Kimberly Thompson fue una baterista que trabajó por 7 años en la banda de Beyoncé.
Después de todo el tiempo que estuvo con Queen B, la demanda por usar “magia oscura” en su contra.
La baterista alega en una entrevista para The Blast que después de 7 años trabajando para Bey, esta ha estado haciéndole la vida imposible, pues le ha realizado varias series de “conjuras mágicas”.
Kimberly asegura que la cantante asesinó a su gato, que tiene su teléfono intervenido para escuchar sus conversaciones y que también controla su dinero. Además, le ha lanzado “hechizos mágicos de abuso sexual”.
Se solicitó una orden de restricción en contra de la cantante la cual fue denegada, pues tanto el juez como la prensa internacional aseguran que la joven puede estar presentando “delirios de la mente” ya que sus argumento no tienen base ni mucho menos pruebas de lo que acusa a la interprete de “Halo“.
Fuente: MusicMundial