Para nadie es un secreto que los fans de Taylor Swift son bastantes apasionados. De eso no quedó la menor duda el pasado fin se semana, cuando en pleno concierto que ofrecía en el O2 Arena en Londres uno de ellos intentó algo muy osado.
Mientras interpretaba el éxito We Are Never Ever Getting Back Together, uno de los espectacores logró violar la seguridad y en cuestión de segundos estaba en escena mirando fijamente a su ídolo. Taylor manejó la situación dándole la mano y cantando.
Sin embargo, esto no fue licencia para que el chico disfrutara más tiempo de su sueño alcanzado. El equipo de seguridad se encargó de bajarlo.
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