Con la seguridad que la caracteriza, Thalía declara: “Me siento muy viva, alegre, contenta con quien soy, feliz por la persona en que me he convertido, creo que soy la mejor versión de mí misma”.
A sus 42 años, su vida tiene otro sentido y un nuevo motor, sus hijos Sabrina Sakaë y Matthew Alejandro, quienes han comenzado a experimentar el universo en el que su mamá se mueve: entre reflectores, cámaras, música y millones de gente que la adoran, sus fans. Todo eso gracias a su última gira “Viva! Tour”.
“Fue muy distinto a otras veces que he salido de gira, porque me llevé a mis niños y al marido, entonces fue otra dinámica”.
Explicó que usualmente cuando salía de tour, después del show se iba con su equipo a celebrar, a cenar. “Nos acostábamos tardísimo, nos levantábamos tarde; esta vez me levantaba a las cinco de la mañana para estar con los niños, para atenderlos, estar jugando y luego prepararme para el show”.
La futura poseedora de una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood comentó que esto fue un hecho extraordinario porque prefiere que sus pequeños se mantengan al margen de su vida pública, pero aún así, la musicalidad la llevan en la sangre.
“No los involucro mucho, una sola vez los he llevado a los ensayos, fue en Los Ángeles, ahí estaban fascinados con los músicos, con el sonido en vivo, mi hija agarró el micrófono y empezó a cantar una de mis canciones, les encanta a los niños la música”.
Fuente: eluniversal.com.mx