1. Cultiva tu personalidad
– Ten confianza en ti misma: Siéntete segura de quien eres y de tus habilidades. Si desarrollas tu autoestima, lo lograrás.
– Escucha con atención: Una forma infalible de agradar es escuchar de manera activa: no interrumpas ni juzgues, asiente con la cabeza y pregunta para que la otra persona sepa que sigues la conversación.
– Comparte tus pasiones: Hablar de lo que te gusta te hará sentir viva. No temas revelar lo que es importante para ti y solicita a tu acompañante que te cuente sobre sus aficiones.
– Demuestra tu interés: Los detalles son clave. Ejemplo: si estás en una reunión con el chico que te gusta, pregúntale si desea alguna bebida. Si mencionó algo que le preocupa, pregúntale cómo le va con ese tema.
– Sé honesta: Por llamar su atención, jamás finjas ser quien eres. Libérate de posturas falsas que solo te harán quedar mal.
– Sonrisa mágica: Este es el truco de belleza más barato y natural, y si la otra persona te corresponde, tendrás mucho camino ganado.
Mejora tu atractivo físico
– Reconoce tu belleza: Estudios revelan que las personas te ven un veinte por ciento más atractiva de lo que tú misma te ves. No juzgues tu apariencia con severidad.
– Busca tu estilo personal: Inspírate en otros looks, pero no seas una copia. Usa prendas que te queden bien y que se adapten a tu tipo de cuerpo.
– Aprovecha tus rasgos favoritos: Busca la manera de resaltarlos al elegir prendas, colores, maquillaje, accesorios, etc.
– Labios rojos: Un estudio de la Universidad de Manchester reveló que de los diez primeros segundos que emplea un hombre para mirar a una mujer cuando la conoce, más de la mitad son para mirar su boca, promedio que aumenta si está pintada de rojo.
– Un cuerpo tonificado: Darás la sensación de que eres activa y te interesa tu salud y bienestar. De lo contrario, parecerá que te has abandonado a ti misma.
– Sexy, pero sutil: Prefiere ropa semitransparente, escotes que inviten a ver y no lo muestren todo, tejidos delicados o looks conservadores pero con un complemento atrevido, como un zapato en un tono encendido y de tacón.
Fuente: La Botana