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Candidiasis. La receta que necesitas para combatirla

La candidiasis es la infección provocada por un tipo de hongo conocido como cándida. Este hongo habita de manera natural en distintas partes del cuerpo (en un porcentaje mínimo del 0,2 %), sin embargo, cuando hay una alimentación alta en azúcar o un sistema inmune debilitado, este puede llegar a propagarse de forma muy acelerada, generando un proceso infeccioso. Hay diferentes tipos de infección por cándida. Entre las más comunes está la candidiasis vaginal manifestada por una secreción de color blanco, encontramos también candidiasis en la piel, en las uñas, en la mucosa de la boca y la más frecuente, pero menos fácil de diagnosticar: la candidiasis intestinal.

Señal de alerta Cuando me encuentro con pacientes que han pasado por tratamientos ovulares para eliminar la candidiasis vaginal, sin lograr mejoría, sospecho automáticamente que la cándida podría ser intestinal. Recordemos que la microbiota intestinal es la que reina y dirige todas las bacterias, entre esas la microbiota vaginal. ¿Cómo combatir el hongo? Técnicamente es sencillo. Se combina parte de la medicina alopática tradicional con la medicina funcional y nutricional, es decir que si, receto un antimicótico o antifúngico, lo fusiono con suplementos anti-cándida, más una dieta adecuada para que el hongo desaparezca.

Guía de receta

Lo ideal es empezar atacando el hongo con un antimicótico, podría ser Fluconazol de 100 mg diarios, durante siete o diez días. Luego, nos vamos con el tratamiento funcional, que es el más prolongado y contiene:

1.- Omega 7. Es un ácido graso poco conocido, que funciona como tratamiento anti-cándido. Según el caso, se puede tomar dosis de 1000 mg diarios, durante uno o dos meses.

2.- Psedowintera colorata. Es una planta con una actividad antimicótica natural, que la encuentras a manera de suplemento con el nombre Kolorex. Se recomienda entre una o dos cápsulas de 600 mg al día.

3.- Reishi. Es un hongo terapéutico que estimula el sistema inmunológico para tratar infecciones. Lo encuentras con el nombre comercial: Melena de León.

4.- Orégano. Contiene un aceite esencial con potencial antifúngico. Ideal para que lo incorpores en tus comidas, a manera de té o en gotitas con agua.

5.- Sales de Epsom. Hecha a base de minerales naturales, magnesio y sulfato. Puedes mezclar cuatro cucharadas de este componente en un litro de agua y tomarlo durante el día.