La vestimenta refleja los cambios y transformaciones de la sociedad. Detrás de cada prenda o canon de belleza hay mucha tela que cortar ligada a la historia.
Los 50, años de posguerra
Durante la Segunda Guerra Mundial, la moda de la mujer se basó en la utilidad de la prenda, pues debía ser adecuada para trabajar. Los trajes eran prácticos y las faldas hasta la rodilla. Pero, una vez terminado este periodo, la mujer volvió a la familia y al hogar, dejando atrás aquellos años de angustia y preocupación. Los 50 fueron un regreso al esplendor, al prolijo cuidado de la estética.
Los vestidos eran ceñidos a la cintura; se utilizaban sujetadores armados, faldas amplias por debajo de la rodilla, guantes, tocados, carteras geométricas con manija corta, haciendo juego con los zapatos y el sombrero.
Los 60, rebeldía y liberación
Atrás quedó la artificialidad de los 50. Un cambio se venía insinuando como respuesta a conflictos como la guerra en Vietnam y a políticas represivas. Surgieron las protestas callejeras, y el movimiento hippie, de “amor y paz”, fue reflejando su pensamiento en la moda. El ideal era no mostrar las curvas sino la belleza de la delgadez; expresar nuevas y atrevidas emociones. Como característica, la mujer se fue volviendo más moderna e independiente.
Entró en el juego de la moda la minifalda, los vestidos aniñados, las telas estampadas con lunares y flores, la ropa hindú, los jeans ajustados o acampanados. El blanco y el plateado hicieron furor por la euforia de lo espacial.
Los 70, entre hippies y las noches disco
Los cambios sociales de las décadas anteriores se fusionaron con las novedades que comenzaron a darse de un modo más fuerte dentro del arte, la música y el cine e influenciaron la moda, que supo compilar todo ello y mostrar una estética cargada de psicodelia y brillo. La libertad continuó su apogeo y el gusto por la ropa de la India, que surgió en los 60, se popularizó.
Se vuelven protagonistas los estampados psicodélicos; continúan las minifaldas, los pantalones acampanados y se instalan también los pata de elefante. Los shorts y las faldas largas también son tendencia.
Fuente: Revista Mariela