El enamoramiento infantil es muy frecuente. Te damos varias pautas para que sepas cómo abordar con empatía y respeto esa emoción de tus niños.
Los adultos debemos ser conscientes de la realidad de los más pequeños y no relativizar sus sentimientos, pues con el paso de los años, esto pudiera afectar la relación con ellos. Como mamás, tías o abuelas, es importante que siempre nos pongamos en el lugar de nuestros hijos, sobrinos y nietos.
Desde muy corta edad, los niños son capaces de experimentar sentimientos muy fuertes y no hay que restar importancia a la situación, pues para ellos es una emoción totalmente real e intensa. Además, con estas primeras relaciones, los chicos aprenderán a crear diferentes vínculos afectivos; esta situación forma parte de su desarrollo.
Nuestra labor es hacer que entiendan que sus sentimientos no son malos, sino completamente sanos y normales. También es importante recordar que es un aspecto de la vida privada de cada niño y que, aunque sean chiquitos, debemos aprender a respetar esa intimidad y no burlarnos de ella. Peor aún, caer en prohibiciones de cualquier tipo. Esto último solo logrará que nuestros pequeños tengan problemas emocionales y de compromiso en el futuro.
Fuente: Revista Mariela | n°de edición 94