier Ortega, de 31 años, se vinculó con El Comercio en el 2012, a donde llegó después de trabajar en Últimas Noticias –un diario de la misma casa editorial–, donde trabajó como redactor de sucesos.

En El Comercio integra parte del equipo de seguridad con el que ha realizado reportajes sobre criminalidad, corrupción y violación de derechos humanos. Su tesis de pregrado fue un reportaje sobre microtráfico en La Mariscal.

Ortega estuvo a cargo del cubrimiento de la última etapa del proceso de paz con las Farc en Colombia en el 2016 ha investigado en el 2017 los tentáculos de la corrupción de Odebrecht en Ecuador.

Durante parte de su adolescencia, Ortega vivió en España, pero regresó a su país de origen a los 18 años para estudiar periodismo. Según su hermano Alejandro, desde muy joven encontró que era su vocación.

En el 2010, cuando todavía era estudiante en la Universidad Salesiana, ingresó como practicante a Últimas Noticias (ÚN), en donde escribió sobre ligas barriales. Cubrió campeonatos de diferentes barrios.

Fuente: E-News!

La nieta de uno de los tripulantes que sobrevivió al hundimiento del Titanic reveló lo que sería la única verdad de lo sucedido.

 

La historia relata que el señor J. Bruce Ismay, presidente de la compañía dueña del lujoso y gigantesco trasatlántico, pretendió conseguir los titulares evidenciando la velocidad del Titanic, al tratar de llegar a su destino un día antes de lo previsto.

Para lograrlo, exigió al capitan Edward Smith que navegara a toda marcha, a lo que el oficial accedió aún sabiendo que podían encontrarse con icebergs en la ruta. Cuando divisaron la enorme masa de hielo fue imposible virar para esquivarla y evitar la colisión, debido a la velocidad que llevaba y el enorme tamaño de la embarcación.

Ese momento se convirtió en el principio del fin para el espectacular buque. No obstante, este relato trillado que todos asumen como cierto, podría no serlo.

Lo que habría ocurrido realmente aquella tranquila noche del 14 de abril de 1912, hace tan solo algunos años fue revelado por la propia nieta de uno de los pocos integrantes de la tripulación que sobrevivió a la tragedia: el segundo oficial, Charles Lightoller.

 Según lo dicho por Lightoller, una vez se avistó el iceberg, el primer oficial William Murdoch ordenó de inmediato al timonero del Titanic girar todo a estribor.Sin embargo, éste, perturbado y nervioso con la moderna tecnología del transatlántico británico, hizo lo opuesto a la instrucción ordenada.

Un simple pero significativo error humano, que cobró la vida de 1513 personas.

De acuerdo a la declaración de la nieta de Lightoller, el motivo por la cual no fue revelada antes la verdad, fue el código de honor que existe entre los marineros, que ocultaron lo sucedido para evitar la humillación de su camarada.

Fuente: grandesmedios.com