Taylor Swift firmó un contrato con la discográfica Big Machine cuando tenía 15 años y dice que por culpa de ese acuerdo todavía no posee los derechos de las canciones de su seis álbumes.
Ahora, quien gana dinero con casi todas sus canciones es el mismo hombre que, según la cantante, le hizo bullying durante toda su carrera.
La versión de la discográfica es bien distinta: Swift, dicen desde Big Machine, tuvo la oportunidad de comprar los derechos de toda sus canciones, pero renunció al trato.
El caso por los derechos de autor de la artista estadounidense está causando mucho revuelo en la industria musical, pues envuelve a celebridades de la talla de Kim Kardashian, Justin Bieber, Kayne West y al famoso productor musical Scooter Braun, contra quien Swift dirige sus ataques.
La versión de Swift
La cantante ha acusado a Braun, representante de Bieber y West, de acosarla durante años.
Image caption
Tras la compra por parte de Braun del sello discográfico Big Machine por US$300 millones, ahora es él quien posee los derechos de cada canción que la compositora lanzó antes del tema Me!,
Según Swift, cuando se enteró de la compra «en lo único que podía pensar era en el incesante, manipulador bullying que he recibido de parte de él durante años».
«Durante años pregunté y supliqué una forma de poder ser dueña de mi trabajo», escribió.
Taylor afirma que Big Machine le ofreció la oportunidad de recuperar «los álbumes uno por uno», a cambio de entregar los derechos de cada uno de los trabajos nuevos que produjese tras la finalización del contrato original que la mantuvo vinculada a Big Machine durante más de diez años.
Pero Swift firmó recientemente un acuerdo con el sello Republic Records, perteneciente, Universal Music.
«Tuve que tomar la difícil decisión de dejar atrás mi pasado», escribió Swift y asegura que, de lo contrario, el sello Republic Records hubiera desaparecido.
«(Se trata de) la música que escribí en el suelo de mi habitación y los videos que soñé y pagué con el dinero que gané tocando en bares, luego en discotecas y después en estadios», se lamenta en el texto que publicó en internet.
Big Machine posee los derechos de los seis álbumes que la estadounidense lanzó entre 2006 y 2017 y dice que solo supo que Scooter Braun se hizo cargo del sello cuando se anunció la semana pasada.
Como ejemplo del bullying, Swif se refirió a la canción «Famous» de Kanye West que incluye letras hablando del deseo de mantener relaciones sexuales con ella. También el video del rapero aparece una réplica desnuda de la cantante. Swift lo llamó «porno de venganza».
En el momento de publicación del tema musical, Kim Kardashian, esposa de West, publicó en Snapchat una llamada telefónica entre West y Swift que parecía reflejar que había habido una conversación entre ambos artistas antes del lanzamiento de la canción.
La joven siempre negó que esa conversación hubiera tenido lugar y aseguró que Scooter hizo que sus dos clientes (Kanye y Kardashian) la acosaran al respecto en internet.
«Ahora Scooter me ha arrebatado el trabajo de una vida entera, sin darme la oportunidad siquiera de recuperarlo. Básicamente, mi legado musical está a punto de caer en manos de alguien que ha intentado desmantelarlo».
«Esto es lo peor que me podía pasar. Es lo que ocurre cuando firmas un contrato a los 15 años», escribió mientras sugirió que el acoso formaba parte de querer controlar a una mujer que no quería estar asociada ni con Scott Borchetta (antiguo dueño de Big Machine) ni con Scooter Braun.
La versión de Big Machine
Scott Borchetta ha publicado una carta abierta en la página web de Big Machine ofreciendo su versión de la historia.
Afirma que contactó personalmente a Swift para informarle sobre la venta del sello musical el 29 de junio, y dice que «nunca la vio» llorando por Scooter Braun como ella asegura en su blog.
Borchetta también sostiene que le dieron la oportunidad de volver a tener los derechos de sus álbumes.
«Taylor tuvo todas las oportunidades en el mundo para recuperar no sus discos, sino también todos sus videos, fotografías y todo lo relacionado con su carrera», dice.
«Ella eligió irse», concluye.
Celebridades a favor y en contra
Pero la polémica parece haber involucrado a un gran número de personas de la industria musical estadounidense. No solo a Kayne West y su esposa Kim Kardashian, también Justin Bieber, quien criticó los comentarios de Swift en Tumblr.
«Airear el tema en redes sociales y hacer que la gente odie a Scooter no es justo», escribió el joven artista. Y agregó:
«¿Qué tratas de conseguir publicando ese blog? Me parece que fue para buscar compasión y para que tus seguidores acosen a Scooter».
Demi Lovato, cuyo representante también es Braun, apoyó al productor con un post en Instagram.
Por su parte, Todrick Hall, el amigo de Swift que produjo su nuevo video You Need To Calm Down, calificó a Braun de «malvado».
La esposa de Scooter Braun, Yael Cohen Braun, compartió una publicación en Twitter diciendo que su marido se había mostrado «entusiasmado» de trabajar con la cantante estadounidense tras su adquisición del sello Big Machine.
La BBC contactó a Scooter Braun para que diera su versión de los hechos pero aún no ha respondido.
Fuente: www.bbc.com