Antes de la fama y los millones, Halle Berry pasó momentos muy duros en sus inicios en la actuación. En su llegada a Nueva York, la entonces novata actriz vivió una dura experiencia.
En una oportunidad, Berry se vio obligada a pasar varias noches en un refugio para indigentes ya que no podía rentar una habitación de hotel. «Llamé a mi madre y le pedí que me enviara algo de dinero, y ella me dijo que no«, contó la actriz a la revista People.
«Eso fue duro«, expresó la ganadora del Oscar, de 50 años, quien está en plena promoción de su nueva película, Kidnap, un thriller sobre una madre que busca salvar a su su hijo.
Berry recordó ese llamado: «Ella me dijo: ‘Si quieres estar allí, entonces encuentra una solución'». «Durante un año no hablé con ella (su madre), pero probablemente sea una de las mejores cosas que hizo por mí«, reflexionó la estrella.
La originaria de Cleveland aún mantiene esa ambición y perseverancia tanto en su trabajo como en el plano sentimental, a pesar de tres matrimonios fallidos. Se divorció de su último marido, Olivier Martínez, en 2016.
Hoy la madre de dos niños está aprendiendo a estar sola. «Estoy aprendiendo a no tener miedo«, agregó. «No tenía más ganas de vivir infeliz».
Fuente: Infobae