Solucionar los pequeños enfrentamientos entre los hijos es una tarea que se puede lograr con paciencia. Aquí unas cuantas sugerencias:
-Facilitar un ambiente para una interacción positiva.
-Enseñar formas de compartir y pedir adecuadamente.
-Evitar hacer comparaciones entre ellos.
-No etiquetarlos: “el cariñoso”, “la comelona”, etc.
-Tener en cuenta los sentimientos de cada uno.
-Animarlos a exponer sus propias sugerencias para solucionar el problema.
-Encontrar una solución satisfactoria para ambas partes.
Fuente: Revista Mariela | n° de edición 96