Tus rasgos te delatan, según la morfopsicología. Esta es una disciplina que investiga la relación entre las particularidades y generalidades de la anatomía facial de cada persona y su manera de ser. Sus partidarios opinan que resulta útil para conocer y comprender mejor a las personas. Sin embargo, otros piensan que la cara no es el espejo del alma. Haz la prueba dividiendo tu cara en tres zonas:
Superior = Cerebral: Si tu región más pronunciada es la parte del cráneo y la frente, incluyendo las cejas, los ojos y las sienes, tienes una gran capacidad para procesar información y desempeñarte en actividades que requieren reflexión y cálculo.
Media = Sentimental: Si tu zona más destacada es la de los pómulos, las mejillas y la nariz, te riges más por las emociones, eres empática y con habilidades relacionadas con el afecto y el cuidado de los demás.
Inferior = Instintiva: Si tu boca y mentón son más prominentes, tus actitudes están dominadas por los impulsos y los instintos. Se suelen asociar estos rasgos a una personalidad más agresiva y temperamental.
Fuente: Revista Mariela