Las uñas con hongos se engrosan, huelen mal, se quiebran fácilmente y en casos extremos impiden caminar correctamente. Los tejidos cercanos producen comezón, se enrojecen y se hinchan. Es una infección que se presenta tanto en manos como en pies y se manifiesta como una mancha de color blanco que paulatinamente se va oscureciendo.

La aparición de los hongos puede deberse a varios factores como: falta de higiene, problemas inmunológicos, la edad, padecer diabetes y contagio por utilizar zapatos de otra persona entre otros.

1. Debes tener una higiene rigurosa con el objetivo de evitar la proliferación de los hongos. Lávate los pies, mínimo dos veces al día; en el caso de las manos, las veces que sea necesario. Evita el uso de talcos ya que estos a pesar de eliminar el mal olor, contribuyen a la acumulación de humedad.

2. Utiliza calzado y calcetines adecuados que permitan la transpiración y ventilación adecuadas. Diariamente cambia de zapatos, de esta forma permites que se ventilen y evitas los excesos de humedad ocasionada por la sudoración.

3. Realiza una manicura una vez a la semana tanto en manos como en pies. De esta forma, es más fácil detectar cualquier anomalía en tus uñas e iniciar un tratamiento oportuno para corregir deformidades y mejorar su apariencia.

4. El material de manicura nunca que se utiliza para las uñas infectadas, nunca debe usarse para uñas sanas. Antes de ello debes esterilizarlo previamente. De los contrario, aumenta el riesgo de propagar la infección a otras uñas.

5. El tratamiento de la onicomicosis es sencillo. Consiste en la aplicación tópica de cremas y soluciones en la uñas para combatir al hongo. En casos muy severos se debe administrar medicamento.

Para evitar esta infección, siempre utiliza sandalias en regaderas, albercas, etc., y nunca compartas zapatos, calcetines y utensilios de higiene personal.

Fuente: salud180.com