Viajar con niños es una aventura que puede resultar en una gran experiencia, o una terrible pesadilla. Después de tener hijos los viajes toman un matiz muy diferente, y seguirá siendo así hasta que se vayan a la universidad y no vuelvan a viajar contigo.

1. Aborda al final
La idea es que los niños tengan que estar sentados en su asiento lo menos posible. Mientras estás en la sala de espera pueden leer, jugar, correr, etc. Una vez que se suban tendrán que estar sentados, y es muy probable que se aburran y empiecen a buscar diversiones. Así que espera hasta que todos hayan subido y entonces pasa a ocupar los asientos.
2. Aliméntalos antes de volar
Los niños suelen ponerse inquietos cuando están cansados o cuando tienen hambre. Evita la parte del hambre dándoles un buen desayuno y un snack saludable en el aeropuerto. Algo rico que entretenga sus estómagos y que con suerte les dé algo de sueño al abordar; evita los dulces.
3. Vuela de noche
Esto no es siempre posible, pero intenta hacerlo cuando puedas. Volar durante sus horas de sueño te da más probabilidades de que duerman durante todo el viaje. Puede ser durante la noche o en la hora de la siesta.
4. Déjalos jugar
El aeropuerto es un campo de juegos enorme. Deja que tus hijos lo exploren de pies a cabeza para que gasten energía. Puedes jugar a las escondidas, o a ver quién encuentra una puerta primero a fin de que se cansen antes de subir al avión. Busca juegos que no involucren molestar a terceras personas, no todos tienen ganas de jugar con tus hijos.
5. Emociónate
Los niños son como esponjas, absorben todo lo que nosotros sentimos. Si tú estás emocionada por el viaje, los chicos sentirán esa misma emoción. Hazlos parte de la planeación, enséñales cómo hacer su maleta, qué cosas llevar, etc., esto los hará sentirse felices de llegar al destino.
6. Viaja ligero
Salir corriendo detrás de tus hijos en el aeropuerto con 12 maletas colgando es imposible. Te sugerimos llevar únicamente lo necesario, y sobre todo, cosas que puedas transportar fácilmente en caso de que tengas que moverte. Sabemos que el 1er impulso es llevar todos los juguetes que puedas para entretener a los pequeños, pero esto ocupa espacio innecesario en tus maletas. Te sugerimos llevar una pluma de muchos colores, papel y tu iPad. A los niños les encanta ver fotos y encontrarán mucho con qué divertirse en él, en caso de no tener con qué entretenerlos.
7. No olvides la carriola
Sí, sabemos que la idea es llevar pocas cosas, pero si tienes un bebé de brazos, o un pequeño que se cansa pronto, la carriola será tu mejor amiga. Existen algunas que se pliegan tanto que casi caben en tu bolsa, y si no la usas para cargar bebés puedes poner tus compras en ella.

Fuente: actitudfem.com