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El cuidado de la ropa de los más pequeños

Los bebés y niños pequeños tienen la piel mucho más sensible que los adultos. El contacto con alguna prenda en la que queden residuos de detergente puede producirles reacciones alérgicas o irritaciones. Antes de lavar su ropita, pon en práctica estos consejos:

1. Lava independientemente

Durante los primeros seis meses no mezcles la ropa del bebé con la del resto de la familia para evitar el contacto con suciedades extremas.

2. Lee las etiquetas

Todas las prendas incluyen las instrucciones de lavado: si deben lavarse en la lavadora o a mano, si la prenda se puede planchar o no y a qué temperatura, y también pueden proporcionar indicaciones sobre el uso de la secadora.

3. Separa la ropa por colores

Lava la ropa blanca aparte de la de colores, incluso si son claros, para que su tono original dure más. Para saber si tus prendas pueden desteñir, aplica agua caliente en el dobladillo de la ropa y plánchala inmediatamente entre dos piezas de tela blanca. Si la tela se mancha, sepárala del resto. Utiliza un cesto con varios compartimentos para que vayas clasificando las prendas poco a poco.

4. Clasifica en función del tipo de tejido

Por ejemplo, el algodón y la lana son delicados y hay que tener cuidado con su lavado. Recuerda que cada tejido tiene un tratamiento específico. Ten en cuenta también el grado de suciedad: si la ropa está manchada, poco manchada o aparentemente no tiene manchas.

Reglas generales:

  • -Lava con jabón neutro para prendas delicadas. No utilices productos anticalcáreos, suavizantes ni blanqueadores.
  • -Enjuaga cuidadosamente.
  • -Algunos bebés pueden tener alergia a la lana o a las prendas sintéticas. Por ello, es preferible que utilices prendas de algodón y que ante cualquier síntoma de irritación consultes con el pediatra.
  • -Lava de la misma forma la ropa de cama con la que está en contacto el bebé, así como sus baberos o peluches.

Fuente: Revista Mariela